El
gobierno de Kabul acusa a Pakistán de suministrar combatientes para
la insurgencia
Los
combates más duros desde la caída de los talibanes
La
Vanguardia, 19/05/06
Kabul (Agencias).–
Más de un centenar de personas han muerto en Afganistán en los
combates más intensos registrados en el país desde la caída del régimen
de los talibanes en el año 2001. Las operaciones emprendidas por las
fuerzas de seguridad afganas y tropas estadounidenses y canadienses
contra la guerrilla en el sur de Afganistán se saldaron con la muerte
de 85 insurgentes y trece policías afganos. Un civil estadounidense,
empleado del Departamento de Estado, y una canadiense –capitana del
ejército, muerta el miércoles– también han fallecido en las
acciones llevadas a cabo por los talibanes.
Las acciones más
violentas tienen lugar en las provincias de Helmand y Kandahar, donde
está previsto que este verano se desplieguen varios miles más de
soldados de la OTAN, que se hará cargo del control de toda la zona
sur del país a finales de julio. Tanto las tropas canadienses (2.300
efectivos) como las británicas (3.300), estacionadas en esta zona,
pasarán a ser comandadas por la fuerza de la OTAN en Afganistán
(Isaf). Asimismo, 1.350 soldados holandeses serán desplegados en otra
de las provincias del país (Oruzgan), donde la insurgencia talibán
es muy activa.
La misión de la OTAN
es la de controlar la seguridad de la región y ayudar al Gobierno
afgano, pero sin realizar operaciones contra la guerrilla como la
actual. Un cambio que hace temer que los talibanes puedan aprovechar
para retomar la iniciativa. La Isaf cuenta actualmente con 9.000
efectivos que ayudan al Gobierno afgano en la seguridad y la
reconstrucción del país, pero está previsto que el número se
incremente hasta 21.000 de aquí a noviembre. Un portavoz de la OTAN,
Mark Laity, declaró que "pese a que Estados Unidos ha hecho un
brillante trabajo en el país, en esta región de Helmand y Kandahar,
y básicamente en todo el sur de Afganistán, hay muchas zonas sin
control". "Por ello hemos de asegurar nuestra
presencia", aseguró.
En ambas provincias,
la ofensiva de las fuerzas afganas, con el apoyo de tropas canadienses
y estadounidenses y el refuerzo de helicópteros británicos, ha
llevado a cabo intensas acciones desde el miércoles. En otras partes
de Afganistán, caso de la provincia de Panjwai, combates esporádicos
han causado asimismo una veintena de bajas entre la insurgencia.
Fue en este lugar
donde falleció la capitana del ejército canadiense en un
enfrentamiento con los talibanes. La muerte coincide con el anuncio de
que Canadá prolongará la estancia de sus tropas en el país dos años
más, hasta el 2009, tras haberlo aprobado el Parlamento canadiense en
una votación muy ajustada (149 votos a favor y 145 en contra).
El debate
parlamentario se vio ensombrecido por la muerte de la capitana Nichola
Goddard, de 26 años. Goddard es el decimosexto militar canadiense que
muere en Afganistán y la primera mujer soldado que perece en combate
desde la Segunda Guerra Mundial. También es la primera canadiense que
fallece en acción militar en primera línea de fuego.
El Gobierno afgano
calificó ayer la decisión de Ottawa de prolongar su presencia
militar en el país de una ayuda "en la guerra contra el
terrorismo y para el refuerzo de la democracia en Afganistán".
Canadá tiene sus efectivos estacionados sobre todo en la zona de
Kandahar, cuna de los talibanes que accedieron al poder en 1996 y
donde la insurgencia es más activa. El incremento de la actividad de
la guerrilla ha provocado un deterioro en las relaciones entre
Afganistán y Pakistán. El Gobierno de Kabul acusa al pakistaní de
no impedir la salida de combatientes que se unen a los talibanes, lo
que rebate Pakistán.
Así, el presidente
afgano, Hamid Karzai, afirmó ayer que las escuelas religiosas
pakistaníes (madrazas) incitan a sus alumnos a ir a Afganistán para
cometer atentados y luchar con los talibanes. "Tenemos informes
creíbles de que en Pakistán, en las madrazas, profesores y mulás
dicen a sus alumnos que vayan a Afganistán a la yihad (guerra santa)
y a quemar escuelas y clínicas", afirmó Karzai en Kunar, lugar
cercano a la frontera entre ambos países.
El portavoz del
Ministerio de Exteriores pakistaní, Tasnim Aslam, rechazó las
acusaciones del presidente afgano: "Son alegaciones sin
fundamento que ya las hemos desmentido en varias ocasiones",
dijo.
Pakistán es el
principal apoyo de las tribus pashtunes, que en su mayoría respaldan
a los talibanes al igual que hacen los partidos religiosos pakistaníes.
Los pashtunes, principal etnia de Afganistán, han sido
tradicionalmente aliados de Pakistán, al contrario que la minoría
tajik, cuyos líderes ayudaron a derrotar al régimen de los talibanes
y son más cercanos a India, directa adversaria de Pakistán.
Una segunda operación,
lanzada ayer por la coalición en el norte de la provincia de
Kandahar, reforzó la presión sobre los talibanes que se baten en
retirada, según portavoces gubernamentales. "Nuestros ataques
tendrán un impacto significativo sobre la capacidad de reacción de
los talibanes", indicó Scott Lundy, un oficial canadiense. Por
su parte, el general estadounidense Benjamin C. Freakley, que dirige
las fuerzas de la coalición, afirmó ayer que "estas operaciones
bien organizadas y ejecutadas son exactamente lo que se necesita para
restaurar la seguridad en esta zona".
En paralelo,
centenares de talibanes desencadenaron combates en la ciudad de Mosa
Qala, a unos 470 kilómetros al sur de Kabul, en la provincia de
Helmand. Los combates se prolongaron durante horas.
El gobernador de la
provincia, Amir Mohamed Akhundzada, declaró que la ofensiva
insurgente había sido la más violenta registrada en esta zona desde
que los islamistas radicales perdieron el control de Afganistán hace
cuatro años. "Nunca habíamos visto una lucha tan intensa ni tan
larga en este lugar", afirmó. A última hora del jueves la
intensidad de los combates había decrecido mucho ya que los
insurgentes optaron por retirarse de la zona. Sin embargo, las tropas
afganas proseguían la búsqueda de guerrilleros.
Estados Unidos tiene
desplegados en Afganistán 23.000 soldados, la mayor cantidad de
militares desde el final de la guerra contra el régimen talibán.
Guerrilla
talibán lanza fuerte ataque contra invasores: occidentales ocultan
información
@DIN,
19/05/06
Un día después de
que los medios occidentales proclamaran la "finalización con éxito"
del operativo "León de Montaña", efectuado por el Ejército
estadounidense, donde supuestamente se había consolidado la
"seguridad" en Afganistán, los guerrilleros talibán atacan
demostrando una nueva falacia del aparato mediático internacional.
En Washington y Kabul
se mostró inquietud por la gravedad del ataque de los talibanes en
las provincias de Helmand y Kandahar en donde se produjeron hasta
ahora setenta muertos en los combates, según la policía.
En la provincia de
Helmand se combate en estos momentos por una fuerte ofensiva de la
guerrilla Talibán, un día después de que los medios occidentales
proclamaran la "finalización con éxito" del operativo
"León de Montaña", efectuado por el Ejército
estadounidense, donde supuestamente se había consolidado la
"seguridad" en Afganistán.
Al menos 18 agentes
de la policía afgana y unos 20 combatientes talibanes han fallecido
en los combates, según se informó. Si bien aceptaron bajas en sus
filas, los voceros del ejército canadiense eludieron decir cuántos
soldados de este país han caído en el primer combate.
Luego de estos
incidentes estallaron varios focos de conflicto en la zona, careciéndose
de mayores datos debido al cerco de hermetismo que han desplegado
sobre las comunicaciones los efectivos occidentales.
Pero no fueron los únicos
incidentes de la jornada en Afganistán. En Herat, un coche suicida
atacó a un convoy de tropas extranjeras, matando a dos soldados
estadounidenses e hiriendo a otras cinco personas, según la policía.
Los primeros
enfrentamientos armados entre la policía y militantes han tenido
lugar en las últimas horas en la provincia Helmand, situada en el sur
de Afganistán. La provincia Helmand se encuentra en el área donde se
ha desplazado una amplia fuerza británica para ayudar en las tareas
de "seguridad y reconstrucción".
En Washington y Kabul
se mostró inquietud por la gravedad del ataque de los talibanes en
las provincias de Helmand y Kandahar en donde se produjeron hasta
ahora setenta muertos en los combates.
Canadá cuenta con
2.200 soldados en el país asiático, desplegados en la región de
Kandahar, la antigua base de los talibanes. Unos 26 soldados
canadienses han muerto desde el inicio de la misión, según fuentes
del ejército.
Hace unos días
cayeron además 10 militares estadounidenses, en un helicóptero
derribado por la guerrilla, y cinco militares italianos, víctimas de
un atentado con bomba. Un agente de los Servicios de Inteligencia fue
muerto a tiros.
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