La
crisis iraní
La
diplomacia como rampa de lanzamiento de los misiles
Por
Norman Solomon (*)
ZNet, marzo 2006 (**)
Traducido por Mirta López y revisado por Alfred Sola
La actual convulsión
en la diplomacia occidental se convertirá, probablemente, en
plataforma para el lanzamiento de misiles a Irán.
Los ataques aéreos
sobre objetivos iraníes son muy probables. Aún así, muchos
estadounidenses antiguerra parecen ansiosos de creer que eso no
ocurrirá.
Ilusión
nº 1: Con las tropas de EEUU empantanadas en Irak, el Pentágono
no está en situación de avanzar sobre Irán.
Sin embargo, lo que
se dibuja en el horizonte no es una invasión sino un asalto aéreo de
envergadura que el ejército estadounidense puede infligir fácilmente
en objetivos iraníes. (Y, si la tarea recae sobre el ejército israelí,
éste está igualmente bien equipado para bombardear a Irán.)
Ilusión
nº 2: El gobierno de Bush está en tales dificultades políticas
domésticas -- por razones que incluyen sus mentiras acerca de las
armas de destrucción masiva iraquíes -- que no se arriesgaría al
alboroto subsiguiente a un ataque a Irán.
Pero la Casa Blanca
ha estado preparando gradualmente el terreno de la política doméstica
para un bombardeo a Irán. Como el Wall Street Journal informó el 3
de febrero, "en encuestas recientes, un sorprendentemente grande
número de estadounidenses dice que apoyaría un ataque militar
estadounidense para poner freno a Irán en su intento de obtener la
bomba."
El titular del
diario, más arriba -- "EEUU opta por la diplomacia en el caso
del programa nuclear de Irán" --, anuncia el plan del gobierno
de Bush. Es una vieja y respetada trampa: cuando te encamines a una
acción militar agresiva, exalta la diplomacia.
Donald Rumsfeld
proclamó en una conferencia en Munich el 4 de febrero que, a fin de
frenar el programa nuclear de Irán, el mundo debe esforzarse por una
"solución diplomática". Sin embargo, al día siguiente, el
diario alemán Handelsblatt informó lo dicho por Rumsfeld en una
entrevista: "Todas las opciones, incluidas las militares, están
sobre la mesa."
El más alto
funcionariado estadounidense, inspirado por el regio "W", no
está titubeando en hablar en nombre del mundo. Durante el fin de
semana, Condoleezza Rice dijo: “El mundo no tolerará que Irán
continúe en la senda de adquirir capacidad de producir armamento
nuclear." Mientras tanto, Rumsfeld declaró: "El régimen
iraní es hoy el principal estado mundial en patrocinar el terrorismo.
El mundo no quiere un Irán nuclear y, para impedirlo, debe actuar
conjuntamente."
Traducción: primero
seremos diplomáticos, luego podremos bombardear.
Ilusión
nº 3: Los Estados Unidos no atacarán a Irán porque eso
enfurecería a los millones de chiítas de Irak, aliados de Irán,
causando graves perjuicios al cometido bélico de EEUU allí.
Pero, proyectar
racionalidad sobre el gobierno de Bush tiene poco sentido a estas
alturas. La gente que tiene a su cargo la política exterior de los
EEUU tiene sus propias prioridades y evitar una carnicería no es una
de ellas.
Tampoco la no
proliferación puntúa muy alto a juzgar por las acogedoras relaciones
de Washington con estados que disponen de armamento nuclear como
Israel, India y Paquistán. A diferencia de Irán, ninguno de estos países
firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear. Sólo Irán ha estado
permitiendo inspecciones de sus instalaciones nucleares y es a Irán,
en efecto, que los sabios de Washington están ahora amenazando con
bombardear.
Con una imagen golosa
de las reservas masivas de Irán en petróleo y gas natural dándoles
vueltas en la cabeza, los neoconservadores de Washington evidentemente
abrigan sueños descabellados de provocar la caída del régimen iraní.
Pero, en el mundo real, un ataque a Irán robustecería a sus
facciones más radicales y fortalecería cualquier interés que tenga
en el desarrollo de armas nucleares.
"Los Estados
Unidos no resolverán el problema nuclear amenazando con ataques
militares ni llevando a rastras a Irán ante el Consejo de Seguridad
de la ONU," escribió en la edición del 19 de enero de Los
Angeles Times la ganadora del Premio Nobel de la Paz de 2003, Shirin
Ebadi, en un artículo de opinión en colaboración con Muhammad
Sahimi, un profesor de ingeniería química de la Universidad de
Southern California. "Aunque una gran mayoría de los iraníes
aborrece la línea dura del régimen y desea su caída, también apoya
su programa nuclear porque se ha convertido en una fuente de orgullo
para una vieja nación con una historia gloriosa."
El artículo añade:
"Un ataque militar sólo inflamaría los sentimientos
nacionalistas. Irán no es Irak. Dados el nacionalismo feroz de los
iraníes y la tradición chiíta del martirio, cualquier movimiento
militar provocaría una respuesta que engulliría a la región entera
con el resultado de incontables muertes y la ruina económica no sólo
para la región sino para todo el mundo. Imponerle sanciones de la ONU
también sería contraproducente, impulsando a Irán a abandonar el
Tratado de No Proliferación Nuclear y su 'protocolo adicional'. ¿Está
el mundo preparado para aguantar tales perspectivas?"
Al mismo tiempo que
hacían un llamamiento de ámbito internacional para que se presione a
ese país por graves violaciones de los derechos humanos, Ebadi y
Sahimi dijeron que "Irán está a, por lo menos, entre seis y
diez años de distancia de la bomba nuclear, según la mayoría de las
evaluaciones. La crisis no es todavía una crisis. Hay suficiente
tiempo para la reforma política antes de que Irán desarrolle alguna
vez la bomba."
El 3 de febrero, la
Agencia de Noticias de Estudiantes Iraní (ISNA en su acrónimo inglés)
citó al ex presidente Mohammad Jatami urgiendo al gobierno iraní a
ofrecer garantías de que el programa nuclear del país es sólo para
la generación de electricidad. "Es necesario actuar sabia y
tolerantemente de manera que nuestro derecho a la energía nuclear no
sea abolido".
Aunque no consiguió
tirar adelante demasiadas reformas durante sus ocho años como
presidente, Jatami ejerció una fuerza moderada de oposición a los
abusos contra los derechos humanos. Su demagógico sucesor, Mahmud
Ahmadinejad, es una amenaza para los derechos humanos y la paz, pero
no está en absoluto claro que Ahmadinejad pueda contar, a largo
plazo, con el respaldo de los clérigos que controlan la nación.
El hombre al que
venció el pasado verano en la carrera presidencial, el ex presidente
Hashemi Rafsanjani, ejerce un poder considerable al frente del Consejo
de Conveniencia gubernamental (Consejo de Discernimiento de
Conveniencia del Sistema. N. del T.) Aunque tiene una bien ganada
reputación de corrupto oportunista, Rafsanjani es ahora un faro
iluminador comparado con Ahmadinejad.
A principios de
enero, un par de eruditos iraníes -- Dariush Zahedi y Ali Ezzatyar,
de la Universidad de California en Berkeley -- escribieron en Los
Angeles Times un artículo que aclaraba el siguiente punto:
"Contrariamente a la creencia popular, la clase dirigente
conservadora clerical es aprensiva acerca de la posibilidad de
violencia dentro y fuera de Irán. Generalmente se opone a una política
exterior agresiva y, por sus vínculos estrechos con la clase
capitalista iraní, está espantada ante el rápido descenso de la
economía desde el comienzo del mandato de Ahmadinejad. El valor del
mercado de acciones de Teherán ha caído en $10.000 millones, el
vibrante mercado inmobiliario nacional está mustio y la huída de
capitales se está incrementando."
Y los eruditos añaden
intencionadamente: "La historia de las relaciones Estados
Unidos-Irán muestra que, cuanto más castiga Washington a Teherán
por sus ambiciones nucleares, más le hace el juego a los radicales
exasperando el temor y el sentimiento nacionalista".
Ahora mismo, los
presidentes de Irán y de los Estados Unidos están encontrando
estimulante la beligerancia el uno del otro. Según todas las
indicaciones, un asalto militar sobre Irán aumentaría el poder de
Ahmadinejad en su país. Y es una buena apuesta la de que el gobierno
de EEUU le hará este enorme favor.
A menos que podamos
impedirlo.
(*)
El último libro de Norman Solomon es “War made easy: How presidents
and pundits keep spinning us to death” [La Guerra hecha fácil: cómo
presidentes y expertos siguen manipulándonos a favor de la muerte].
Para más información visitar www.WarMadeEasy.com
(**)
Título original: The Iran Crisis -- "Diplomacy" as a Launch
Pad for Missiles, ZNET - Iran Watch, 09/02/06
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