Llamamiento
de intelectuales judíos:
Paremos el genocidio del Estado de Israel
Iniciativa
de León Rozitchner, Elsa Drucaroff y Alejandro Horowicz
www.noalgenocidio.blogspot.com,
Buenos Aires, 20/07/06
No
hace tanto tiempo, las palabras judío y oprimido se cruzaban con
alguna adecuación. Era la época en que Albert Memmi y su categoría
de colonizado gozaban de inusitado prestigio, en que Jean Paul Sartre
promovía el diálogo entre la izquierda árabe y la israelí, en que
la paz en Medio Oriente se vinculaba al avance de las fuerzas
progresistas y revolucionarias del mundo entero. Entonces, resultaba
exigible que el nacionalismo palestino aceptara el derecho a la
existencia del Estado de Israel, y que el sionismo admitiera que el
Estado Palestino formaba parte de la agenda del realismo político. En
contra de los cálculos de muchos, ambas cosas casi sucedieron: Yasser
Arafat, en nombre del pueblo palestino, y Itzjak Rabin, como
representante del gobierno israelí, iniciaron las tratativas que debían
desembocar en la autonomía nacional palestina ( Estado Nacional
Independiente) y en la normalización de las relaciones del Estado de
Israel con todos sus vecinos árabes.
La
paz parecía ganar cuerpo y espacio, la reacción de ambos campos
retrocedía, al menos, en la legitimidad de la batalla discursiva.
Pero Rabin fue asesinado por un complot teológico – fascista,
primero, y los responsables del crimen ganaron las elecciones
nacionales, después. A tal punto la sociedad israelí giró a
derecha, que el agente que apretó el gatillo es una suerte de héroe
popular que recibe en la cárcel cientos de cartas semanales de
aliento y respaldo. La autonomía palestina no solo no avanzó hasta
concretar un estado independiente, sino que tras la muerte de Arafat
la política oficial del gobierno israelí propone explícitamente
destruir el pueblo palestino con el simple argumento de combatir y
vencer terroristas. Es una acusación tradicional: la hicieron los
nazis contra la resistencia francesa, la repitió la culta Francia
contra el pueblo argelino, insistió e insiste el gobierno
norteamericano en Vietnam, Afganistán, Irán; la esgrimió en múltiples
oportunidades el gobierno israelí en los territorios ilegalmente
ocupados.
La
masacre actual excede todo lo conocido. No son los datos con su
abrumadora evidencia los que horripilan, sino la repetición en medio
del silencio cómplice del mundo llamado civilizado. Es preciso
detenerla para que judío y masacrador no se vuelven sinónimos. Para
que el carrousel de la muerte no añada gratuita barbarie sobre
inenarrable dolor.
Los
abajo firmantes exigimos la inmediata detención de los asesinatos
militares, el retiro de las tropas israelíes del Líbano, la apertura
de negociaciones bajo control internacional para asegurar hoy mas que
nunca el legitimo derecho de ambos pueblos a vivir en paz bajo sus
respectivos gobiernos democráticamente determinados.
Es
preciso que las fuerzas democráticas, populares y progresistas del
mundo entero hagan saber que más tarde o más temprano los crímenes
contra la humanidad no quedarán impunes, que la victoria militar
sobre el pueblo palestino tiene un nombre inequívoco: genocidio, y
que las masacres solo abren el curso de nuevas masacres. La única
garantía para la seguridad de todos es la paz, las demás no solo son
ilusorias, sino que han mostrado a lo largo de mas de medio siglo su
sanguinolenta estela.
León
Rozitchner, filósofo, profesor universitario (UBA).
Elsa
Drucaroff, Escritora y crítica literaria.
Alejandro
Horowicz, ensayista, profesor universitario (UBA).
Adhesiones
al 21 de julio
Flavia
Costa, periodista.
Rodolfo
Enrique Fogwill, escritor.
Lita
Stantic, cineasta.
María
Laura Schiffrin, educadora.
Santiago
Vergara, escritor.
Hernán
López Echagüe, periodista.
Eduardo
Aliverti, periodista.
Mónica
Urrestarazu, editora.
Diego
Rojas, periodista.
Guillermo
Saavedra, poeta y editor.
María
Rosa Lojo, escritora, docente universitaria, CONICET.
Alberto
Giúdice, crítico de arte.
Julieta
Mira, socióloga.
Pablo
Levín.
Antonio
Dal Masetto, escritor.
Néstor
F. Ortiz, docente universitario (UBA).
Edgardo
Aronín, periodista.
Fernando
Fagnani, editor.
Hugo
Salas, periodista.
Daniela
Gutierrez.
Carlos
Molina y Vedia.
Alicia
Migdal, escritora y crítica literaria.
Samantha
Schweblin, escritora.
Marcela
Fuentes, Universidad de Nueva York.
Mabel
Giamatteo, profesora universitaria (UBA).
David
Zanazzi, periodista.
Lucas
Rubinich.
Ethel
Batista.
Gustavo
López, revista Vox.
María
Inés Vignoles.
Olga
Martedí.
Andrés
Avellaneda, crítico literario.
Sixto
Rodríguez Hernández.
Pablo
Valle.
Lic.
Ricardo Romero.
Agustín
Hellin.
Gustavo
Gordillo.
Alicia
Naput.
Ernesto
Monzón.
Dr.
Eduardo Sadier.
Guillermo
Presti.
Jeanne
Descamps.
Roberto
Marafioti.
Marcelino
Fontán, antropólogo, investigador CONICET.
Emanuel
Gall.
Elina
Aguiar.
Cristina
Civale, escritora y periodista.
Cecilia
Vitto.
César
Jones, cineasta.
Gabriel
Erdmann, profesor universitario (UBA)
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