Vergüenza
nacional
Chirolita
K en la ONU
Por
Claudio Testa
Socialismo o Barbarie, 30/09/07
Todavía
muchos recuerdan al famoso dúo de la televisión Chasman y Chirolita.
Chasman era un hábil ventrílocuo y Chirolita, su muñeco.
Un
parecido show de ventrílocuo, pero nada gracioso, fue transmitido por
TV desde la Asamblea General de la ONU, el pasado martes 25, con el
presidente argentino en el papel de Chirolita de Bush y Olmert. El
centro de su discurso estuvo dedicado a fundamentar una provocación
contra Irán, para justificar –como “estado terrorista”– una
muy probable guerra de EEUU e Israel.
Desde
estas páginas –en el artículo sobre la “causa AMIA”, publicado
en SoB Nº 92 del 23/11/06– ya analizamos los mamarrachos jurídicos
y de “investigación” que se fueron montando alrededor del
atentado. Ningún gobierno argentino, desde Menem hasta Kirchner, ni
la justicia, ni la policía investigaron jamás nada en serio sobre
este terrible episodio. Se limitaron a bailar al ritmo de la cambiante
música que les tocaron los servicios de EEUU e Israel.
La
“investigación” inicial se derrumbó en el primer juicio de la
AMIA, que terminó con la absolución de todos los imputados y con el
procesamiento del juez Galeano, que la había conducido. Se demostró
que se trataba de una falsificación de cabo a rabo.
Pero,
sorprendentemente, los escombros de ese primer fraude judicial no se
desperdiciaron, sino que fueron “reciclados”. Con ellos se montó
la segunda causa AMIA, en manos del juez Canicoba Corral y del fiscal
Nisman. El expediente de esta “nueva” causa se limita a repetir
los chismes sin pruebas transmitidos por la CIA y el Mossad, que además
han ido variando según los cambiantes vientos del Medio Oriente.
Así,
a veces se habló de la “pista siria”, de la “pista libanesa”,
y finalmente de la “pista iraní”. Por supuesto, estos
“despistes” fueron variando según los circunstanciales
enfrentamientos de EEUU-Israel con esos estados. Pero jamás hubo una
sola prueba convincente; sólo chismes.
Por
supuesto, nosotros no ponemos las manos en el fuego por el régimen de
Irán ni por ningún otro de Medio Oriente. Pero ése no es el
problema. La cuestión es que el imperialismo está preparando una
guerra, donde se habla hasta de emplear armas atómicas, y
el gobierno argentino está suministrando el pretexto necesario
para desatarla.
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