Entrevista
con el escritor Tariq Ali sobre el papel de EE.UU. en esa región
250
muertos en Pakistán cerca de la frontera afgana
Por
Amy Goodman
Democracy Now!, 10/10/07
Rebelión, 13/10/07
Traducido por Germán Leyens
Amy
Goodman: Los militares paquistaníes siguen bombardeando
aldeas a lo largo de la frontera afgana, llevando la cantidad de
muertos a 250 después de cuatro días de enfrentamientos. Estas
aldeas se encuentran dentro de las áreas tribales de Pakistán bajo
administración federal, que la Casa Blanca describió como
“refugios seguros” de al Qaeda en su Estrategia Nacional de
Seguridad Interior publicada el martes.
El gobernante militar
de Pakistán, aliado clave de EE.UU., Pervez Musharraf, arrasó con la
mayoría de los votos en la elección presidencial del sábado, que
fue boicoteada por la oposición. Ocho años después de apoderarse
del poder en un golpe, el general Musharraf podrá haber ganado la
votación, pero su victoria aún no es total. Tiene que esperar hasta
que la Corte Suprema confirme la legalidad de su intento de ser
reelegido, ya que sigue siendo jefe del ejército.
En su elección, si
es confirmada, el general Musharraf prometió abandonar su uniforme
militar, la transición a un gobierno civil y, en un acuerdo en el que
medió EE.UU., compartir el poder con la exiliada ex primera ministra
paquistaní Benazir Bhutto. Pero el general Musharraf y sus políticas
han generado un remolino opositor de un amplio espectro de la población
paquistaní. Reconoció su precaria base de apoyo en un discurso después
de la elección del sábado.
General
Pervez Musharraf: Y finalmente, he apelado a la nación con
un enfoque conciliador, y he apelado a – ante todo, a la nación, al
pueblo de Pakistán, para que no se una a, o rechace, cualesquiera
llamados a huelgas y actividad de agitación. He llamado a los
abogados para que tengan – para que dejen que prevalezca la cordura.
Son todos gente educada, y espero – por la justicia y por la paz –
que adopten un punto de vista de que Pakistán es lo primero. Respecto
a los medios, he solicitado a los medios que presenten lo positivo,
que adopten un enfoque equilibrado. Soy el mayor partidario de su
independencia y doy confianza – un sentimiento de confianza, un
sentimiento de que se desarrolle un sentimiento de actitud buena, que
se desarrolle una actitud mental, dentro del pueblo de Pakistán. Y
también he extendido una actitud conciliadora a todos los partidos
opositores. Es lo que he hecho. Muchas gracias, señoras y señores.
Amy
Goodman: Era Pervez Musharraf. El destacado periodista de
Aaj TV, Talat Hussain, se mostró escéptico ante la elección. La
estación Aaj TV en Karachi fue brutalmente atacada en mayo por
fuerzas favorables a Musharraf después de que transmitiera secuencias
sobre violencia contra los críticos de Musharraf.
Talat
Hussain: Bueno, evidentemente, el presidente Musharraf lo
logró. Ha podido engañar a todos, particularmente a la oposición, y
ha podido conseguir que se apruebe su candidatura. El único obstáculo
que le queda parece ser el de la audiencia de la Corte Suprema que
comenzará el 17 de octubre. Aparte de eso, la cosa le ha sido fácil,
y todas las afirmaciones de la oposición de que podrá oponérsele y
hundirlo han caído en saco roto.
Amy
Goodman: Unos pocos días antes de la elección, la ex
primera ministra Benazir Bhutto y el abogado de la oposición ante la
Corte Suprema, Hamid Khan, expresaron sus profundas reservas respecto
a la candidatura a la reelección del general Musharraf mientras
siguiera siendo jefe del ejército. El clip comienza con la antigua
primera ministra Bhutto hablando como líder del Partido del Pueblo de
Pakistán, o sea el PPP.
Benazir
Bhutto: En cuanto a nosotros, en el PPP, creemos que si
hubiésemos votado por un presidente uniformado, le estaríamos
legitimando. Pero, como dije, no pudimos votar por el general
Musharraf, y él lo comprende, porque el PPP significa democracia, y
la democracia significa una distinción entre lo civil y lo militar. Y
ya que el presidente Musharraf sigue siendo jefe del estado mayor del
ejército, no votaremos por él y tampoco nos resignaremos.
Hamid
Khan: Y hemos adoptado la posición de que está
descalificado bajo el Artículo 63 de la Constitución, porque tiene
dos puestos al mismo tiempo. También hemos dicho que no está
cualificado por el motivo de que no es honesto, no es una persona en
la que se pueda confiar, porque ha roto previamente su palabra cuando
hizo una declaración y una promesa solemne a la nación de que
abandonaría su uniforme el 31 de diciembre de 2004, y la rompió.
Amy
Goodman: Hoy habla con nosotros el celebrado historiador
británico-paquistaní, novelista, activista político y comentarista
Tariq Ali. Es uno de los editores de New Left Review y autor de una
docena de libros sobre Asia del Sur, Oriente Próximo, Latinoamérica,
la historia islámica, el imperio y la resistencia. Su historia del
golpe en Pakistán en 1979 fue publicada el año pasado y la adaptación
teatral es estrenada la próxima semana en Nueva York. Se llama:
“The Leopard and the Fox: A Pakistani Tragedy” [El leopardo y el
zorro: una tragedia paquistaní]. Tariq Ali estuvo este verano en
Pakistán. Se une con nosotros desde nuestro estudio en la estación
de bomberos. Bienvenido a Democracy Now!
Tariq
Ali: Hola, Amy.
Amy
Goodman: Cuéntenos sobre la situación ahora mismo, ese
bombardeo a lo largo de la frontera, las aldeas en la frontera con
Afganistán.
Tariq
Ali: Bueno, la situación es muy crítica. Actualmente
Musharraf es terriblemente impopular en el país. Benazir es atacada
salvajemente por algunos de sus propios partidarios por haber llegado
a un acuerdo con él bajo presión del Departamento de Estado. Y el
general Naseerullah Babar, que fue su Ministro del Interior, renunció
públicamente al partido por oposición al acuerdo. Así que la
situación es muy volátil desde el punto de vista político.
En las fronteras
occidentales de Pakistán, se libra una guerra continua, y Musharraf
enemistó a la población local por su exagerado entusiasmo en la
realización de esos ataques de bombardeo. Esos bombardeos están
vinculados a la situación en Afganistán. Y lo que sucede en Afganistán
es que las acciones de la OTAN y especialmente los bombardeos de
EE.UU., que han matado a numerosos civiles inocentes, han dirigido a
la gente hacia los talibanes, que se están convirtiendo
crecientemente en aglutinadores de la resistencia contra la ocupación
de la OTAN y renacen como una fuerza política importante. Esto luego
se extiende a Pakistán, porque es una frontera muy porosa. No hay
modo de que alguien pueda controlarla. No se pueden colocar alambradas
de púas, no se puede construir un muro.
Y así, la solución
a la situación en Waziristán está en Afganistán, y necesitamos un
acuerdo de paz allí lo antes posible y la retirada de las tropas
extranjeras.
Amy
Goodman: ¿Y los talibanes en Afganistán?
Tariq
Ali: Los talibanes en Afganistán han corregido un poco sus
errores. Aparecen en público. Hablan por televisión. Y la situación
ha empeorado tanto para el gobierno de Karzai en Afganistán que ya ha
enviado abiertamente contactos para hacer la paz a los talibanes. Ha
habido negociaciones secretas, y los talibanes han dicho que están
dispuestos a sumarse a Karzai y al gobierno dirigido por EE.UU. en
Kabul, siempre que se retiren todas las tropas extranjeras.
Bueno, Karzai se
niega a hacerlo, porque sin las tropas extranjeras, su gobierno no
duraría más de cuarenta y ocho horas. Pero el que esté negociando
con los talibanes es en sí interesante y muestra que básicamente no
ha sido capaz de derrotarlos, lejos de eso, y que la situación en
Afganistán está ahora completamente fuera de control.
Amy
Goodman: ¿Dónde encaja bin Laden en este cuadro?
Tariq
Ali: Bueno, evidentemente bin Laden no va a apoyar ningún
acuerdo con los talibanes, pero no controla a los talibanes. La ínfima
facción de los talibanes que lo apoyó está siendo ampliamente
marginada y trabaja independientemente. Pero los talibanes, como
organización, negocian ahora, hablan con el gobierno de Pakistán,
hablan con Karzai, obviamente con aprobación occidental. Así que
ahora tenemos la situación irónica de que porque EE.UU. muestra
mucho interés por aislar a Irán, e Irán es un actor central en
Afganistán, están dispuestos a llegar a acuerdo con casi cualquiera.
Amy
Goodman: ¿Puede hablar sobre todo el tema de cómo llegó
al poder Pervez Musharraf? Quiero decir, ha sido visto de modo
extremadamente favorable por los medios de EE.UU. durante mucho
tiempo.
Tariq
Ali: Bueno, Amy, hemos tenido en Pakistán, cada vez más
durante los últimos sesenta años – Pakistán cumplió sesenta este
año – ha habido un ciclo de gobierno civil, intentos de democracia,
toma del poder militar, gobierno civil, toma del poder militar, y los
militares ahora han gobernado Pakistán durante la mayor parte de su
existencia. La mayoría de los dictadores militares en Pakistán
tienen un ciclo de vida, un ciclo de vida política, de diez a once años.
Musharraf va llegando a su noveno año. Su popularidad ha desaparecido
por completo. Cuando se le ve, como incluso vimos en las secuencias
que usted mostró, vemos a un individuo – se ve cómo el poder se le
escapa. No habla con la misma confianza que antes, cuando recién llegó
al poder en 1999.
Y entonces prometió
todo un programa de reformas para transformar y modernizar el país;
nada ha sido hecho. Prometió que los políticos corruptos serían
juzgados. Benazir, desde luego, no estaba en el país y no volvió,
porque las acusaciones de corrupción en su contra eran muy
contundentes. Se permitió que Nawaz Sharif se fuera de Pakistán
mediante un acuerdo. Y Musharraf hizo entonces un acuerdo con otro
grupo de políticos extremadamente corruptos que actualmente son sus
mejores compinches. De modo que el régimen está desacreditado.
Luego decide
enfrentar al presidente de la Corte Suprema y lo destituye. Eso
provoca uno de los movimientos más notables de la sociedad civil que
hayamos visto en el país, nada que ver con la religión, nada que ver
con dinero, una exigencia constitucional de la separación de poderes
y de un poder judicial independiente, un movimiento que se hizo tan
fuerte que Musharraf tuvo que echar marcha atrás y el presidente de
la Corte Suprema fue rehabilitado.
Al mismo tiempo,
tenemos los elementos yihadíes dentro de Pakistán encerrados en una
mezquita desde enero de este año. Finalmente se emprende una acción
en julio. Y lo que se pregunta la gente es: la inteligencia militar
vio que esta mezquita estaba siendo convertida en un arsenal: ¿por
que no actuaron antes?
De modo que básicamente
Musharraf no ha logrado ninguna de las cosas que dijo que iba a lograr
en Pakistán, y existe una terrible situación en la que hay una elite
corrupta e insensible, que no se preocupa por las condiciones de la
gente de a pie. Si se va a cualquier parte de Pakistán – y pasé
seis semanas viajando por el país – y se pregunta: “¿cuáles son
vuestras necesidades principales?” la mayoría de los pobres
responderán: “Queremos agua potable. Queremos electricidad en
nuestras aldeas. Queremos educación para nuestros hijos. Queremos
doctores que puedan vernos” – necesidades sociales básicas que
tiene la gente.
No es que Pakistán
esté en cierto modo hirviendo de religiosidad. Eso se limita a la
región fronteriza con Afganistán. Y la imagen que los medios
occidentales presentan a menudo es de sujetos barbudos que se mueven
furtivamente por las montañas Hindu Kush esperando para tomar el
poder, y que todo lo que hay entre un dedo yihadí y el gatillo es el
general Musharraf y ahora con Benazir Bhutto encaramada sobre su
hombro. No va a llevar a ninguna parte.
Amy
Goodman: Cuéntenos de qué trata su libro.
Tariq
Ali: Bueno, es un relato de la dictadura militar previa del
general Zia-ul-Haq, que fue una dura dictadura militar islamista
durante la guerra contra los rusos en Afganistán. Y poco después de
la toma del poder del general Zia, el primer ministro elegido del país,
el padre de Benazir, Zulfikar Ali Bhutto, fue arrestado, acusado de
una ofensa totalmente falsa de asesinato. Amañaron un juicio. Se
presionó a una Corte Suprema. Y EE.UU. dio la luz verde para que lo
ahorcaran.
Y esta historia fue
– la BBC me encargó una serie de tres dramas basados en ella. Y
cuando los dramas fueron escritos, los aprobaron y habían comenzado a
asignar los papeles. Esto fue – esto sería a comienzos de los años
ochenta. Y finalmente, hubo presión de arriba, y la BBC dijo: “¿Podría
eliminar todos los vínculos?” Dijeron informalmente – me enviaron
un emisario, Mark Tully, el jefe en el Sur de Asia, y me enviaron un
emisario que dijera: “Si elimina toda referencia a la participación
de EE.UU. en el golpe, presentaríamos esos dramas.” Y yo dije:
“No, no voy a eliminar ninguna referencia.” Así que dijeron: “¿Preferiría
que no se presentaran los dramas?” Dije: “No voy a aceptar la
censura.” Así que esas obras nunca fueron presentadas.
Y es sólo que –
acaban de ser publicados como libro con un informe sobre cómo operó
la BBC y las cartas del abogado de la BBC. Quiero decir, el abogado de
la BBC terminó por decirme: “Esto no es censura política. El
general Zia podría demandarnos.” Así que dije: “Y la cantidad de
obras teatrales que hacen sobre el Politburó soviético o los
europeos orientales.” Y el abogado dijo: “¿Piensa que un tribunal
británico otorgaría daños y perjuicios a un Politburó soviético?”
Y yo dije: “¿Piensa que un tribunal británico otorgaría daños y
perjuicios a un escuálido dictador militar del tercer mundo?” y ahí
terminó la discusión, y los dramas no fueron realizados.
Y pienso: un grupo de
jóvenes en Nueva York, un grupo de teatro, han decidido hacer una –
creo que los inspiró el libro – no es una verdadera adaptación –
hacer una versión ahora.
Amy
Goodman: Explique quién fue el padre de Benazir Bhutto.
Tariq
Ali: El padre de Benazir Bhutto fue Zulfikar Ali Bhutto,
fundador del Partido del Pueblo de Pakistán, un partido que fue
originalmente fundado porque a fines de los años sesenta, en
noviembre de 1968, hubo un gigantesco movimiento contra los militares,
una insurrección que duró tres meses enteros, uniendo a
trabajadores, estudiantes y campesinos. Muchos de los estudiantes
fueron muertos. Pero, finalmente, el movimiento triunfó, y el
dictador fue derrocado, y el país tuvo que tener su primera elección
general.
Y el político que
ganó en lo que ahora es Pakistán fue el padre de Benazir, Zulfikar
Ali Bhutto, quien prometió – su gran consigna fue alimento,
vestimenta y un techo para los pobres, reformas sociales masivas,
reformas agrarias masivas. Podría haber cambiado la cara de Pakistán,
si hubiese querido, porque entonces los militares estaban totalmente
debilitados. Pero, en realidad, prometió todas esas cosas y no hizo
nada. Y así, cuando los militares lo capturaron, Henry Kissinger le
dijo: “A menos que desista en la cuestión nuclear, vamos a
establecer un horrible ejemplo con su persona.” Y no lo hizo, así
que lo convirtieron en un horrible ejemplo. Fue ejecutado.
Amy
Goodman: ¿Y cómo llegó al poder Benazir Bhutto, su hija?
Tariq
Ali: En esos días Benazir Bhutto no era muy política,
pero el martirologio de su padre, por decirlo así, la condujo a la
política. Recuerdo cuando hablé con ella, cuando su padre era primer
ministro de Pakistán, y me dijo: “Oh, sabe, me está presionando
para que entre en política, no quiero ser política. Quiero ser
diplomática. Quiero estar en el Ministerio de Exteriores.” Pero una
vez que el ejército mató a su padre, ella y su madre fueron muy
valerosas. Enfrentaron a los militares. Fueron encarceladas. Entraban
y salían de la prisión. Así que su papel en la época fue muy
honorable.
Los grandes problemas
comenzaron cuando ella – después que el general Zia murió en una
explosión en un avión junto con el embajador de EE.UU., hubo de
nuevo elecciones, y Benazir ganó. Pero no pudo hacer nada la primera
vez. Y la segunda vez que llegó al poder, su gobierno fue increíblemente
corrupto, y entonces los militares, cuando Musharraf tomó el poder,
la acusaron de corrupción. La evidencia existe; es irrefutable. Y
ahora, como parte del acuerdo, se ignora esa corrupción, lo que hace
que la gente se vuelva terriblemente cínica.
Amy
Goodman: Tariq Ali, quisiera mostrar una secuencia del
candidato presidencial demócrata, senador Barack Obama, cuando dijo
hace dos meses que atacaría áreas en Pakistán con o sin la aprobación
del gobierno paquistaní.
SEN. BARACK OBAMA:
Comprendo que el presidente Musharraf enfrenta sus propios desafíos,
pero permítanme que deje lo siguiente en claro. Hay terroristas
ocultos en esas montañas que mataron a 3.000 estadounidenses.
Complotan para volver a atacar. Fue un terrible error cuando no
actuamos al tener la oportunidad de eliminar una reunión de la
dirigencia de al Qaeda en 2005. Si tenemos inteligencia que permita
actuar sobre objetivos terroristas de alto valor, y el presidente
Musharraf no actúa, lo haremos nosotros.
Amy
Goodman: Eso fue Barack Obama. ¿Tariq Ali?
Tariq
Ali: Bueno, quiero decir, es bastante asombroso que Barack
Obama, cuya ignorancia de la política mundial es bien conocida,
utilice este tema en Pakistán para tratar de adoptar una pose
militar, quiero decir, es terriblemente grotesco y patético. Si
EE.UU. comenzara a realizar bombardeos dentro de Pakistán, habría un
masivo aumento en el apoyo para los grupos fundamentalistas yihadíes
dentro de ese país, y debilitaría no sólo a los grupos políticos
seculares, debilitaría incluso a los partidos religiosos moderados
que no se asocian con esas actividades. Así que este tipo de retórica
proveniente de Obama es increíblemente provocadora.
Recuerdo que una vez
cuando estuve en EE.UU., justo antes de que Bush fuera reelegido, y
miraba – estaba en Illinois viendo a Barack Obama que decía en la
televisión que si Bush decidía destruir el reactor nuclear iraní,
el lo apoyaría totalmente. De modo que si así es como hablan los
candidatos demócratas, Amy, es una situación bastante deprimente.
Amy
Goodman: Ahora mismo, la situación en Pakistán: ¿dónde
está el apoyo de Bush, y qué piensa que pueda ocurrir?
Tariq
Ali: Bueno, pienso que el apoyo de Bush va hacia el
gobernante militar de Pakistán. Lo han dejado bien claro. Le han dado
10.000 millones de dólares. Cada vez que los militares van y realizan
acciones en la frontera afgana, envían una factura directamente a
Centcom en Florida, que les paga directamente. Así que todas esas
acciones son pagadas por EE.UU., lo que es bien conocido en Pakistán
y también es bien conocido aquí. Así que EE.UU. está totalmente
comprometido con el líder militar. Y los cambios cosméticos que
proponen mediante este matrimonio arreglado, un matrimonio arreglado
por el Departamento de Estado entre Musharraf y Benazir Bhutto, un
matrimonio político, no creo que vaya a funcionar. Está creando caos
dentro de su propio partido. Y no hay nada que ella pueda hacer,
porque es una política bastante desacreditada.
Amy
Goodman: ¿De que manera?
Tariq
Ali: Por la manera como es – todo el mundo sabe que ella
y su esposo fueron increíblemente corruptos cuando estaban en el
poder. La evidencia existe. Y en un país en el que la gente de a pie
ya esta enajenada respecto al proceso político, infligirle esto no va
a mejorar las cosas.
Amy
Goodman: En este sexto aniversario del bombardeo de
Afganistán, quiero volver a hablar de ese país. El presidente afgano
Hamid Karzai describió los limitados poderes de los talibanes contra
su gobierno en una conferencia de prensa en la Casa Blanca en agosto.
PRESIDENTE HAMID
KARZAI: Los talibanes representan peligros para nuestra gente
inocente, para niños que van a la escuela, para nuestros clérigos,
para nuestros maestros, nuestros ingenieros, para los trabajadores de
la ayuda internacional. No representan ninguna amenaza para el
gobierno de Afganistán. No son ninguna amenaza para las instituciones
de Afganistán o para la edificación de instituciones de Afganistán.
Es una fuerza que está derrotada. Es una fuerza frustrada.
Amy
Goodman: Eso fue el presidente Karzai. ¿Tariq Ali?
Tariq
Ali: Bueno, quiero decir, el mismo presidente que habla así
está ahora involucrado en negociaciones con los talibanes, porque su
propio poder no va más allá de Kabul. Y eso es a la luz del día.
Todo el mundo sabe que Afganistán está en una situación muy
inestable. Y, Amy, un motivo para esto es, un gran motivo para esto
es, que cuando los talibanes fueron derrocados después del 11-S,
dentro de Afganistán – esto hay que tenerlo bien claro – había
numerosos afganos que se sintieron muy felices, porque no les
gustaban, pero esperaban que viniera el cambio y que habría una
estructura social en su país y así podrían respirar. Eso nunca
sucedió. No se gastó ningún dinero en la creación de instituciones
para la gente afgana normal. En su lugar, Karzai y sus compinches se
construyeron gigantescas villas en el corazón de Kabul, apropiándose
de terrenos que pertenecían a cualquier otro. Y mientras se construían
esas inmensas villas, los soldados de la OTAN las protegían. Sabe,
cuesta 5.000 dólares – es todo – construir una casa para una
familia pobre de cuatro o cinco personas. Muy pocas de esas casas
fueron construidas. Y así, la gente comenzó a sentirse totalmente
alienada.
El hermano de Karzai,
su hermano más joven, Wali Ahmed Karzai, es bien conocido en Afganistán
y Pakistán como uno de los principales traficantes en heroína y en
armas. Es muy, muy bien conocido. Y hablamos de un sujeto que ni
siquiera puede controlar a su propio hermano, y que tiene el descaro
de ir y hablar de esa manera en la Casa Blanca.
Amy
Goodman: Afganistán se ha convertido en el principal
proveedor de dormidera del mundo, la base de la heroína.
Tariq
Ali: Desde la ocupación, las cifras de la DEA
(Administración de Drogas y Narcóticos de EE.UU.) que han sido
publicadas lo muestran claramente, que ahora se produce más heroína,
más dormidera, en Afganistán, que bajo el régimen talibán. Así
que este comercio fructifica, y va a arruinar a esa región.
Amy
Goodman: Bueno, usted pasó seis semanas en Pakistán, pero
vive en Gran Bretaña. Quisiera volver a su nuevo primer ministro,
Gordon Brown, que ha prometido sacar la mitad de las tropas británicas
de Iraq hasta la próxima primavera. Forma parte de su anuncio del
lunes ante el Parlamento británico.
PRIMER MINISTRO
GORDON BROWN: Como los iraquíes ya están asumiendo la
responsabilidad por la seguridad, esperamos establecer un cuerpo
provincial iraquí en la provincia Basora en los próximos dos meses,
como ya fuera anunciado por el primer ministro de Iraq: pasar a la
primera etapa de supervisión, reducir la cantidad en el sur de Iraq,
a comienzos de septiembre, de cinco mil quinientos a cuatro mil
quinientos, inmediatamente después del control provincial iraquí, y
luego a 4.000. Y entonces, en la segunda etapa de supervisión en la
primavera, y guiados como siempre por el consejo de los comandantes
militares, reducir a unos dos mil quinientos soldados, con una decisión
ulterior sobre la fase siguiente a tomar en ese momento.
Amy
Goodman: Gordon Brown, su primer ministro.
Tariq
Ali: Bueno, Gordon Brown está haciendo básicamente lo que
había sido planificado durante varios meses, incluso cuando Tony
Blair estaba en el poder, que los militares británicos, altos
responsables entre los militares británicos, no estaban contentos
para nada con esta participación en Iraq y lo han dicho más o menos
en público: que en el área local se han aislado más y más, que hay
más y más ataques en su contra, que no vamos a ir a la bancarrota
por algo así. Así que no me sorprende en absoluto, Amy. El hecho es
que Brown debería haber hecho lo que hizo el gobierno español, o sea
retirar de inmediato todas las tropas. Es, sabe, un intento de
apaciguar al movimiento contra la guerra en el interior, porque un 70%
de los británicos se oponen ahora a la guerra, como en EE.UU. Pero
pienso que estas medidas forman una parte integral de su intento de
mostrar que es diferente de Blair, mientras en todos los demás
terrenos continúa las políticas de Blair y sigue igual de
comprometido con EE.UU.
Amy
Goodman: Finalmente, ¿dónde está Blair ahora?
Tariq
Ali: Nadie lo sabe. Blair se ha convertido más o menos en
un Don nadie en Gran Bretaña. Apenas se habla de alguien que fue tan
dominante. Ha desaparecido. Se ha ido. Pienso que EE.UU. le dio un
puesto en Jerusalén, pretendiendo buscar la paz. Pero nadie habla de
él. Nadie piensa en él. Fue una especie de efímero político del
tipo Teflon-no-adherente. Y ahora ha desaparecido. Y en su lugar,
tenemos a su antiguo cuate en el poder, que hace más o menos las
mismas cosas, y ahora – su tasa de popularidad, la de Brown, se ha
derrumbado.
Amy
Goodman: Tariq Ali, quiero agradecerle por estar con
nosotros. Bienvenido a EE.UU.
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