Medio Oriente

 

¿Nueva guerra o acuerdo de paz con Siria?

Por Ivan Vanney
Desde Israel para Socialismo o Barbarie, 12/10/06

Luego de invadir Iraq, Estados Unidos comenzó una fuerte campaña contra Irán y Siria, lo que dio origen entre esos dos países a un acuerdo de defensa mutua en caso de una invasión occidental.

La campaña desatada por Estados Unidos también repercutió en Líbano, provocando la retirada de Siria de ese país que hasta entonces se encontraba bajo una fuerte influencia, por no decir control, del gobierno de Damasco.

Sin embargo, actualmente Irán y Siria parecen preservar el control sobre Líbano por medio de Hezbollah. La fracción armada de la organización es aun más popular y poderosa que el ejercito oficial, sobre todo después de haber derrotado a la segunda invasión israelí.

A pesar de proveer junto a Irán de armamento a Hezbolah, la ultima guerra entre Israel y Líbano fue interpretada por el presidente de Siria, Assad, como una oportunidad de reabrir el dialogo con el gobierno israelí para llevar a cabo negociaciones de paz. Sin embargo, desde el primer momento en que Israel desató su ofensiva contra Líbano, la voluntad de Estados Unidos no tardo en hacerse conocer, presionando a Israel para que abandonara Líbano y atacase a Siria, lo cual le daría una excusa para invadir Irán.

Como consecuencia de los trágicos resultados para Israel en la guerra contra Hezbollah, podemos ver una reacción positiva y una negativa, la segunda fortalecida por Estados Unidos que se opone a un acuerdo de paz sirio-israelí.

Algunos miembros del Parlamento (del Partido Comunista, Meretz, laborismo y Kadima) entienden que un gobierno laico como el de Siria, que también combate a grupos islámicos en su país podría ser un buen aliado a cambio de la devolución del Golán, ocupado desde la Guerra de los Seis Días. Y que, además, de esta forma se neutralizaría al aliado mas comprometido con Irán de Oriente Medio, lo que sería un paso para desarmar al cuarteto Irán-Siria-Hezbollah-Palestina.

La segunda reacción es de la ultraderecha israelí, principalmente Likud e Israel Beiteinu (“Israel, nuestro hogar”), que califica al gobierno de Olmert de incapaz para llevar a cabo las guerras de Israel. Por su parte, la “izquierda” y “centroizquierda’ (PC, Meretz y laborismo) califican al gobierno de Olmert como incapaz de realizar la paz.

Pero esta segunda postura es minoritaria a causa de la ultima guerra contra Líbano. La ultraderecha la usa como propaganda contra el gobierno de Olmert, pretendiendo que se realicen elecciones anticipadas y/o llevar al gobierno aun más a la derecha.

La presión ejercida sobre el primer ministro es tal, que considera la posibilidad de integrar a “Israel Beiteinu” a la coalición de gobierno. Tengamos en cuenta que, como requisito para participar en el gobierno, Liberman, líder de Israel Beiteinu, exige entre otras cosas un cambio en el sistema de gobierno, no realizar más retiradas de los asentamientos de Cisjordania y una investigación contra Olmert por su mal desempeño en la guerra contra Líbano.

Aunque el partido Israel Beiteinu no integre el gobierno, los reproches y las protestas de la izquierda contra la guerra de Líbano, mal empleados políticamente, y la fuerte presión de la ultraderecha israelí dejan el dialogo con Siria fuera de la agenda del primer ministro Ehud Olmert.

En este momento, Israel se debate entre la “revancha  o no revancha” contra Hezbollah, pero no entre la guerra o la paz. De hecho, contra la voluntad de varios parlamentarios que integran la coalición de gobierno, entre los que se encuentra Simon Peres, Ehud Olmert anuncio que no devolvería el Golán a Siria.

Luego de reiteradas declaraciones del presidente sirio en las que, en vano, intento entablar dialogo por negociaciones de paz con Israel, y también como consecuencia de la fuerte presencia de tropas israelíes en estado de “alta alerta” en el norte del Golán, Assad anuncio que su país se estaba preparando para enfrentar una posible invasión israelí. Anuncio, como lo había hecho durante la guerra entre Israel y Líbano, que Siria está preparada para responder a cualquier operativo militar israelí, y criticó duramente al gobierno de Tel Aviv por cerrarse al diálogo.

Assad también descartó la posibilidad de que, en caso de que Israel se abra a las negociaciones, Estados Unidos actúe como mediador por ser un incondicional aliado de Israel y mantener políticas contra su país.

Tanto Assad como el ministro de Información sirio, Mushen Bilal, dijeron que un acuerdo de paz con Siria implica el reconocimiento de los derechos de los palestinos reconocidos por Naciones Unidas.