Los
Gemayel, tres generaciones de una familia en la historia política de Líbano
¿Cui bono (a quién beneficia el
crimen)?
Quibla
(le quotidien online francophone pour
les Musulmans libres et actifs et leurs
alliés), 22/11/06
Rebelión, 23/11/06
Traducido por Juan Vivanco, Manuel Talens y Alex
Tarradellas (*)
Pierre
Amin Gemayel, de 38 años, era ministro de Industria del gobierno de
Fuad Siniora, como representante del partido fundado por su abuelo
Pierre y dirigido por su padre Amin, que fue presidente de la república
en sustitución de su hermano Bashir, asesinado en 1982, poco después
de tomar posesión de su cargo.
Pierre
Amin Gemayel fue víctima de un atentado el martes 21 de noviembre en
Beirut cuando estaba al volante de un Kia que su guardaespaldas
acababa de alquilar la noche anterior. Como temía por su vida,
Gemayel cambiaba el coche de alquiler cada dos días. Su
guardaespaldas era el único que conocía estos detalles.
Precisamente, Pierre Gemayel le había dado el día libre.
Con
la muerte de Gemayel es más fácil alcanzar el famoso quórum. Según
este quórum, incluido en los «Acuerdos de Taef» (el acuerdo
nacional firmado en 1989 que hace las veces de Constitución), el
gobierno no puede tomar una decisión que comprometa el futuro de la
nación si un tercio de sus miembros (ocho ministros) se opone. Pues
bien, la decisión del gobierno libanés de proponer al Consejo de
Seguridad de la ONU la creación de un tribunal penal internacional
para juzgar el asesinato de Rafic Hariri fue ilegal, porque no se
alcanzó el quórum y además el presidente de la república, Émile
Lahud, no había asistido a la reunión. Faltaban los seis ministros
que habían dimitido: dos del movimiento Amal, tres próximos a Hizbulá
y uno, el ministro de Medio Ambiente, próximo al presidente Lahud. La
comunidad chií había quedado sin representantes en el gobierno. Por
otro lado el principal partido cristiano, la Corriente Patriótica del
general Michel Aun, no está representado en el gobierno, e Hizbulá
ha reclamado insistentemente su integración, necesaria para sumar
esfuerzos en la reconstrucción posterior a la guerra israelí contra
Líbano.
Lógicamente,
Fuad Siniora habría tenido que dimitir para que el presidente Lahud
pudiese formar un gobierno nuevo. Pero seguramente no hará nada, dada
la emoción suscitada por el asesinato de Gemayel. Una emoción que no
puede ser más oportuna para paralizar al conjunto de la clase política
y a los forjadores de opinión libaneses, que sin duda acudirán como
un solo hombre al funeral de Pierre Gemayel este jueves 23 de
noviembre.
Al
escoger a Gemayel el Joven, los asesinos sabían lo que hacían: en el
clan de los Gemayel, era el más inocente e infeliz. Si hubieran
matado a Amin se habría podido relacionar este asesinato con los
ajustes de cuentas de la guerra civil, las peleas por el control del
«botín de guerra» de los Kataeb o la figura más siniestra de Amin.
Pero con la muerte de Pierre el Joven el atolladero libanés, al que
Hizbulá, con su resistencia, había intentado dar una salida, se
estrecha aún más. Aunque Hizbulá ha sido el primero en pedir una
investigación sobre su muerte, le resultará difícil sacudirse las
acusaciones que apuntan a Siria y por lo tanto a él.
«La
sombra de Siria tras el asesinato de Pierre Gemayel», «el crimen
tiene firma», «Europa debe reaccionar de una vez, sin complejos, a
favor de las minorías cristianas más amenazadas en el conjunto de
Oriente Próximo»: estas reacciones de la prensa francesa del 22 de
noviembre de 2006 se repiten en toda la prensa europea y americana.
En
cuanto se conoció la noticia, Saad Hariri, el heredero millonario de
pocas luces y toda la patulea de políticos libaneses han entonado la
letanía de siempre: esto es cosa de Damasco. De inmediato se ha
levantado un clamor unánime en la prensa francesa y europea: castigo
para Siria, acusada de todos los males que aquejan a Líbano. Ya nadie
se acuerda del Blitzkrieg israelí de 34 días. Ya nadie se acuerda de
las dos tramas de espionaje israelí desmanteladas en un año en Líbano.
Ya nadie se acuerda de las cajas de armas con silenciador decomisadas
en Beirut y destinadas a… la embajada usamericana.
Pero
hay un pequeño detalle: ¿qué ventaja saca Siria con asesinar al
insignificante Pierre Gemayel? ¿Le interesa realmente a Siria
despertar los fantasmas de una guerra civil en Líbano? Hay que ser
muy tonto y mal intencionado o estar muy mal informado para tragarse
eso. Si alguien está interesado en quebrar el frente patriótico que
se había formado alrededor de Hizbulá a raíz de la agresión israelí,
ese alguien es… Israel. Sólo Israel sacaría ventaja de este
crimen.
Casualmente,
este asesinato se produce cuando:
–
Siria acaba de restablecer relaciones diplomáticas con Iraq,
interrumpidas durante 25 años;
–
Irán acaba de proponer una cumbre de tres con Siria e Iraq para
solucionar los problemas de la región SIN intervención de USA;
–
el gobierno libanés ha avalado la creación de un tribunal penal
internacional sobre el asesinato de Rafic Hariri, en ausencia de seis
ministros y del presidente de la república;
–
Hizbulá acababa de impulsar un movimiento de desobediencia civil no
violenta contra las maniobras de las facciones prooccidentales.
Por
supuesto, comprendemos la emoción de los libaneses y nos dejaríamos
llevar por ella si… la historia, la reciente y la más antigua, no
estuviera ahí. No, no todos los libaneses cristianos son falangistas,
ni la Falange Libanesa es una organización democrática, ni una
organización patriótica. Conviene recordar un poco de historia:
después de un viaje a Berlín para asistir a los Juegos Olímpicos de
1936, Pierre Gemayel, un gran señor feudal, creó los Kataeb, la
Falange, inspirada en las camisas pardas nazis, los camisas negras
fascistas y los camisas azules franquistas (véase el emblema de los
Kataeb que no deja lugar a dudas sobre su ideología). Los Kataeb
perpetraron crímenes contra la humanidad durante los 15 años de la
guerra civil libanesa, de 1975 a 1990. Colaboraron estrechamente con
los ocupantes israelíes en 1982.
Todo
esto ha desaparecido como por ensalmo de la retórica «cristiana» en
beneficio de un delirio lírico, del que ofrecemos en primer lugar una
muestra procedente del diario francófono libanés L’Orient–Le
Jour del 22 de noviembre de 2006.
Para
compensar, en segundo lugar, publicamos el texto de otro libanés
cristiano, Raja Chemayel (no confundir con Gemayel, por favor), que
suena muy diferente. Raja Chemayel, alias Sherlock Hommos, alias
Mustafá Rosenbloom, es un autor satírico que vive en los Países
Bajos. El hecho de ser cristiano no le impide apoyar a Hizbolá y a la
resistencia nacional libanesa.
Ha
entrado en la leyenda de los héroes de la independencia
Por
Michel Hajji Georgiou
L’Orient–Le
Jour, 22/11/06
Es
a Pierre a quien matan la víspera del 22 de noviembre, pero es a
Beshir a quien vemos, siempre sonriente, fogoso, inquebrantable como
un cedro, duro como una roca, ya mítico, pero humano, demasiado
humano.
Es
a Pierre a quien asesinan salvajemente, como para probar que los
cobardes serán siempre cobardes y que los criminales son todos
cobardes... Y es al jeque Pierre a quien vemos de nuevo, con su
estatura imponente, alta la frente, la sien entrecana, la mirada
orgullosa, marchando por Gemmayzé para lograr esta independencia de
1943 que los asesinos del 21 de noviembre de 2006 nunca podrán
destruir.
Es
Pierre quien partió, demasiado pronto, demasiado rápidamente, como
una estrella fugaz, con su mirada de maya, vívido de inocencia y
belleza antes de dejar un mundo sin piedad, que surge de nuevo en las
mentes, incluso más vivaz. Es a Pierre a quien los bárbaros han
transfigurado en mártir y son Amin Asuad o Manuel Gemayel,
adolescentes soñadores y audaces, caídos bajo los tiroteos en Beirut
y en el Chuf, quienes surgen de las profundidades de la memoria de la
guerra.
Es
Pierre quien parte, con los ojos llenos de malicia, con la mirada
lista para desafiar a la tierra entera con toda la juventud de sus 34
años y es la imagen del joven Amin Gemayel, recién elegido diputado
del Metn en 1970 frente a Antoine Ashkar, quien regresa, lancinante.
Pierre es quien parte, y no sólo es un cierto inconsciente colectivo
cristiano lo que despierta, sino también un sentimiento de sacrificio
por un Líbano distinto y unido, por el que ya partieron René Moawad
[1], Rafic Hariri [2], Samir Kassir [3], Georges Haoui [4], Gebran Tuéni
[5].
Se
llamaba Pierre Gemayel, nombre y apellido cargados de una herencia
ancestral, de un peso histórico incontestable y tan a menudo negado
en nombre de la abolición del feudalismo político. Eso es lo que
sucede cuando uno se llama Gemayel y ha tenido un abuelo patriarca
absoluto durante varias generaciones, un tío abuelo, Maurice,
reformador acreditado, un tío que ya en vida y luego muerto fue un
icono absoluto y eterno, un padre de una inteligencia aguda que muy
pronto accedió a los cargos más elevados... Eso es lo que sucede
cuando uno se llama Gemayel y ha de estar a la altura de esta herencia
y probar que se merece el nombre que lleva. Eso es lo que sucede
cuando uno se llama Gemayel y tiene cuatro mártires en la familia,
todos ellos arrancados a la vida en la flor de la edad, cuando dar su
sangre por la patria se convierte casi en una fatalidad, casi en un
deber inevitable, cuando la historia del país en el que uno vive y
crece termina por fusionarse con el nombre que uno lleva.
Notas
de la redacción de Quibla
[1]
René Moawad: Presidente cristiano del Líbano desde el 5 al 22 de
noviembre de 1989, fecha de su asesinato.
[2]
Rafic Hariri: Primer ministro sunita desde 1992 a 1998 y desde 2000 a
2004, asesinado el 14 de febrero de 2005.
[3]
Samir Kassir: periodista e historiador de origen sirio–palestino,
asesinado el 2 de junio de 2005.
[4]
Georges Haoui: secretario general del Partido Comunista Libanés
desede 1979 a 1993, asesinado el 21 de junio de 2005.
[5]
Gebran Tuéni: hijo de la poetisa Nadia Tuéni y del propietario del
diario An Nahar, Ghassan Tuéni, jefe de redacción de dicho diario y
diputado griego ortodoxo en la lista del mártir Rafic Hariri,
asesinado en Beirut el 12 de diciembre de 2005.
Una
vez más, y como es habitual, las acusaciones contra Siria fueron
más
rápidas que las ambulancias
Pierre
Gemayel ha sido asesinado en Beirut
Por
Raja Chemayel
22
de noviembre de 2006...
(nuestro día de la independencia en el Líbano)
Pierre
Gemayel ha sido asesinado hoy en Beirut. Era nieto
de
Pierre Gemayel el Viejo, fundador de la Falange Libanesa,
copia
exacta de la Falange de Franco, inspirada por el propio Adolf,
a
quien al menos una vez estrechó la mano... si no hizo más.
La
Falange Libanesa es un partido sectario y derechista
y
esto no es un secreto.
Su
tío Bashir (ex presidente) fue entrenado y programado por Israel.
Su
padre Amin (ex presidente) hundió la economía libanesa.
La
viuda de su tío está ahora en el Parlamento.
A
él no le dio tiempo de hacer cosas buenas ni malas
porque
el Mossad no lo dejó vivir bastante...
igual
que le pasó a su tío Bashir, a quien asesinaron
sólo
porque quería dejar de ser una marioneta de Ariel Sharon.
¡¡Pierre
Gemayel el Joven tuvo que morir hoy,
porque
la estrella de Siria ascendía demasiado rápido!!
Mis
condolencias a su familia y amigos.
Pierre
Gemayel se va como una víctima de los enemigos de Siria
o,
más bien, como
el enemigo de Siria asesinado por los enemigos de Siria.
* Juan
Vivanco, Manuel Talens y Àlex Tarradellas son miembros de Rebelión y
Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta
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