Líbano

 

EEUU y la Unión Europea salen en defensa del "gobierno aliado" de Líbano

IAR Noticias, 26/01/07

Tal como lo hace en Palestina con Abbas, EEUU quiere fortificar al gobierno aliado de Líbano encabezado por Fuad Siniora, ante la presión creciente de Hezbolá y la oposición para que renuncie y convoque a nuevas elecciones.

El martes pasado, las barricadas en llamas y cortes de ruta paralizaron Líbano en una masiva jornada de huelga organizada por Hezbolá y la oposición mientras el gobierno pro–EEUU de Fuad Siniora amenazaba con utilizar al ejército para reprimir a los manifestantes que se movilizan por las calles de Beirut.

La jornada respondía a un llamamiento del líder de Hezbolá, Nassan Nasralá, quien en diciembre convocó a jornadas de movilización masiva para paralizar Líbano y derrocar al Gobierno antisirio y pro–Washington de Siniora que tras el bombardeo israelí a Libano se plegó a la estrategia de "desarmar" a la organización guerrillera impulsada por Israel y EEUU.

El jueves 25, EEUU y la Unión Eurpea acordaron otorgarle más de US$7.600 millones a Líbano para ayudarle en la reconstrucción de los daños causados por el conflicto armado del año pasado entre Israel y la organización político–militar islámica Hezbolá, que tiene base en el sur del país.

El anuncio se realizó mientras en las calles de la capital libanesa, Beirut, se producían nuevos enfrentamientos entre los seguidores del gobierno y de la oposición liderada por Hezbolá.

La secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, anunció que una parte de la suma destinada por EEUU para "ayudar al Líbano" se entregará en forma de "donaciones",  como prueba de su apoyo a un Líbano "unido", "soberano" y "democrático.

Rice anunció la ayuda en su intervención ante la conferencia París III de ayuda económica a Líbano que se lleva a cabo este jueves con la participación de medio centenar de países y organismos internacionales.

"El presidente de EEUU, George W. Bush, va a pedir al Congreso que desbloquee ese monto como prueba de que su país apoya el programa de reformas "muy ambicioso" del primer ministro libanés, Fuad Siniora, y que cree en la capacidad del pueblo libanés para reconstruir y estabilizar el país", señaló Rice.

"Una parte importante de esa ayuda no será préstamos, sino donaciones", añadió la secretaria de Estado, tras subrayar que con ese nuevo monto la ayuda de su país al Líbano se elevará a mil millones de dólares.

En un claro mensaje a los vecinos del Líbano, Rice subrayó que el pueblo libanés "merece vivir en paz" y "tomar decisiones libremente, sin la amenaza de la violencia ni de injerencias políticas".

Abogó igualmente por la "plena aplicación de todas las resoluciones de la ONU sobre el Líbano, algo –dijo– "indispensable" para "la seguridad de la región".

Se refería, claro está, al "desarme" de Hezbolá que la ONU no ha podido implementar hasta el momento pese a la presión de las potencias occidentales aliadas del eje sionista Washington–Tel Aviv.

La Conferencia de París III es una oportunidad "crucial" y "única" para reafirmar con "fuerza" el apoyo económico y político de la comunidad internacional a un Líbano "unido" y "soberano", señaló por su parte el presidente francés, Jacques Chirac, un aliado, junto a Gran Bretaña, del eje sinista Washington–Tel Aviv, que busca el "desarme" de Hezbolá.

El apuntalamiento de Washington y sus "socios" al gobierno aliado de Libano se produce luego de que una huelga con bloqueos de calles y barricadas paralizara a Libano, el martes 23, en una demostración de fuerza de la organización Hezbolá, cuya victoria solitaria contra las fuerzas israelíes, en agosto pasado, potenció su imagen y poder entre la población libanesa.

Siniora convocó al ejército (quien durante el genocidio israelí permaneció pasivo), que el martes rodeaba  al palacio presidencial, mientras que Hezbolá advertía que una intervención de las fuerzas militares desataría una guerra civil.

Desde el pasado mes de diciembre, en el Gran Serrallo (sede del gobierno) conviven, sin salir al exterior para nada, el primer ministro y los miembros de su gabinete desde que el pasado 21 de noviembre un desconocido acribillara a balazos al ministro de Industria, Pierre Gemayel.

Siniora y los suyos adoptaron esta medida argumentando "motivos de seguridad", por miedo a que les ocurriera los mismo que al líder falangista cristiano.

Atrincherado en el palacio de gobierno, aislado, y custodiado por el ejército, el primer ministro Siniora y su gabinete  enfrentan la amenaza de nuevas huelga y movilizaciones con peligro de enfrentamientos armados.

En la gigantesca movilización del martes murieron tres personas y decenas resultaron heridas.