Pakistán

 

Entrevista con el escritor Tariq Ali sobre el papel de EE.UU. en esa región

250 muertos en Pakistán cerca de la frontera afgana

Por Amy Goodman
Democracy Now!, 10/10/07
Rebelión, 13/10/07
Traducido por Germán Leyens

Amy Goodman: Los militares paquistaníes siguen bombardeando aldeas a lo largo de la frontera afgana, llevando la cantidad de muertos a 250 después de cuatro días de enfrentamientos. Estas aldeas se encuentran dentro de las áreas tribales de Pakistán bajo administración federal, que la Casa Blanca describió como “refugios seguros” de al Qaeda en su Estrategia Nacional de Seguridad Interior publicada el martes.

El gobernante militar de Pakistán, aliado clave de EE.UU., Pervez Musharraf, arrasó con la mayoría de los votos en la elección presidencial del sábado, que fue boicoteada por la oposición. Ocho años después de apoderarse del poder en un golpe, el general Musharraf podrá haber ganado la votación, pero su victoria aún no es total. Tiene que esperar hasta que la Corte Suprema confirme la legalidad de su intento de ser reelegido, ya que sigue siendo jefe del ejército.

En su elección, si es confirmada, el general Musharraf prometió abandonar su uniforme militar, la transición a un gobierno civil y, en un acuerdo en el que medió EE.UU., compartir el poder con la exiliada ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto. Pero el general Musharraf y sus políticas han generado un remolino opositor de un amplio espectro de la población paquistaní. Reconoció su precaria base de apoyo en un discurso después de la elección del sábado.

General Pervez Musharraf: Y finalmente, he apelado a la nación con un enfoque conciliador, y he apelado a – ante todo, a la nación, al pueblo de Pakistán, para que no se una a, o rechace, cualesquiera llamados a huelgas y actividad de agitación. He llamado a los abogados para que tengan – para que dejen que prevalezca la cordura. Son todos gente educada, y espero – por la justicia y por la paz – que adopten un punto de vista de que Pakistán es lo primero. Respecto a los medios, he solicitado a los medios que presenten lo positivo, que adopten un enfoque equilibrado. Soy el mayor partidario de su independencia y doy confianza – un sentimiento de confianza, un sentimiento de que se desarrolle un sentimiento de actitud buena, que se desarrolle una actitud mental, dentro del pueblo de Pakistán. Y también he extendido una actitud conciliadora a todos los partidos opositores. Es lo que he hecho. Muchas gracias, señoras y señores.

Amy Goodman: Era Pervez Musharraf. El destacado periodista de Aaj TV, Talat Hussain, se mostró escéptico ante la elección. La estación Aaj TV en Karachi fue brutalmente atacada en mayo por fuerzas favorables a Musharraf después de que transmitiera secuencias sobre violencia contra los críticos de Musharraf.

Talat Hussain: Bueno, evidentemente, el presidente Musharraf lo logró. Ha podido engañar a todos, particularmente a la oposición, y ha podido conseguir que se apruebe su candidatura. El único obstáculo que le queda parece ser el de la audiencia de la Corte Suprema que comenzará el 17 de octubre. Aparte de eso, la cosa le ha sido fácil, y todas las afirmaciones de la oposición de que podrá oponérsele y hundirlo han caído en saco roto.

Amy Goodman: Unos pocos días antes de la elección, la ex primera ministra Benazir Bhutto y el abogado de la oposición ante la Corte Suprema, Hamid Khan, expresaron sus profundas reservas respecto a la candidatura a la reelección del general Musharraf mientras siguiera siendo jefe del ejército. El clip comienza con la antigua primera ministra Bhutto hablando como líder del Partido del Pueblo de Pakistán, o sea el PPP.

Benazir Bhutto: En cuanto a nosotros, en el PPP, creemos que si hubiésemos votado por un presidente uniformado, le estaríamos legitimando. Pero, como dije, no pudimos votar por el general Musharraf, y él lo comprende, porque el PPP significa democracia, y la democracia significa una distinción entre lo civil y lo militar. Y ya que el presidente Musharraf sigue siendo jefe del estado mayor del ejército, no votaremos por él y tampoco nos resignaremos.

Hamid Khan: Y hemos adoptado la posición de que está descalificado bajo el Artículo 63 de la Constitución, porque tiene dos puestos al mismo tiempo. También hemos dicho que no está cualificado por el motivo de que no es honesto, no es una persona en la que se pueda confiar, porque ha roto previamente su palabra cuando hizo una declaración y una promesa solemne a la nación de que abandonaría su uniforme el 31 de diciembre de 2004, y la rompió.

Amy Goodman: Hoy habla con nosotros el celebrado historiador británico-paquistaní, novelista, activista político y comentarista Tariq Ali. Es uno de los editores de New Left Review y autor de una docena de libros sobre Asia del Sur, Oriente Próximo, Latinoamérica, la historia islámica, el imperio y la resistencia. Su historia del golpe en Pakistán en 1979 fue publicada el año pasado y la adaptación teatral es estrenada la próxima semana en Nueva York. Se llama: “The Leopard and the Fox: A Pakistani Tragedy” [El leopardo y el zorro: una tragedia paquistaní]. Tariq Ali estuvo este verano en Pakistán. Se une con nosotros desde nuestro estudio en la estación de bomberos. Bienvenido a Democracy Now!

Tariq Ali: Hola, Amy.

Amy Goodman: Cuéntenos sobre la situación ahora mismo, ese bombardeo a lo largo de la frontera, las aldeas en la frontera con Afganistán.

Tariq Ali: Bueno, la situación es muy crítica. Actualmente Musharraf es terriblemente impopular en el país. Benazir es atacada salvajemente por algunos de sus propios partidarios por haber llegado a un acuerdo con él bajo presión del Departamento de Estado. Y el general Naseerullah Babar, que fue su Ministro del Interior, renunció públicamente al partido por oposición al acuerdo. Así que la situación es muy volátil desde el punto de vista político.

En las fronteras occidentales de Pakistán, se libra una guerra continua, y Musharraf enemistó a la población local por su exagerado entusiasmo en la realización de esos ataques de bombardeo. Esos bombardeos están vinculados a la situación en Afganistán. Y lo que sucede en Afganistán es que las acciones de la OTAN y especialmente los bombardeos de EE.UU., que han matado a numerosos civiles inocentes, han dirigido a la gente hacia los talibanes, que se están convirtiendo crecientemente en aglutinadores de la resistencia contra la ocupación de la OTAN y renacen como una fuerza política importante. Esto luego se extiende a Pakistán, porque es una frontera muy porosa. No hay modo de que alguien pueda controlarla. No se pueden colocar alambradas de púas, no se puede construir un muro.

Y así, la solución a la situación en Waziristán está en Afganistán, y necesitamos un acuerdo de paz allí lo antes posible y la retirada de las tropas extranjeras.

Amy Goodman: ¿Y los talibanes en Afganistán?

Tariq Ali: Los talibanes en Afganistán han corregido un poco sus errores. Aparecen en público. Hablan por televisión. Y la situación ha empeorado tanto para el gobierno de Karzai en Afganistán que ya ha enviado abiertamente contactos para hacer la paz a los talibanes. Ha habido negociaciones secretas, y los talibanes han dicho que están dispuestos a sumarse a Karzai y al gobierno dirigido por EE.UU. en Kabul, siempre que se retiren todas las tropas extranjeras.

Bueno, Karzai se niega a hacerlo, porque sin las tropas extranjeras, su gobierno no duraría más de cuarenta y ocho horas. Pero el que esté negociando con los talibanes es en sí interesante y muestra que básicamente no ha sido capaz de derrotarlos, lejos de eso, y que la situación en Afganistán está ahora completamente fuera de control.

Amy Goodman: ¿Dónde encaja bin Laden en este cuadro?

Tariq Ali: Bueno, evidentemente bin Laden no va a apoyar ningún acuerdo con los talibanes, pero no controla a los talibanes. La ínfima facción de los talibanes que lo apoyó está siendo ampliamente marginada y trabaja independientemente. Pero los talibanes, como organización, negocian ahora, hablan con el gobierno de Pakistán, hablan con Karzai, obviamente con aprobación occidental. Así que ahora tenemos la situación irónica de que porque EE.UU. muestra mucho interés por aislar a Irán, e Irán es un actor central en Afganistán, están dispuestos a llegar a acuerdo con casi cualquiera.

Amy Goodman: ¿Puede hablar sobre todo el tema de cómo llegó al poder Pervez Musharraf? Quiero decir, ha sido visto de modo extremadamente favorable por los medios de EE.UU. durante mucho tiempo.

Tariq Ali: Bueno, Amy, hemos tenido en Pakistán, cada vez más durante los últimos sesenta años – Pakistán cumplió sesenta este año – ha habido un ciclo de gobierno civil, intentos de democracia, toma del poder militar, gobierno civil, toma del poder militar, y los militares ahora han gobernado Pakistán durante la mayor parte de su existencia. La mayoría de los dictadores militares en Pakistán tienen un ciclo de vida, un ciclo de vida política, de diez a once años. Musharraf va llegando a su noveno año. Su popularidad ha desaparecido por completo. Cuando se le ve, como incluso vimos en las secuencias que usted mostró, vemos a un individuo – se ve cómo el poder se le escapa. No habla con la misma confianza que antes, cuando recién llegó al poder en 1999.

Y entonces prometió todo un programa de reformas para transformar y modernizar el país; nada ha sido hecho. Prometió que los políticos corruptos serían juzgados. Benazir, desde luego, no estaba en el país y no volvió, porque las acusaciones de corrupción en su contra eran muy contundentes. Se permitió que Nawaz Sharif se fuera de Pakistán mediante un acuerdo. Y Musharraf hizo entonces un acuerdo con otro grupo de políticos extremadamente corruptos que actualmente son sus mejores compinches. De modo que el régimen está desacreditado.

Luego decide enfrentar al presidente de la Corte Suprema y lo destituye. Eso provoca uno de los movimientos más notables de la sociedad civil que hayamos visto en el país, nada que ver con la religión, nada que ver con dinero, una exigencia constitucional de la separación de poderes y de un poder judicial independiente, un movimiento que se hizo tan fuerte que Musharraf tuvo que echar marcha atrás y el presidente de la Corte Suprema fue rehabilitado.

Al mismo tiempo, tenemos los elementos yihadíes dentro de Pakistán encerrados en una mezquita desde enero de este año. Finalmente se emprende una acción en julio. Y lo que se pregunta la gente es: la inteligencia militar vio que esta mezquita estaba siendo convertida en un arsenal: ¿por que no actuaron antes?

De modo que básicamente Musharraf no ha logrado ninguna de las cosas que dijo que iba a lograr en Pakistán, y existe una terrible situación en la que hay una elite corrupta e insensible, que no se preocupa por las condiciones de la gente de a pie. Si se va a cualquier parte de Pakistán – y pasé seis semanas viajando por el país – y se pregunta: “¿cuáles son vuestras necesidades principales?” la mayoría de los pobres responderán: “Queremos agua potable. Queremos electricidad en nuestras aldeas. Queremos educación para nuestros hijos. Queremos doctores que puedan vernos” – necesidades sociales básicas que tiene la gente.

No es que Pakistán esté en cierto modo hirviendo de religiosidad. Eso se limita a la región fronteriza con Afganistán. Y la imagen que los medios occidentales presentan a menudo es de sujetos barbudos que se mueven furtivamente por las montañas Hindu Kush esperando para tomar el poder, y que todo lo que hay entre un dedo yihadí y el gatillo es el general Musharraf y ahora con Benazir Bhutto encaramada sobre su hombro. No va a llevar a ninguna parte.

Amy Goodman: Cuéntenos de qué trata su libro.

Tariq Ali: Bueno, es un relato de la dictadura militar previa del general Zia-ul-Haq, que fue una dura dictadura militar islamista durante la guerra contra los rusos en Afganistán. Y poco después de la toma del poder del general Zia, el primer ministro elegido del país, el padre de Benazir, Zulfikar Ali Bhutto, fue arrestado, acusado de una ofensa totalmente falsa de asesinato. Amañaron un juicio. Se presionó a una Corte Suprema. Y EE.UU. dio la luz verde para que lo ahorcaran.

Y esta historia fue – la BBC me encargó una serie de tres dramas basados en ella. Y cuando los dramas fueron escritos, los aprobaron y habían comenzado a asignar los papeles. Esto fue – esto sería a comienzos de los años ochenta. Y finalmente, hubo presión de arriba, y la BBC dijo: “¿Podría eliminar todos los vínculos?” Dijeron informalmente – me enviaron un emisario, Mark Tully, el jefe en el Sur de Asia, y me enviaron un emisario que dijera: “Si elimina toda referencia a la participación de EE.UU. en el golpe, presentaríamos esos dramas.” Y yo dije: “No, no voy a eliminar ninguna referencia.” Así que dijeron: “¿Preferiría que no se presentaran los dramas?” Dije: “No voy a aceptar la censura.” Así que esas obras nunca fueron presentadas.

Y es sólo que – acaban de ser publicados como libro con un informe sobre cómo operó la BBC y las cartas del abogado de la BBC. Quiero decir, el abogado de la BBC terminó por decirme: “Esto no es censura política. El general Zia podría demandarnos.” Así que dije: “Y la cantidad de obras teatrales que hacen sobre el Politburó soviético o los europeos orientales.” Y el abogado dijo: “¿Piensa que un tribunal británico otorgaría daños y perjuicios a un Politburó soviético?” Y yo dije: “¿Piensa que un tribunal británico otorgaría daños y perjuicios a un escuálido dictador militar del tercer mundo?” y ahí terminó la discusión, y los dramas no fueron realizados.

Y pienso: un grupo de jóvenes en Nueva York, un grupo de teatro, han decidido hacer una – creo que los inspiró el libro – no es una verdadera adaptación – hacer una versión ahora.

Amy Goodman: Explique quién fue el padre de Benazir Bhutto.

Tariq Ali: El padre de Benazir Bhutto fue Zulfikar Ali Bhutto, fundador del Partido del Pueblo de Pakistán, un partido que fue originalmente fundado porque a fines de los años sesenta, en noviembre de 1968, hubo un gigantesco movimiento contra los militares, una insurrección que duró tres meses enteros, uniendo a trabajadores, estudiantes y campesinos. Muchos de los estudiantes fueron muertos. Pero, finalmente, el movimiento triunfó, y el dictador fue derrocado, y el país tuvo que tener su primera elección general.

Y el político que ganó en lo que ahora es Pakistán fue el padre de Benazir, Zulfikar Ali Bhutto, quien prometió – su gran consigna fue alimento, vestimenta y un techo para los pobres, reformas sociales masivas, reformas agrarias masivas. Podría haber cambiado la cara de Pakistán, si hubiese querido, porque entonces los militares estaban totalmente debilitados. Pero, en realidad, prometió todas esas cosas y no hizo nada. Y así, cuando los militares lo capturaron, Henry Kissinger le dijo: “A menos que desista en la cuestión nuclear, vamos a establecer un horrible ejemplo con su persona.” Y no lo hizo, así que lo convirtieron en un horrible ejemplo. Fue ejecutado.

Amy Goodman: ¿Y cómo llegó al poder Benazir Bhutto, su hija?

Tariq Ali: En esos días Benazir Bhutto no era muy política, pero el martirologio de su padre, por decirlo así, la condujo a la política. Recuerdo cuando hablé con ella, cuando su padre era primer ministro de Pakistán, y me dijo: “Oh, sabe, me está presionando para que entre en política, no quiero ser política. Quiero ser diplomática. Quiero estar en el Ministerio de Exteriores.” Pero una vez que el ejército mató a su padre, ella y su madre fueron muy valerosas. Enfrentaron a los militares. Fueron encarceladas. Entraban y salían de la prisión. Así que su papel en la época fue muy honorable.

Los grandes problemas comenzaron cuando ella – después que el general Zia murió en una explosión en un avión junto con el embajador de EE.UU., hubo de nuevo elecciones, y Benazir ganó. Pero no pudo hacer nada la primera vez. Y la segunda vez que llegó al poder, su gobierno fue increíblemente corrupto, y entonces los militares, cuando Musharraf tomó el poder, la acusaron de corrupción. La evidencia existe; es irrefutable. Y ahora, como parte del acuerdo, se ignora esa corrupción, lo que hace que la gente se vuelva terriblemente cínica.

Amy Goodman: Tariq Ali, quisiera mostrar una secuencia del candidato presidencial demócrata, senador Barack Obama, cuando dijo hace dos meses que atacaría áreas en Pakistán con o sin la aprobación del gobierno paquistaní.

SEN. BARACK OBAMA: Comprendo que el presidente Musharraf enfrenta sus propios desafíos, pero permítanme que deje lo siguiente en claro. Hay terroristas ocultos en esas montañas que mataron a 3.000 estadounidenses. Complotan para volver a atacar. Fue un terrible error cuando no actuamos al tener la oportunidad de eliminar una reunión de la dirigencia de al Qaeda en 2005. Si tenemos inteligencia que permita actuar sobre objetivos terroristas de alto valor, y el presidente Musharraf no actúa, lo haremos nosotros.

Amy Goodman: Eso fue Barack Obama. ¿Tariq Ali?

Tariq Ali: Bueno, quiero decir, es bastante asombroso que Barack Obama, cuya ignorancia de la política mundial es bien conocida, utilice este tema en Pakistán para tratar de adoptar una pose militar, quiero decir, es terriblemente grotesco y patético. Si EE.UU. comenzara a realizar bombardeos dentro de Pakistán, habría un masivo aumento en el apoyo para los grupos fundamentalistas yihadíes dentro de ese país, y debilitaría no sólo a los grupos políticos seculares, debilitaría incluso a los partidos religiosos moderados que no se asocian con esas actividades. Así que este tipo de retórica proveniente de Obama es increíblemente provocadora.

Recuerdo que una vez cuando estuve en EE.UU., justo antes de que Bush fuera reelegido, y miraba – estaba en Illinois viendo a Barack Obama que decía en la televisión que si Bush decidía destruir el reactor nuclear iraní, el lo apoyaría totalmente. De modo que si así es como hablan los candidatos demócratas, Amy, es una situación bastante deprimente.

Amy Goodman: Ahora mismo, la situación en Pakistán: ¿dónde está el apoyo de Bush, y qué piensa que pueda ocurrir?

Tariq Ali: Bueno, pienso que el apoyo de Bush va hacia el gobernante militar de Pakistán. Lo han dejado bien claro. Le han dado 10.000 millones de dólares. Cada vez que los militares van y realizan acciones en la frontera afgana, envían una factura directamente a Centcom en Florida, que les paga directamente. Así que todas esas acciones son pagadas por EE.UU., lo que es bien conocido en Pakistán y también es bien conocido aquí. Así que EE.UU. está totalmente comprometido con el líder militar. Y los cambios cosméticos que proponen mediante este matrimonio arreglado, un matrimonio arreglado por el Departamento de Estado entre Musharraf y Benazir Bhutto, un matrimonio político, no creo que vaya a funcionar. Está creando caos dentro de su propio partido. Y no hay nada que ella pueda hacer, porque es una política bastante desacreditada.

Amy Goodman: ¿De que manera?

Tariq Ali: Por la manera como es – todo el mundo sabe que ella y su esposo fueron increíblemente corruptos cuando estaban en el poder. La evidencia existe. Y en un país en el que la gente de a pie ya esta enajenada respecto al proceso político, infligirle esto no va a mejorar las cosas.

Amy Goodman: En este sexto aniversario del bombardeo de Afganistán, quiero volver a hablar de ese país. El presidente afgano Hamid Karzai describió los limitados poderes de los talibanes contra su gobierno en una conferencia de prensa en la Casa Blanca en agosto.

PRESIDENTE HAMID KARZAI: Los talibanes representan peligros para nuestra gente inocente, para niños que van a la escuela, para nuestros clérigos, para nuestros maestros, nuestros ingenieros, para los trabajadores de la ayuda internacional. No representan ninguna amenaza para el gobierno de Afganistán. No son ninguna amenaza para las instituciones de Afganistán o para la edificación de instituciones de Afganistán. Es una fuerza que está derrotada. Es una fuerza frustrada.

Amy Goodman: Eso fue el presidente Karzai. ¿Tariq Ali?

Tariq Ali: Bueno, quiero decir, el mismo presidente que habla así está ahora involucrado en negociaciones con los talibanes, porque su propio poder no va más allá de Kabul. Y eso es a la luz del día. Todo el mundo sabe que Afganistán está en una situación muy inestable. Y, Amy, un motivo para esto es, un gran motivo para esto es, que cuando los talibanes fueron derrocados después del 11-S, dentro de Afganistán – esto hay que tenerlo bien claro – había numerosos afganos que se sintieron muy felices, porque no les gustaban, pero esperaban que viniera el cambio y que habría una estructura social en su país y así podrían respirar. Eso nunca sucedió. No se gastó ningún dinero en la creación de instituciones para la gente afgana normal. En su lugar, Karzai y sus compinches se construyeron gigantescas villas en el corazón de Kabul, apropiándose de terrenos que pertenecían a cualquier otro. Y mientras se construían esas inmensas villas, los soldados de la OTAN las protegían. Sabe, cuesta 5.000 dólares – es todo – construir una casa para una familia pobre de cuatro o cinco personas. Muy pocas de esas casas fueron construidas. Y así, la gente comenzó a sentirse totalmente alienada.

El hermano de Karzai, su hermano más joven, Wali Ahmed Karzai, es bien conocido en Afganistán y Pakistán como uno de los principales traficantes en heroína y en armas. Es muy, muy bien conocido. Y hablamos de un sujeto que ni siquiera puede controlar a su propio hermano, y que tiene el descaro de ir y hablar de esa manera en la Casa Blanca.

Amy Goodman: Afganistán se ha convertido en el principal proveedor de dormidera del mundo, la base de la heroína.

Tariq Ali: Desde la ocupación, las cifras de la DEA (Administración de Drogas y Narcóticos de EE.UU.) que han sido publicadas lo muestran claramente, que ahora se produce más heroína, más dormidera, en Afganistán, que bajo el régimen talibán. Así que este comercio fructifica, y va a arruinar a esa región.

Amy Goodman: Bueno, usted pasó seis semanas en Pakistán, pero vive en Gran Bretaña. Quisiera volver a su nuevo primer ministro, Gordon Brown, que ha prometido sacar la mitad de las tropas británicas de Iraq hasta la próxima primavera. Forma parte de su anuncio del lunes ante el Parlamento británico.

PRIMER MINISTRO GORDON BROWN: Como los iraquíes ya están asumiendo la responsabilidad por la seguridad, esperamos establecer un cuerpo provincial iraquí en la provincia Basora en los próximos dos meses, como ya fuera anunciado por el primer ministro de Iraq: pasar a la primera etapa de supervisión, reducir la cantidad en el sur de Iraq, a comienzos de septiembre, de cinco mil quinientos a cuatro mil quinientos, inmediatamente después del control provincial iraquí, y luego a 4.000. Y entonces, en la segunda etapa de supervisión en la primavera, y guiados como siempre por el consejo de los comandantes militares, reducir a unos dos mil quinientos soldados, con una decisión ulterior sobre la fase siguiente a tomar en ese momento.

Amy Goodman: Gordon Brown, su primer ministro.

Tariq Ali: Bueno, Gordon Brown está haciendo básicamente lo que había sido planificado durante varios meses, incluso cuando Tony Blair estaba en el poder, que los militares británicos, altos responsables entre los militares británicos, no estaban contentos para nada con esta participación en Iraq y lo han dicho más o menos en público: que en el área local se han aislado más y más, que hay más y más ataques en su contra, que no vamos a ir a la bancarrota por algo así. Así que no me sorprende en absoluto, Amy. El hecho es que Brown debería haber hecho lo que hizo el gobierno español, o sea retirar de inmediato todas las tropas. Es, sabe, un intento de apaciguar al movimiento contra la guerra en el interior, porque un 70% de los británicos se oponen ahora a la guerra, como en EE.UU. Pero pienso que estas medidas forman una parte integral de su intento de mostrar que es diferente de Blair, mientras en todos los demás terrenos continúa las políticas de Blair y sigue igual de comprometido con EE.UU.

Amy Goodman: Finalmente, ¿dónde está Blair ahora?

Tariq Ali: Nadie lo sabe. Blair se ha convertido más o menos en un Don nadie en Gran Bretaña. Apenas se habla de alguien que fue tan dominante. Ha desaparecido. Se ha ido. Pienso que EE.UU. le dio un puesto en Jerusalén, pretendiendo buscar la paz. Pero nadie habla de él. Nadie piensa en él. Fue una especie de efímero político del tipo Teflon-no-adherente. Y ahora ha desaparecido. Y en su lugar, tenemos a su antiguo cuate en el poder, que hace más o menos las mismas cosas, y ahora – su tasa de popularidad, la de Brown, se ha derrumbado.

Amy Goodman: Tariq Ali, quiero agradecerle por estar con nosotros. Bienvenido a EE.UU.