El
ejército paquistaní toma el control de la Mezquita Roja de Islamabad
Reuters / AFP, 11/07/07
Islamabad.– Las fuerzas de seguridad paquistaníes aseguraron este miércoles
el control del complejo de la Mezquita Roja (Lal Masjid) de Islamabad,
apagando los últimos focos de resistencia un día después del asalto
en el que murió el clérigo rebelde Abdul Rashid Ghazi, al menos 73
combatientes islamitas y nueve soldados.
Muchas
preguntas seguían sin respuesta, entre ellas el número final de víctimas
y si habían muerto mujeres o niños en el asalto a la mezquita. Un número
elevado de decesos, especialmente entre mujeres y niños en el
complejo, sería negativo para el presidente Pervez Musharraf, ya que
debe enfrentar elecciones este año.
El
general, que llegó al poder mediante un golpe de Estado en 1999,
convocó a elecciones que ganó en 2002, y es un aliado de Estados
Unidos, quiere la relección por un segundo periodo de cinco años. Se
espera que el mandatario pronuncie un mensaje este jueves.
Luego
que el complejo fue asegurado, los soldados comenzaron a rastrear los
escombros. El vocero militar del Ministerio del Interior, Wahid Arshad,
señaló que se encontraron 73 muertos.
Al
ser consultado sobre si había mujeres o niños entre los muertos,
Arshad declaró que nueve de los cuerpos estaban calcinados y era casi
imposible identificarlos. Agregó que hasta el momento y "que yo
sepa, no hay mujeres ni niños". Nadie sabía cuánta gente había
en el complejo cuando comenzó el asalto. Más de mil 200 personas
huyeron después que el 3 de julio comenzaron los enfrentamientos
entre militantes y las fuerzas de seguridad.
Arshad
dijo que los militares calculaban que antes del asalto final había
entre 200 y 300 personas, y agregó que 87 salieron de ahí cuando
inició la operación.
Los
clérigos pedían imponer una estricta ley islámica en la capital,
similar a la impuesta por el talibán durante su régimen Afganistán
(1996–2001) e incitaron a sus seguidores a llevar a cabo una campaña
vigilante antivicios.
El
ejército paquistaní aseguró que el asalto, denominado Operación
Silencio, avanzaba muy lentamente para evitar un baño de sangre, pues
creían que los radicales tenían como rehenes a "cientos"
de estudiantes de las escuelas coránicas, entre ellos mujeres y niños.
Unos
60 menores y mujeres salieron del edificio al comenzar el asalto, pero
a medida que el ejército avanzaba en el complejo, los mandos
descubrieron que en realidad podía haber menos niños y mujeres de lo
que se temía inicialmente.
De
otro lado, el segundo jefe de Al Qaeda, Ayman Zawahri, llamó a los
islamitas paquistaníes a cobrar venganza por el asalto, en un video
publicado en Internet. "Si ustedes no se vengan... Musharraf no
los respetará", afirma en el video.
El
líder de los islamitas murió el martes por la noche en un tiroteo,
junto a otros militantes atrincherados. Su cuerpo fue llevado a su
ciudad natal en la provincia de Punjab, según fuentes del Ministerio
del Interior.
Su
hermano Abdul, también clérigo de la mezquita y quien fue detenido
al intentar huir el pasado fin de semana cubierto con una burka, fue
autorizado a acompañar el cuerpo de Ghazi para su funeral.
Protestan miles en Pakistán por el asalto en la
Mezquita Roja
DPA
/ The Independent, 13/07/07
Islamabad.– Con gritos como "¡Asesino,
asesino, Musharraf, asesino!", miles de personas protestaron hoy
en todo Pakistán por la operación de asalto a la Mezquita Roja de
Islamabad, que dejó al menos 86 muertos.
Los manifestantes quemaron un retrato del
presidente Pervez Musharraf, quien dio la orden del asalto a la
Mezquita Roja.
En Karachi cerca de mil 200 personas se
manifestaron, mientras en Rawalpindi, Lahore, Peshawar, Islamabad y
otras partes del país tuvieron lugar protestas menos numerosas, al
tiempo que las escuelas religiosas instaron a manifestaciones en toda
la nación.
"La Mezquita Roja se transformó en un baño
de sangre de inocentes musulmanes", afirmó Anwarul Haq Haqqani,
líder local del partido religioso Tahafuz Khatam e Nabowat Pakistán.
"Fue una acción bárbara", añadió.
Según el ejército, el ataque causó la muerte
de 11 soldados y de 75 personas que se encontraban en la mezquita, en
su mayoría islámicos, si bien un portavoz militar aseguró que 19 de
las víctimas estaban en tal estado de calcinación que "podía
tratarse de cualquiera, de cualquier sexo y edad".
Un grupo de manifestantes quemó un muñeco del Tío
Sam y enarbolaron banderas con amenazas a Musharraf y al presidente
estadunidense, George W. Bush.
"¡Asesino, asesino, Musharraf,
asesino!", clamó la multitud. "¡Justicia, justicia,
queremos justicia! Fue un genocidio, cientos de mujeres y niños
inocentes fallecieron", declaró el clérigo Mohamad Saeed, el líder
de Jamaat ud Dawa, el brazo político del prohibido grupo de
militantes Laskhar e Taiba.
Otras 20 mil personas, incluidos hombres, mujeres
y niños, rezaron por las víctimas en una mezquita de Lahore
administrada por un grupo islámico que Estados Unidos considera
terrorista.
A su vez, las autoridades reforzaron la seguridad
para prevenir nuevos ataques de simpatizantes de la Mezquita Roja.
El ejército desplegó tropas en varios distritos
de la provincia Frontera Noroeste, donde más de 25 personas murieron
en atentados con bomba desde que comenzó el sitio del templo, el
pasado 3 de julio.
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