Renovando
la violencia
Palestine
Monitor, 27/03/06
Traducido del inglés para Rebelión por Carlos Sanchis
Desde finales de
enero, la menguada Intifada ha encontrado frustraciones renovadas, con
los palestinos fatigados entre su derecho a la autodeterminación y la
realidad de la hegemonía internacional más acusadamente que en
cualquier otro tiempo anterior. Los resultados electorales palestinos
nivelaron un tanto el extremismo del juego en el campo político, y la
retórica entre los funcionarios israelíes y los legisladores de
Hamas recientemente elegidos y correspondientemente jubilosos. Pero
mientras Hamas permanece firme en negarse a reconocer a Israel,
renuncia a la violencia, y reconoce acuerdos pasados, es el gobierno
israelí, internacionalmente reconocido, el que está transformando la
situación políticamente tensa en categóricamente violenta.
Pisoteando el acuerdo
internacional en Jericó, el 14 de marzo, Israel invadió la prisión
palestina localizada allí, descaradamente y puso sitio al complejo
gubernamental sólo momentos después de que los observadores
usamericanos y británicos abandonaran sus puestos. Apoyados por
tanques, jeeps, y helicópteros, las fuerzas militares israelíes
derribaron la tapia de la prisión, mataron a dos palestinos,
arrestaron a más de 170 prisioneros después de obligarles a que se
quedaran en ropa interior, y bombardearon el complejo bien entrada la
noche. Ahmad Sa'adat, líder del Frente Popular para la Liberación de
Palestina y miembro electo del Consejo Legislativo Palestino, al final
se rindió, y ahora está bajo custodia israelí.
Dos días más tarde,
fuerzas militares invadieron la ciudad norteña de Jenín y rodearon
una casa palestina que alojaba a militantes, al tiempo que cerraban no
solamente la ciudad entera, sino el área circundante y a todos los
palestinos que intentaran moverse dentro de ella. Durante las
operaciones militares, soldados israelíes disfrazados de palestinos
dispararon contra un automóvil civil que se dirigía al hospital.
Ikbar Abdelhiman Zaid de diez años de edad resultó alcanzado en la
cabeza por los disparos, muriendo en el instante, mientras que los
disparos alcanzaron a su tío en la mano y fue arrestado.
Gaza permanece bajo
sitio agrícola, con el cruce de Karni abierto durante cuarenta
minutos el 20 de marzo, y funcionando ahora bajo la amenaza inminente
de otro cierre. Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos
Humanitarios, los niveles de suministro de comida alcanzaron un punto
de crisis el 19 de marzo, y John Ging, el director de la agencia de
ayuda a los refugiados de la ONU en Gaza, ha declarado que la situación
sólo se ha deteriorado con las aperturas esporádicas. El azúcar y
el arroz se venden al doble de su medio precio, mientras los precios
de las verduras cultivadas localmente han caído. El pan, un alimento
básico, está ahora racionado para quienes tienen que hacer cola
durante horas.
El cuarenta por
ciento de los niños de Gaza ya padecen desnutrición. Los incesantes
cierres incesantes no sólo dañaron la economía de los gazanos; qué
se estima que están perdiendo unos 500.000 dólares diarios sino la
formación de la próxima generación. Los funcionarios israelíes y
todos los medios de comunicación ingleses han culpado hasta ahora a
los palestinos de inflar la situación drástica al negarse abrir el
cruce de Kerem Sholom, pero la OCHA coincide con la Autoridad
Palestina que el cruce es inadecuado para manipular los embarques
necesarios de carga.
Detrás del manto de
abierta violencia radica una estrategia institucional violenta. El
mismo día que las tropas israelíes capturaron a Ahmad Sa'adat, el
primer ministro en funciones, Ehud Olmert, visitó el asentamiento
ilegal de Ariel y prometió a sus ocupantes que seguirían siendo una
parte de Israel para siempre. Ésta es la parte de la campaña
declarada de Olmert para trazar las fronteras permanentes de Israel
unilateralmente en el 2010. Mientras él etiqueta este movimiento de
"retirada," es en realidad un cumplimiento de los controles
impuestos por Sharon sobre Cisjordania.
El plan acumula tanta
tierra palestina como puede con la menor cantidad de palestinos. Por
lo tanto vemos la categórica anexión de los principales
asentamientos de Israel: Ma'aleh Adumim y Gush Etzion que juntos
bloquean Jerusalén desde el este y al sur, y Ariel que se adentra
profundamente en el territorio central de Cisjordania. Todo Jerusalén
y las áreas que lo rodean cercanamente también se volverían parte
del estado judío, como lo sería el fondo fecundo del Valle del Jordán
que ya ha estado anexionado de hecho mediante un complejo sistema de
cierres y permisos. La ruta del Muro de Separación de Israel se
convertirá en la base para la frontera internacional y concluirá
oficialmente el robo de 35.000 dunums de tierra palestina según las
últimas cifras de la OCHA.
Desde el anuncio del
plan, la construcción ha empezado ya en la zona E1 que queda entre
Jerusalén y Ma'aleh Adumim, aislando a los palestinos de su capital
social, económica y cultural. El miembro de la Knesset Yossi Beilin
que apoya el control israelí sobre Ma'aleh Adumim dijo a la radio
israelí, "Quienquiera que proponga construir la E–1 está,
esencialmente, impidiendo un acuerdo israelo–palestino permanente.
Quienquiera que construya E–1 está impidiendo un estado palestino
contiguo."
En la víspera de sus
elecciones parlamentarias, el Israel oficial comenzó un ataque
extremo sobre Palestina, y cualquier estado futuro que se levante
dentro de ella. El cierre económico de la Franja de Gaza aísla el área
más allá de su ocupada hermana, Cisjordania y lleva a cabo la visión
unilateral de Olmert antes de que incluso hubiera sido aceptada por el
electorado israelí. Las invasiones israelitas demuestran la debilidad
de la Autoridad Palestina y la magnitud del pleno control israelí de
los territorios. Esta atenazadora opresión, justo cuando los
palestinos se sitúan en su nueva democracia, sólo tienta a la
violencia renovada.
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