Medio Oriente

 

Kirchner, cómplice del sionismo

Socialismo o Barbarie, periódico, 17/08/06

A medida que las atrocidades cometidas por Israel en el Líbano –y las que sigue cometiendo en Gaza, aunque éstas quedaron en segundo plano para los medios– generan cada vez más indignación en todo el mundo, se hace más patente el carácter nefasto de la política de los gobiernos de la región, y en particular de Kirchner, al respecto.

El primer paso fue la vergonzosa declaración de la cumbre del Mercosur, que ponía en pie de igualdad a víctimas y victimarios “lamentando” tanto el accionar de Israel como el de Hezbollah, aunque en verdad hacía más hincapié en la milicia libanesa. La teoría de los “dos demonios”, tan repudiada por el gobierno en cuanto de lo ocurrido entre la dictadura militar y la guerrilla en Argentina, funciona a pleno cuando se trata de Medio Oriente.

Con la intensificación de las masacres israelíes, hasta la ONU, esa cueva de bandidos donde los imperialistas dirimen sus cuitas, se vio en la obligación de cargar un poco más las tintas contra las barbaridades cometidas por el ejército sionista contra la población civil libanesa. La ONU se vio obligada a hacer declaraciones públicas un poco menos amables con Israel, mientras EEUU, su principal aliado y sostén, tragaba saliva.

Por su parte, Hugo Chávez retiró el embajador venezolano de Israel (el paso previo a romper relaciones diplomáticas) y se despachó a gusto contra la agresión al Líbano. Actitud “combativa” algo tardía, ya que ciertamente no la exhibió en la cumbre de Córdoba –donde no trascendió ninguna gran discusión referente a la declaración sobre el conflicto–, pero que al menos expresa a su manera ese “giro de la opinión pública” contra Israel.

En cambio, uno de los pocos gobiernos que no acusó recibo siquiera de ese hipócrita y lavado cambio de discurso de la “comunidad internacional” en relación con Israel fue el de Kirchner. Todos los medios del planeta que habían satanizado a Hezbollah no tuvieron más remedio que difundir los crímenes del estado terrorista de Israel que causaron un horror generalizado, pero la posición oficial del gobierno argentino no se movió un milímetro.

Kirchner y su gobierno “progre” y “defensor de los derechos humanos”, los amigos de las Madres de Plaza de Mayo, no elevaron jamás su rechazo claro y abierto al mayor acto de terrorismo de Estado, a la mayor violación de derechos humanos y a los mayores crímenes de guerra desde la invasión a Iraq, invasión que Kirchner tampoco nunca repudió. Otra careta que se le cae a este gobierno, y van... Claro, es más importante no perturbar los vínculos diplomáticos con el “amigo americano”, con el gobierno de Bush, el que alienta, sostiene y apaña a Israel.

La última novedad es que Kirchner no quiere mandar tropas a la “fuerza de paz”. Pero esta supuesta “independencia” debe tomarse con pinzas. Primero, porque en realidad se apoya en la postura de Brasil. Y segundo, porque puede darse vuelta: después que el gobierno anunciara que no se iban a mandar tropas a Haití, los “buenos oficios” combinados de EEUU y la propia cancillería brasileña lograron “convencerlo”. Y como ya vimos, este gobierno no se mueve conforme a “compromisos éticos con los derechos humanos” ni con ninguna de esas paparruchas. Es bien concreto: hoy al gobierno de Kirchner no le conviene ir al Líbano. Si mañana el imperialismo combina presión con alguna oferta tentadora, allá irán militares argentinos a hacer el mismo trabajo sucio que están haciendo hoy en Haití.