Esto
no es 1982 y Nasrallah no es Arafat
¿Por
qué está ganando Hezbollah?
Por William S. Lind
CounterPunch
/ La Haine, 27/07/06
Traducido
por Beatriz Morales Bastos
Lo
que está en juego en la guerra entre Israel-Hezbollah-Hamas es mucho
más importante que lo que la mayoría de los observadores entienden.
Si ganan Hezbollah y Hamas –y ganar significa solamente sobrevivir,
dado que el objetivo de Israel es destruir ambas entidades– un
poderoso Estado habrá sufrido, otra vez, un nuevo tipo de derrota,
una derrota a lo largo de al menos una frontera internacional y quizá
de dos, dependiendo de cómo se defina la frontera de Gaza. El balance
entre Estados y fuerzas "de guerra de cuarta generación" se
alterará a nivel mundial y no de manera trivial.
Hezbola,
por ahora, está ganando. Mientras los Estados árabes permanecen
silenciosos e inactivos ante el ataque de Israel a Hamas, otra entidad
no estatal, Hezbollah, interviene para aliviar el asedio a Gaza
abriendo un segundo frente. Su acción inicial, un ataque
inteligentemente dirigido que mató a ocho soldados israelíes y
capturó a dos por la pérdida de un combatiente de Hezbollah,
demuestra una vez más que Hezbollah puede enfrentarse a un ejército
estatal en igualdad de términos (los chechenos son la única otra
fuerza de guerra de cuarta generación [1]
que demuestra esta capacidad). En ambos sentidos, el contraste con los
Estados árabes estará claro en las calles y llevará al mundo árabe
y al más amplio mundo islámico más lejos del Estado.
Hezbollah
ha logrado, pues, otras dos primicias. Con descargas de misiles que se
adentraron en Israel respondió de forma efectiva a un bombardeo
terrorista desde el aire, que el Estado cree es su monopolio. Se puede
imaginar la resonancia que esto tuvo en todo el mundo entre quienes
son bombardeados a menudo pero que nunca pueden bombardear a su vez. Y
Hezbollah atacó otro monopolio del Estado, los barcos, al atacar y
destruir un barco de guerra israelí que contribuía al bloqueo (yo
pongo en duda la afirmación de Israel de que el arma era un misil
anti-buques C-801, que habría hundido una pequeña corbeta misil).
Los dirigentes de Hezbollah han prometido más sorpresas similares.
En
respuesta, Israel ha tenido que atacar no a Hezbollah sino el Estado
del Líbano. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó refiriéndose
al ataque inicial de Hezbollah: "Quiero dejar claro que lo que ha
ocurrido esta mañana no es un acto terrorista sino el acto de un
Estado soberano que ha atacado a Israel sin motivo". Esto es una
obvia invención ya que el Estado de Líbano no tiene nada que ver con
el ataque y no puede controlar a Hezbollah. Pero es una invención
necesaria para Israel, porque si no, ¿cómo podría responder? De
nuevo vemos el poder que obtienen entidades de guerra de cuarta
generación al atacar desde dentro de Estados pero sin ser un Estado.
¿Qué
será lo siguiente? A corto plazo la cuestión puedes ser qué se
acaba primero, el suministro de misiles de Hezbollah o la paciencia
del "mundo" con los bombardeos de Israel sobre el indefenso
Estado de Líbano. Si estos continúan mucho tiempo, el gobierno libanés
puede venirse abajo, deshaciendo uno de los pocos éxitos recientes de
Estado Unidos en el mundo árabe.
La
cuestión crucial es si las actuales luchas se extenderán por el
resto de la región. Es posible que Hezbollah atacara Israel no sólo
para aliviar el asedio a Hamas en Gaza sino también para adelantarse
a un ataque israelí a Irán. El actual gobierno iraní no está
dispuesto a sentarse pasivamente como Sadam y esperar un ataque israelí
o estadounidense. Puede haber dado luz verde a Hezbollah para
empantanar localmente a Israel hasta el punto de no querer también
una guerra con Irán.
Sin
embargo, la respuesta de Israel puede ser exactamente la contraria.
Olmert declaró también: "Nada nos va a disuadir, sean cuales
sean las repercusiones de gran alcance sobre nuestras relaciones con
la frontera norte y en la zona ". Las palabras "en la
zona" pueden referirse a Siria, a Irán o a ambos.
Si
Israel ataca a Irán, puede darse la analogía con el "verano de
1914", de forma catastrófica para Estados Unidos. Como he
advertido muchas veces, la guerra con Irán (Irán ha declarado públicamente
que consideraría un ataque israelí como un ataque de Estados Unidos)
fácilmente costaría a Estados Unidos el ejército que ahora tiene
desplegado en Iraq. Casi con toda seguridad conmocionaría la ya frágil
economía mundial, y podría derrumbar el castillo de naipes. Un
gobierno Bush que ha desdeñado la "estabilidad" podría
darse cuenta de lo alto que puede ser el precio de la estabilidad.
Está
claro lo que Washington tiene que hacer para evitar semejante
resultado: distanciar públicamente a Estados Unidos de Israel
mientras informa privadamente a Olmert de que [EEUU] no tolerará un
ataque israelí a Irán. Por desgracia, Israel es a Estados Unidos lo
que Serbia era a Rusia en 1914. Este puede ser el más inquietante
aspecto de la analogía del "verano de 1914".
.- [N.
de la t.] 4GW, 4 Generation War, en el original, término
con el que la terminología militar designa los conflictos a
finales del siglo XX. En general la guerra de cuarta generación
es un método extraordinariamente eficaz de guerra que EEUU y sus
aliados encontrarán sumamente difícil de derrotar.
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