Medio Oriente

 

La operación 'Swarmer' en Samarra, cortina de humo del fracaso militar estadounidense

EEUU e Irán, dispuestos a negociar sobre Iraq

Por Carlos Varea
IraqSolidaridad, 21/03/06

"Mayor calado tiene el apunte facilitado por mandos militares relativo a que las operaciones de rastreo sobre el terreno de los soldados estadounidenses y de la Guardia Nacional iraquí se están basando en '[...] informaciones de inteligencia generadas por los ministerios de Defensa e Interior'. Se trata evidentemente de un intento de la Administración Bush de lavar la cara a los nuevos aparatos de de seguridad iraquíes, acusados de estar detrás de los 'Escuadrones de la muerte', en un momento en que EEUU e Irán han mostrado su disposición a negociar sobre la situación en Iraq. Ya no sin argumentos, podrá recuperarse ahora la consideración de que tras la voladura de la Cúpula Dorada de la mezquita de Samarra y la escalada de violencia sectaria que le ha seguido podrían estar quiénes deseaban situar a EEUU en una posición de extrema precariedad en Iraq."

El operativo militar Swarmer, iniciada el pasado 16 de marzo y que se anunció durará varios días, cabe ser considerado como la mayor cortina de humo propagandística de EEUU en los últimos meses, coincidente además con el tercer aniversario de la invasión de Iraq. El máximo mando militar estadounidense en Bagdad la ha definido como la mayor operación aérea desde la invasión del país [1], en la que se ha recurrido a medio centenar de aviones y helicópteros de combate, 200 vehículos y 1.500 soldados. El Pentágono ha indicado que el operativo está dirigido tanto contra combatientes extranjeros vinculados a Al Qaeda (incluso se ha hablado de que se trataría de un nuevo intento de capturar al esquivo Musa al–Zarqaui), como de la resistencia local iraquí.

Las operaciones de comandos aerotransportados están teniendo por escenario ciertamente un área de agricultura seca de aldeas dispersas al noroeste de Samarra, en la provincia de Saladino, situada al norte de la capital. Tal localización ha permitido presentar la operación Swarmer como respuesta al reciente ataque contra la Cúpula Dorada de la mezquita de Samarra. Sin embargo, esta provincia, junto con la de Diyala, había sido ya señalada por el Pentágono en los últimos meses como el lugar al que se habrían desplazado efectivos y medios de coordinación de la resistencia tras las operaciones militares del otoño anterior llevada a cabo por los ocupantes en la provincia occidental del Anbar y a lo largo del Éufrates [2], en cuyas riberas se alinean las principales ciudades de esta provincia: Ramadi ­su capital–, Faluya, Al–Qaim y Hadiza, entre otras menores. Como desmentido de esta consideración, en plena operación Swarmer, fuertes enfrentamientos estallaban en Ramadi el domingo 19 entre resistentes y ocupantes.

Propaganda

Por el contrario, el balance 48 horas después de iniciado el operativo de Samarra es de apenas medio centenar de detenidos y el descubrimiento de algunos depósitos de armas menores, sin que se hayan registrado combates durante el despliegue de los paracaidistas de la 101 División Aerotransportada estadounidenses y de los soldados de las Cuata División de la Guardia Nacional iraquí. Pese a que el Pentágono ha indicado que no se están realizando ataques aéreos, la Red de ONG de Defensa de los Derechos Humanos de Iraq denunciaba en una nota difundida este domingo, 19 de marzo la muerte de civiles en varias aldeas por disparos de helicópteros de EEUU. El modelo de la nueva operación es, por lo demás, ya conocido: incursiones de castigo por medio del recurso a ataques aéreos, seguido de rastreos terrestres, para inmediatamente abandonar de nuevo el territorio, que es recuperado por la resistencia [3].

El carácter propagandístico de la operación Swarmer es claro. En primer lugar, la operación ha coincidido con la concesión de un nuevo crédito del Congreso de EEUU para prolongar la guerra en Iraq, además de la de Afganistán, partida aprobada el mismo día 16 de marzo: más 77.000 millones de dólares, casi 57.000 millones de euros.

En segundo lugar, el énfasis puesto por los portavoces del Pentágono en la participación de hasta 800 efectivos de la Guardia Nacional (en la foto superior) pretende hacer olvidar lo que el propio Pentágono ha reconocido muy recientemente: que ni uno solo de los 100 batallones iraquíes formados y entrenados por EEUU y sus aliados y ya implicadas en "operaciones contrainsurgentes" puede combatir en solitario sin el auxilio de las fuerzas de ocupación [4]. Es decir, que EEUU y los demás países aún implicados en la ocupación pocas esperanzas pueden tener en reducir o sacar sus contingentes militares de Iraq cediendo el control territorial al nuevo ejército iraquí.

Mayor calado tiene el apunte facilitado por mandos militares relativo a que las operaciones de rastreo sobre el terreno de los soldados estadounidenses y de la Guardia Nacional iraquí se están basando en "[...] informaciones de inteligencia generadas por los ministerios de Defensa e Interior" [5]. Se trata evidentemente de un intento de la Administración Bush de lavar la cara a los nuevos aparatos de de seguridad iraquíes, acusados de estar detrás de los Escuadrones de la muerte, en un momento en que EEUU e Irán han mostrado su disposición a negociar sobre la situación en Iraq.

'Diálogo sobre Iraq'

Los nuevos cuerpos de seguridad han sido acusados nutrir los Escuadrones de la muerte que están perpetrando matanzas y asesinatos selectivos entre la comunidad sunní y el campo anti–ocupación, como ha denunciado abiertamente el responsable de Derechos Humanos de NNUU, John Pale, tras visitar Iraq [6], muy particularmente en Bagdad y sus alrededores [7]. Las denuncias de que tras los Escuadrones de la muerte y su clara estrategia de provocar una guerra civil que fragmente el país (gemela de la de la red Al Qaeda [8], además de la de Israel) está principalmente el ministerio del Interior afecta directamente a Irán, habida cuenta de que los nuevos cuerpos especiales de la policía iraquí (entre otros, el denominado Batallón Lobo) están formados íntegramente por milicianos de la antigua Organización Badr, brazo militar del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII) y directamente vinculada a Irán a través de su adscripción a la Guardia Revolucionaría [9].

Según informó un portavoz de la Casa Blanca el jueves, 16 de marzo –de nuevo, el mismo día del inicio de la operación Swarmer– la Administración Bush ha autorizado al embajador estadounidense en Iraq, Zalmay Jalilzad, a abrir un diálogo directo con Irán "[...] sobre cuestiones relacionadas con Iraq". Sería así el primer contacto oficial entre ambos países desde la crisis de los rehenes de la embajada de EEUU en Teherán de 1979. La idea parece haber surgido de Irán, pero quien la ha formulado ha sido Abdul Aziz al–Hakim, máximo dirigente del CSRII, "[...] en interés del pueblo iraquí", según sus propias palabras [10].

Cabría recordar que apenas una semana atrás, el 13 de marzo, el propio Bush hizo responsable de la violencia en Iraq a Irán. Pero la iniciativa no es nueva:

"El 4 de enero [de 2006], el periódico al–Hayat de Londres, citaba fuentes iraníes e iraquíes que aseguraban que [el embajador de EEUU en Bagdad] Jalilzad había enviado una carta a Irán, a través de una delegación del ministerio de Defensa iraquí, en la que proponía que los dos países coordinaran su política sobre Iraq. Esto quiere decir que la actual política diplomática estadounidense se basa en que la Casa Blanca considera que todavía puede coaccionar a los iraníes para cumplir sus órdenes en Iraq. El Gobierno iraní, sin embargo, cree sin duda que, debido a la gravedad de la situación en Iraq, dispone de las mejores bazas en su negociación con EEUU a pesar de las continuas amenazas militares estadounidenses." [11]

Según el historiador Gareth Porter, la clave de tal aceptación mutua se basaría en un complejo juego de intereses que afectan a ambas partes, a EEUU e Irán. Un analista iraní indicaba estos días a la cadena de televisión al–Jazeera que "[...] actualmente Irán está en una situación de fuerza [respecto a la Administración Bush] debido a que EEUU no logra un consenso en el Consejo de Seguridad sobre el dossier nuclear iraní, lo que podría dar pie a una negociación doble: sobre Iraq y sobre la cuestión nuclear iraní" [12]. No es casual que el primer interlocutor iraní que ha expresado públicamente el apoyo de Teherán a la idea de negociaciones irano–estadounidenses directas sobre Iraq haya sido Ali Larijini, el negociador iraní en el tema nuclear, quien ha indicado que el gobierno iraní ya ha retirado algunas condiciones previas para abrir una negociación con EEUU sobre el futuro de Iraq [13].

Situación crítica

La Asociación de Ulemas Musulmanes, la máxima institución religiosa sunní de Iraq, ha denunciado esta anuncio de apertura de una negociación directa entre EEUU e Irán sobre Iraq [14], que por lo pronto va a determinar el fortalecimiento del confesionalismo político chií en Iraq, quizás un "mal menor" para la Administración Bush, vista la debacle de su proyecto de dominación hegemónica de Iraq.

Ciertamente a la Administración Bush le restan pocas opciones en Iraq. Atrapado militarmente, el alivio que podría suponer el afianzamiento del proceso de institucionalización interno puesto en marcha por Bremer en el otoño de 2003 no se da. A día de hoy, a tres mes de las elecciones de diciembre en Iraq, aún no se ha podido formar gobierno por la negativa a del bloque confesional chií de la Alianza Unida Iraquí de reconsiderar su designación de al–Yaafari como primer ministro (tras haber ocupado este mismo cargo en el anterior gobierno de transición). tal y como exigen las formaciones kurdas y sunníes, al parecer –al menos hasta ahora– con pleno respaldo de EEUU. El parlamento iraquí se ha podido finalmente reunir por primera vez para, en una patética sesión inaugural, demostrar que sus miembros son igualmente incapaces de ponerse de acuerdo sobre el cargo de presidente de la Cámara.

La opción de reconocer a Irán como interlocutor en relación a la crisis de la ocupación de Iraq puede ser extremadamente complicada para la Administración Bush, pero es el resultado final de una lógica incluso anterior al inicio de la invasión, cuando EEUU determinó invadir el país por el sur y conceder un estatuto de aliado privilegiado a las organizaciones y milicias confesionales chiíes proiraníes. Culminada la invasión, EEUU ha otorgado a las formaciones del confesionalismo político chií un papel clave en la gestión de la ocupación de Iraq, que inevitablemente abría –como así ha sido– el país a la directa influencia iraní. A fin de poder presentar en casa resultados tangibles, el presidente Bush se empecinó en mantener el calendario del proceso político a lo largo de 2005 incluso en contra de la opinión de sus tradicionales aliados opositores al régimen de Sadam Husein, como Allawi, Chalabi o Talabani. El resultado inevitable ha sido convertir a las formaciones confesionales proiraníes de la lista de la Alianza Unida Iraquí en las fuerzas hegemónicas de las nuevas instituciones y de sus nuevos cuerpos de seguridad.

Ya no sin argumentos, podrá recuperarse ahora la consideración de que tras la voladura de la Cúpula Dorada de la mezquita de Samarra y la escalada de violencia sectaria que le ha seguido podrían estar quiénes deseaban situar a EEUU en una posición de extrema precariedad en Iraq.

Notas:

1. AP, 16 de marzo de 2006.

2. Véase en IraqSolidaridad: Crónicas de Iraq. Operación "Telón de Acero": El verdadero rostro de la ocupación. EEUU usa de nuevo fósforo blanco en el–Anbar y ataca por segunda vez el Hospital General de al–Qaim

3. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Abandonando el terreno – Atacado con misiles el aeropuerto de Basora y El Cuerpo de Marines cerca Rutba con un muro de arena de 17 kilómetros – Carlos Varea: El Pentágono traslada nuevamente a Iraq los mortíferos aviones de ataque aéreo 'AC–130 Spectre'

4. AP, 2 de marzo de 2006.

5. Reuters, 17 de marzo, 2006.

6. Véase en IraqSolidaridad: Andrew Buncombe y Patrick Cockburn: Miles de personas han sido asesinadas en los últimos meses por los 'Escuadrones de la muerte' – Carlos Varea: El pueblo iraquí considera mayoritariamente que la ocupación empeora la situación interna y El gobierno iraquí disuelve el Sindicato de Abogados – El gobierno iraquí ordena que no se contabilicen los asesinados por los 'Escuadrones de la muerte' vinculados al ministerio del Interior

7. Edwin Decker, "Death Squads Terrorize Bagdad", Der Spielgel, 16 de marzo.

8. El denominado Consejo de Consulta de los Muyahidines, recientemente creado y vinculado a Al Qaeda (véase en IrqSolidaridad: Carlos Varea: La negociación entre EEUU y la resistencia iraquí) ha declarado formalmente la guerra a los chiíes de Iraq, según recoge al–Quds al–Arabi en su edición del 16 de marzo (Al Fanar Revista de Prensa Árabe, 16 de marzo, 2006: www.boletin.org).

9. Véase en IraqSolidaridad: Mahan Abedin: Badr, Irán y los nuevos cuerpos de seguridad iraquíes y Tom Lasseter: Irán gana influencia y poder en Iraq a través de las milicias – Paul Martin y Maria Cedrell: Militares iraníes al frente de los centros de tortura en Iraq

10. BBC News, 16 de marzo, 2006.

11. "Bush Seeks His Enemies' Help in Iraq", IPS News, 16 de enero de 2006, traducido en IraqSolidaridad en: Gareth Porter: Bush busca la ayuda de sus enemigos en Iraq

12. Al Fanar Revista de Prensa Árabe, 16 de marzo, 2006: www.boletin.org).

13. BBC News, 16 de marzo, 2006.

14. Al–Jazeera, 19 de marzo, 2006.