Bush
satisfecho con Musharraf por fijar fecha de elecciones
EFE,
08/11/07
Washington.-
Estados Unidos ha mostrado su satisfacción por el anuncio hecho por
el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, de que las elecciones
legislativas tendrán lugar antes del 15 de febrero, pese a los
problemas por el estado de excepción que decretó el mandatario el
pasado sábado.
"Creemos
que es bueno que el presidente Musharraf haya aclarado la fecha de los
comicios al pueblo paquistaní", ha asegurado la portavoz de la
Casa Blanca, Dana Perino. El presidente Bush ha pedido
insistentemente, junto a sus aliados occidentales, que las elecciones
se celebrasen en las fechas previstas, que finalice el estado de
excepción y que Musharraf deje su puesto al frente del Ejército.
Los
comicios en Pakistán estaban previstos para mediados de enero antes
de que Musharraf declarase el estado de excepción y suspendiese la
Constitución. El presidente paquistaní también ha asegurado que
dejará la cabeza de las Fuerzas Armadas antes de jurar su segundo
mandato.
Musharraf
recibió el miércoles una llamada del presidente de Estados Unidos,
George W. Bush, quien le pidió mantener el calendario electoral y que
abandonase el mando del Ejército, según se había comprometido.
Bush
conversó directamente con Musharraf por primera vez desde el estado
de excepción y lo exhortó a llevar a cabo los comicios. "Tuve
una conversación muy sincera con él", añadió tras hablar con
el líder que ha sido uno de sus principales aliados en la lucha
contra Al Qaeda y el movimiento talibán.
"Mi
mensaje fue que creemos fuertemente en las elecciones, y que debería
convocarlas pronto, y que debe quitarse el uniforme. No se puede ser
el presidente y el jefe del Ejército al mismo tiempo", declaró
Bush en una conferencia de prensa.
Miles
de activistas del partido de Bhutto han sido detenidos
EFE,
08/11/07
Lahore
(Pakistán).- Miles de activistas del Partido Popular de Pakistán
(PPP), liderado por la ex primera ministra Benazir Bhutto, han sido
detenidos desde la imposición del estado de excepción en Pakistán,
según ha denunciado un portavoz de la formación.
"Miles
de nuestros activistas han sido detenidos. Sólo en Lahore (noreste),
900 miembros del Partido Popular de Pakistán están arrestados porque
el Gobierno tiene miedo de Bhutto y de su llamamiento a
manifestarse", dijo el portavoz del partido en la región del
Punjab (este), Ghulam Abbas.
Abbas
aseguró que el PPP mantiene la convocatoria de una marcha entre la
ciudad de Lahore y la capital del país, Islamabad, para el próximo día
13 con el fin de luchar "contra el estado de excepción, por unas
elecciones libres y por los derechos del pueblo".
"El
fiscal general de Pakistán (Malik Qayyum) ha dicho que gracias al
estado de excepción ya no hay atentados con bomba. Pero para mí lo
que eso demuestra es que el Gobierno ha patrocinado los
atentados", denunció Abbas.
La
líder del PPP y ex primera ministra Benazir Bhutto lanzó este miércoles
un ultimátum al presidente y general, Pervez Musharraf, para que
levante el estado de excepción en el país o, de lo contrario,
movilizará a sus partidarios el día 13.
Musharraf
declaró el estado de excepción el pasado sábado, escudándose en el
deterioro de la ley y el orden y en las "injerencias" del
poder judicial en las actividades del Gobierno.
Musharraf
promete elecciones antes del 15 de febrero y abandonar el mando del Ejército
Mantiene
el “estado de excepción”
Agencias,
08/11/07
Islamabad.-
El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, aseguró que las
elecciones legislativas tendrán lugar antes del 15 de febrero y
prometió abandonar la jefatura del Ejército.
Según
informó la agencia estatal APP, Musharraf dijo que abandonará el
mando del Ejército antes de jurar su segundo mandato como presidente
de Pakistán, un país que se encuentra en estado de excepción desde
el sábado pasado.
Musharraf
hizo este anuncio en una conversación con periodistas tras presidir
una reunión del Consejo de Seguridad Nacional. Con objeto de analizar
la situación del país, la reunión contó con la presencia del
primer ministro, Shaukat Aziz, los presidentes de la Asamblea Nacional
y el Senado, los altos mandos del Ejército y los jefes de los
Gobiernos regionales.
Musharraf
recibió el miércoles una llamada del presidente de Estados Unidos,
George W. Bush, quien le pidió mantener el calendario electoral y que
abandonase el mando del Ejército, según se había comprometido.
Bush
conversó directamente con Musharraf por primera vez desde el estado
de excepción y lo exhortó a llevar a cabo los comicios. "Tuve
una conversación muy sincera con él", añadió tras hablar con
el líder que ha sido uno de sus principales aliados en la lucha
contra Al Qaeda y el movimiento talibán.
"Mi
mensaje fue que creemos fuertemente en las elecciones, y que debería
convocar elecciones pronto, y que debe quitarse el uniforme. No se
puede ser el presidente y el jefe del Ejército al mismo tiempo",
declaró Bush en una conferencia de prensa.
El
miércoles, Musharraf se reunió con diputados de la gubernamental
Liga Musulmana de Pakistán, ante quienes afirmó que la vigencia del
estado de excepción sería "mínima" y que la fecha
electoral se conocería una vez que el Supremo decida sobre la validez
de su candidatura presidencial.
El
presidente y general declaró el pasado sábado el estado de excepción
escudándose en el deterioro de la ley y el orden y en las
"injerencias" de la justicia en la labor del Gobierno. La
principal líder de la oposición, la ex primera ministra Benazir
Bhutto, le advirtió el miércoles de que, si no levantaba el estado
de excepción, sacaría a sus partidarios a las calles en una gran
marcha el próximo día 13.
Estados
Unidos esperaba que el general Musharraf compartiera el poder con la
ex primera ministra y líder de la oposición Benazir Bhutto después
de las elecciones, pero su decisión de declarar el estado de
emergencia sorprendió a Washington.
Funcionarios
paquistaníes habían señalado que las elecciones tendrían lugar en
enero, pero ello no había sido confirmado por Musharraf. Washington
afirmó que revisará su asistencia financiera a Pakistán, que ha
llegado a casi 10.000 millones de dólares desde los atentados del 11
de septiembre de 2001.
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