A
los 56 años de 'al-Nakba': solidaridad con el pueblo palestino, fin de la
ocupación, soberanía para Palestina
El
asalto de Israel contra Rafah ' Arco iris en las nubes', o hacer de Gaza
una prisión
CSCAweb, 19/05/04
Traducción de Loles Oliván
"Las
imágenes de familias palestinas enteras intentando salvar sus
pertenencias y enseres y evacuando lo que ha sido su hogar en las últimas
décadas de ocupación israelí antes de que se produzcan las anunciadas
demoliciones por la fuerza militar, actualizan aquellas otras producidas
en 1948, cuando la presión militar sionista de las fuerzas terroristas de
Ergun y Stern, como en la actualidad el terrorismo de Estado de Israel,
ejecutaron el primer gran desalojo masivo de población en la Palestina
histórica como condición sine qua non para asentar el proyecto colonial
del sionismo y la creación del llamado 'Hogar nacional judío'"
"Es la obligación de la dirección [israelí]
explicar a la opinión pública unas cuantas verdades. Una verdad es que
no habrá sionismo, ni colonización, ni Estado judío sin evacuar a los
árabes [palestinos], sin expropiarles la tierra y sin mantenerles a
raya".
(Yesha'ayahu Ben-Porat , ministro del gobierno israelí
en 1951, en respuesta a la controversia surgida por la expulsión de palestinos de
Rafah en 1972)
La
última operación militar que el Ejército de ocupación israelí está
llevando a cabo en la Franja de Gaza -denominada por el ejército de
ocupación Arco iris entre las nubes- pone de manifiesto que el
Estado de Israel está determinado a forzar un nuevo punto de inflexión
en el proceso histórico de desalojo masivo de población palestina (el
denominado transfer), tal y como lo exige el proyecto sionista
desde los años 40 para hacer de toda Palestina un territorio de mayoría
poblacional judía sujeto a su control.
Desde
hace semanas la Franja de Gaza y en especial el campamento de refugiados
palestinos de Rafah -situado al sur y el segundo más grande de la Franja,
con cerca de 145.000 habitantes- están siendo sometido a un mayúsculo
asedio de tropas israelíes apoyadas por tanques y helicópteros de
combate. El objetivo es aislar este campamento del resto de la Franja, así
como de su frontera con Egipto [1]. Se trata oficialmente, según han
declarado fuentes gubernamentales y militares israelíes de "[...]
crear una nueva zona de seguridad" fronteriza entre Egipto y el
territorio palestino bajo control israelí extendiendo la llamada ruta
de Filadelfia, que separa la frontera con Egipto del territorio
palestino, y bajo la cual -Israel acusa- se ha tejido una supuesta red de
túneles subterráneos por donde se trasladarían armas para la
resistencia palestina, argumento falaz donde los haya, pues habida cuenta
de los compromisos que el gobierno egipcio tiene establecidos con el de
Israel en materia de seguridad en la Franja, los supuestos túneles habrían
ya sido cerrados por las autoridades egipcias de saberse operativos para
la lucha armada palestina.
La
realidad de la ofensiva militar israelí es que ha causado ya más de 48
muertes palestinas en la última semana [2], 20 solo en el día de ayer,
martes, 18 de mayo. El grado de la tragedia se expresa en las
declaraciones efectuadas en la mañana de ayer por fuentes hospitalarias
palestinas, que indicaban que la morgue del hospital de Abu Yusuf am-Nayar
de Rafah está repleta de cadáveres palestinos y que los heridos superan
el centenar [3]. Exhausta ya la población palestina por muerte o
devastación, el ministro de Defensa israelí, Saul Mofaz, ha declarado,
no obstante, que las operaciones militares y de destrucción de viviendas
se prolongarán por tiempo indefinido.
Un
nuevo '1948'
Las
imágenes de familias palestinas enteras intentando salvar sus
pertenencias y enseres y evacuando lo que ha sido su hogar en las
últimas décadas de ocupación israelí, antes de que se produzcan las
anunciadas demoliciones por la fuerza militar, actualizan aquellas otras
producidas en 1948, cuando la presión militar sionista de las fuerzas
terroristas del Ergun y Stern (como en la actualidad el terrorismo de
Estado de Israel) ejecutó el primer gran desalojo masivo de población en
la Palestina histórica como condición sine qua non para asentar
el proyecto colonial del sionismo y la creación del llamado "Hogar
nacional judío".
Hoy,
esas imágenes confirman de hecho, una vez más, que esa estrategia no ha
concluido todavía y reproducen el drama renovado que se cierne para esos
mismos hombres y mujeres y para sus descendientes, una población en su
mayoría ya registrada como refugiados palestinos de la primera gran
oleada de las expulsiones sionistas de 1948 y desplazados por tercera o
cuarta vez en menos de cinco décadas. De nada ha servido en las últimas
cinco décadas que la comunidad internacional proteja a esas personas como
refugiadas y les reconozca derechos colectivos e individuales a regresar a
su lugar de origen, tal y como especifica la resolución 194 de Naciones
Unidas (NNUU), conocida como la del Derecho al Retorno.
A
su condición de refugiados desposeídos de su tierra y sus derechos
durante más de 55 años se une de forma inherente la de haber quedado
devastada colectivamente por más de 37 años de ocupación militar
directa, por el abandono calculado de la administración militar israelí,
por el empobrecimiento hasta la miseria causado por el asedio sistemático
y planificado no solo cifrado en la física brutalidad militar sino en políticas
administrativas diseñadas para obtener devastadores efectos destructivos:
desempleo y subdesarrollo generalizados como táctica; aniquilación hasta
el éxodo o la muerte como estrategia. Todo ello en Gaza, un área que
pasa por ser una la zona más densamente poblada del mundo, en un espacio
de unos escasos 360 kilómetros cuadrados, donde malviven 1,3 millones de
palestinos y cuyo territorio ha sido en más de un tercio confiscado
ilegalmente por la ocupación para pasar a ser, igualmente de manera
ilegal, de uso exclusivo para unos seis mil colonos judíos-israelíes
asimismo ilegales y ocupantes.
Sin
vía de salida
Y
sin embargo, la paradoja primera que se produce ante este nuevo asedio del
sionismo es que los refugiados de Rafah, y por extensión de todos los
palestinos de la Franja de Gaza, no tienen vía de escape esta vez, tal y
como señala Peter Hansen, el comisionado general de la UNRWA (la Agencia
de NNUU para los refugiados palestinos) al describir "[...] la imagen
brutal de la gente marchándose. Pero, ¿marchándose hacia dónde? Si se
está en Gaza no es posible dirigirse al sur porque hay una frontera [la
internacional egipcia]; no se puede ir al oeste porque hay un mar [el
Mediterráneo] y no se puede ir al norte ni al este [Palestina ocupada por
Israel] porque no hay a dónde ir. No se puede salir de Gaza. Así que si
se ha sido refugiado durante años y años ya no hay lugar al que uno
pueda desplazarse" [4].
Las
fuerzas de ocupación israelíes han cercado todo el campamento-ciudad de
Rafah y han destruido la única carretera de salida; la gente está presa
en un espacio limitado y militarmente asediado mientras se suceden los
informes de un aumento vertiginoso de heridos y de ambulancias palestinas
a las que Israel prohíbe el acceso al interior del campamento. La UNRWA,
en quiebra financiera abierta desde los últimos 12 años, ha instalado
tiendas de campaña de lona y algunos edificios públicos como escuelas y
mezquitas se convierten en improvisados alojamiento para más de 2.000
palestinos re-refugiados. El gobierno de Israel, por su parte, ha
prohibido en las últimas semanas el acceso de alimentos y medicinas a la
Franja y está impidiendo que los heridos palestinos puedan ser evacuados
a hospitales de una Cisjordania igualmente castigada por la ocupación
[5].
Catástrofe
humanitaria
El
alcalde de Rafah, Saed Zurub, ha informado de que Israel ha cortado la
electricidad y el suministro de agua:
"El
propósito del Ejército es destruir nuestras infraestructuras. Rafah es
el campamento de refugiados más pobre de la Franja de Gaza y del mundo:
llamo a la comunidad internacional para que sea consciente de que si la
operación continúa, seremos testigos de una catástrofe
humanitaria." [6]
Asimismo,
el Ejército israelí ha intensificado en los últimos días su presencia
militar con un despliegue masivo de tropas, armamento pesado, carros de
combate, buldózeres y helicópteros Apache -de fabricación
estadounidense- desde Rafah a Jan Yunis, (donde se asientan 65.000
refugiados), explícitamente para prohibir el movimiento de personas y
bienes entra ambos campamentos, como han indicado fuentes del Ejército de
la ocupación. Al sur de Rafah, el barrio de Zeitun, invadido e
intensamente atacado por las fuerzas de ocupación, ha sufrido al menos 30
bajas mortales palestinas desde el pasado martes, 11 de mayo.
En
medio de intensos ataques militares, que incluían lanzamientos de misiles
como si de una guerra abierta se tratara, la población palestina de Rafah
hacía dramáticos llamamientos durante la tarde de ayer, martes, a través
de emisoras, para que el Creciente Rojo y la Cruz Roja Internacional les
salvara, alertando de la catástrofe que estaba teniendo lugar en el
campamento.
El
Tribunal Supremo israelí 'legaliza' un Crimen de Guerra
La
embestida definitiva contra los palestinos del sur de la Franja de Gaza y
la destrucción de sus viviendas ha sido declarada por el presidente del
Consejo Legislativo Palestino (CLP), Rauhi Fatuh, como Crimen de Guerra
[7]. Sin embargo, el Tribunal Supremo israelí ha dictaminado la legalidad
de las demoliciones a través de una resolución en respuesta al recurso
presentado el pasado 14 de mayo por el Centro Palestino de Derechos
Humanos de Gaza (CPDH) en nombre de 13 familias palestinas [8]. El
viernes, 16 otro recurso, presentado en nombre de otras 46 familias
palestinas, fue igualmente rechazado.
El
fallo autorizaba a demoler viviendas palestinas por entender que desde
ellas se pone en peligro la vida de las tropas de ocupación israelíes
[9]. Desde ese día más de 150 viviendas palestinas han sido destruidas
por Israel.
El
Plan Sharon: hacer de Gaza una prisión
Esta
operación constituye una evidencia clara de que el Plan de Sharon
[10] de abandonar Gaza y acabar la ocupación militar no es sino una nueva
falacia de dimensiones inhumanas para la población palestina. Las
intenciones de Israel al desconectar la Franja de su frontera con Egipto
son cercar militarmente territorio y población palestinos, convertir Gaza
en una hacinada prisión militar sujeta al control israelí, vigilada por
seleccionados y sumisos agentes de la seguridad palestina adiestrados al
efecto y supervisados por representantes de los servicios de inteligencia
de Egipto y de Jordania en dependencia de la CIA [11]. Todo ello, tras
haber causado impunemente el mayor daño posible contra tierra y población.
Notas:
1. Véase en CSCAweb: Violaciones de los derechos
humanos en Palestina llevadas a cabo por las fuerzas de ocupación israelíes
en mayo de 2004
2. Palestinian Monitor, 17 de abril de 2004
3. Agencias y La Vanguardia, edición electrónica, 18 de mayo de
2004
4. Citado en Palestinian Monitor, 17 de abril de 2004
5. El martes, 18 Israel ha invadido de nuevo Yenín y Nablus, asesinando a
dos palestinos en cada ciudad. Véase en CSCAweb: Violaciones de los
derechos humanos en Palestina llevadas a cabo por las fuerzas de ocupación
israelíes en mayo de 2004
6. La Vanguardia, edición electrónica, 18 de mayo de 2004
7. El País, 18 de mayo de 2004
8. Véase en CSCAweb: Carta abierta al presidente del Consejo Europeo
apelando a la toma de medidas para proteger a la población civil
palestina
9. La Vanguardia, edición electrónica, 18 de mayo de
2004, op. cit.
10. Véase en CSCAweb: El asesinato de al-Rantisi y el Plan Sharon: un
nuevo Balfour para Palestina - Ibrahim Alloush: ¿Quién se beneficia del
asesinato del 'sheij' Yasín y de sus compañeros?
11. Sobre las especificaciones relativas a la seguridad de Gaza en el
marco del plan de Sharon, véase el contenido del Plan en su versión en
inglés en la edición electrónica del diario israelí Ha'aretz,
de 25 de abril de 2004: www.haaretz.com
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