Según
su ministro de Defensa
Israel
ya se prepara para "una segunda vuelta" en el Líbano
IAR
Noticias, 21/08/06
El ministro de
Defensa israeli, Amir Peretz, dió este domingo la confirmación de
que el ataque comando israelí a un bastión de Hezbolá, el sábado,
no fue un incidente aislado sino que forma parte de una "segunda
fase" de su ofensiva contra la guerrilla de resistencia libanesa
que le propinó una dura derrota en Líbano.
A pocas horas de que
la ONU denunciara a Israel por violar el alto el fuego en el sur libanés,
y mientras crece entre los israelíes la sensación de derrota ante
Hezbolá, Amir Peretz, considerado (junto con Olmert) el máximo
responsable de la derrota, advirtió que el Estado judío seguirá
atacando Hezbolá para evitar su "rearme".
También Peretz se
refirió a la "incapacidad" del ejercito libanés para
controlar a la guerrilla libanesa en la frontera, advirtiendo que
Israel no abandonará el área hasta que una fuerza de la ONU se haga
cargo del control en la región.
En la reunión
semanal del gabinete, Peretz advirtió que su país no permitirá a
las tropas libanesas acercarse hasta una distancia inferior a los dos
kilómetros de la frontera con Israel, sin que antes esté presente en
el área la fuerza multinacional de la ONU (Unifil), como está
previsto por la resolución 1701 de ese organismo mundial que llama a
un cese del hostilidades.
"Israel ya se
prepara para una segunda vuelta en Líbano", dijo el domingo
Peretz citado por la radio pública israelí.
Para Peretz, el ejército
libanés está infiltrado por militantes de Hezbolá, y su presencia
en la frontera solo garantiza el rearme y nuevos ataques de la
organización guerrillera.
Las advertencias de
Peretz sobre la "segunda vuelta", coinciden con
informaciones que llegan de la ONU alertando sobre las cada vez
mayores objeciones y dilaciones que ponen los países para integrar la
fuerza multinacional en Líbano.
Para muchos
observadores y analistas, tanto en Europa como en EEUU, las versiones
que salen de la propia ONU sobre un posible rompimiento de la tregua
produce la retracción de los gobiernos a enviar contingentes con
efectivos al terreno de los nuevos posibles enfrentamientos entre las
fuerzas israelíes y Hezbolá.
Dentro de un cálculo
estrictamente matemático, esos gobiernos temen que los conflictos
causen muertes y heridas a sus soldados provocándoles un desgaste
politico y electoral a sus gestiones.
Esto explicaría la
cada vez mayor reticencia y excusa que presentan para no enviar los
contingentes prometidos a la ONU.
Esta situación a su
vez, alimenta la posición de Israel, quien advierte insistentemente que
iniciará una segunda fase de operaciones contra Hezbolá en Líbano,
si la ONU no garantiza el control de la frontera. Una situación que
se agrava con el correr de las
horas.
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