Una
declaración por la vida
Lista
Nacionalista Árabe
CSCAweb, 26/01/05
Traducción para CSCAweb de Natalia Litvina
"¿Deberemos
olvidarnos de Palestina para obtener la aprobación de alguien? Nos
escucharían si partes de Francia o de EEUU estuvieran ocupadas. Somos
respetados a ojos del mundo en tanto que nos respetamos a nosotros
mismos, y en primer lugar a nuestros propios derechos".
Hoy
en día, nuestro pueblo árabe se encuentra bajo el salvaje ataque de
fuerzas oscuras. Las líneas maestras de sus planes se han visto con
claridad en Iraq , en lo que está ocurriendo en Sudán, en su
injerencia en los asuntos de Líbano, en sus amenazas a Siria. Todo
esto ocurre en un tiempo condicionado por dos grandes tendencias en el
mundo árabe. Una de ellas jamás podrá romper la voluntad de los
pueblos. La resistencia encuentra siempre un modo de enfrentar al
invasor, incluso alcanzando el punto en el que el cuerpo humano se
convierte en un arma mortal.
La
situación de hoy en Palestina no es sino otro punto de enfrentamiento
entre ambas tendencias: la de la resistencia y la liberación y la de
la rendición y la puesta en venta. Este noble pueblo y su gloriosa
Intifada, con el heroico movimiento de resistencia a la cabeza, se
encuentra bajo un ataque hostil de una clase especial, combinando el
enorme palo de la ocupación (con su destrucción, masacres,
asesinatos, el desarraigo de la gente y el asolamiento de sus tierras,
el genocidio de nuestro pueblo y la servidumbre de quienes sobrevivan)
con la zanahoria, la insinuación y la declaración de facto de que la
paz está al alcance de la mano y que todo lo que debemos hacer para
conseguirla es prepararnos a entrar en el nuevo orden, vestidos
apropiadamente en honor a su venerable cultura.
Al
mismo tiempo, el dinero ha comenzado a llegar, de manera precisa y
bien estudiada, aprovechándose de las difíciles condiciones de vida
soportadas por nuestro pueblo, para intentar así despojarle de su
voluntad y determinación, situándole en la encrucijada entre el paraíso
y el infierno. En esa misma línea se han aproximado a nuestra gente
con las novedosas ONGs, con sus misteriosas fuentes de financiación,
inevitablemente ligadas a programas y posturas que pretenden aplastar
toda lucha de liberación, que piden que se abandone el derecho básico
a la resistencia contra la ocupación, en particular bajo la forma de
operaciones de martirologio.
Los
acuerdos de Oslo sustituyeron la realidad de una revolución por la
quimera de un Estado, en un intento por acabar con la primera Intifada,
y por ello sufrimos una gran pérdida por duplicado. Los acuerdos
reemplazaron el eslógan "Revolución hasta la victoria" por
una "Autoridad" Palestina que no poseía ni la tierra, ni el
agua ni siquiera el aire. Esto desanimó a la mayoría de los
palestinos, y al mismo tiempo liberaba a la Ocupación de sus
responsabilidades históricas, morales y prácticas. Se recompensó a
los que flaquearon y se convirtió en fugitivos a los revolucionarios.
¿Y cual ha sido el resultado final? Que cualquiera que se
interpusiera en su camino podría ser envenenado [1]. ¡Qué saldo más
vergonzoso!
Pueblo
fiel, no debemos tropezar dos veces en la misma piedra. Hoy, los
ingenieros de la catástrofe nos vigilan de nuevo, y esta vez planean
quedarse con el resto de Palestina. Las armas no miden el honor de un
hombre, sino su vergüenza. Se debe poner freno al caos. Decir la
verdad o quejarse son "provocaciones" a ojos de los
sionistas, y está prohibido hacerlo por una "Orden Presidencial
" emitida antes incluso que alguien ocupe el cargo de presidente;
nuestra preocupación debería ser "comprender el sufrimento de
los israelíes", y ese será nuestro billete para poder ser
admitidos en el club de amigos de América, la llave de un cofre del
tesoro repleto de maravillas prometidas.
Resistencia
frente al sionismo y al imperialismo
Hemos
seguido de cerca la historia y experiencia de los pueblos del mundo.
Entendemos las dimensiones de los programas del Sionismo y del
imperialismo para nuestra tierra. Nos guía el ejemplo de nuestros
antecesores, quienes nunca aceptaron la humillación, si no que a través
de las épocas ofrecieron voluntariamente sus vidas resistiendo a los
opresores, para así mantener libre y limpio de toda humillación a su
país. Podemos ver los brillantes haces luminosos de la victoria, que
vienen de manos de los gloriosos héroes de la triunfante resistencia
iraquí. Nos enorgullecemos de la victoria conseguida tan duramente en
el sur de Líbano, el fruto de una lucha que se ha dirigido al agresor
en el lenguaje que entiende. De acuerdo con la ley de Dios y la
voluntad de Izz ad Din al-Qassam [2], de Mahir al-Burnu, del Guevara
de Gaza, de al-Ayyash y de ash-Shiqaqi, y de todos aquellos
dispuestos a unirse a la lista de mártires, declaramos lo siguiente:
-
Primero. El trabajo nacional palestino, la conducta de los
representantes palestinos, y el rumbo tomado por sus líderes debe
estar basado en la autoridad histórica de Palestina, y en la original
Carta Nacional Palestina (que fue falseada por el Consejo Nacional
cuando se reunió con el presidente Clinton de EEUU, un acto ilegal,
ya que ni el Consejo ni la Autoridad Nacional Palestina tienen
autoridad para aprobar resoluciones que afecten al destino de la
población palestina dispersa por el mundo desde que en 1948 se robara
su tierra, y que habiten tanto en la Franja de Gaza, como en
Cisjordania, como cualquier otra parte del mundo, sobre todo la
población de los campos de refugiados, que espera volver a casa), y
debe afirmar las dimensiones árabe e islámica de Palestina.
-
Segundo. La Resistencia es la opción para derrotar la Ocupación,
aplastarla y obligarla a retirarse, enterrando sus ilusiones para
siempre. La resistencia no es una minucia: es un deber sagrado, moral
y humano ante el que nos sentimos llamados por Dios y por la historia.
En este contexto advertimos sobre las llamadas elecciones palestinas,
que serán realizadas bajo ocupación, y afirmamos que nuestra
prioridad ahora es extender la opción de combatir al enemigo.,
uniendo fuerzas frente a el. Por esto la Intifada sigue siendo el
medio disponible para avanzar por el camino de la liberación. Debemos
seguir posicionándonos y profundizar en contra de los acuerdos de
Oslo y sus negociadores. Rechazamos actuar según la lógica impuesta
por el enemigo,, pero esto no significa que vayamos a permanecer en
silencio respecto a aquellos que, entre nuestras filas, insisten en
seguir cometiendo los mismos errores. Los acuerdos de Oslo han perdido
toda credibilidad, incluso a ojos de quienes inicialmente albergaron
alguna ilusión respecto a los mismos. El objetivo real de los
acuerdos Oslo se ha visto claramente, y lo mejor que podrían hacer
quienes los defendieron e impulsaron es disculparse ante nuestro
pueblo y retirarse, sin entrar en consideraciones morales por no decir
de las poíticas.
-
Tercero. El derecho al retorno y las compensaciones no están sujetos
a negociación ni intercambios, y mucho menos han ser olvidados. ¿Es
acaso razonable pedir que la persona cuya casa ha sido robada, que ha
sido desplazada y se ha convertido en un sin techo, debería mirar al
frente y sonreir porque aquel que le expulsó ha resuelto su propio
problema de vivienda? ¿ O debería incluso acudir a ayudar de buena
voluntad en la remodelación de la casa del invasor para que se
encuentre más cómodo? El derecho al retorno es una derecho básico
recogido en la Declaración de Derechos Humanos y sin duda en la
historia recogida con anterioridad a la creación del derecho y
organismos internacionales. Nuestros padres nunca tiraron las llaves
de sus antiguas casas; nos corresponde a nosotros ahora no tirar los
derechos de las generaciones venideras. Heredamos esta tierra tal y
como heredamos nuestros nombres y características genéticas, y su
perdida significa la pérdida de nuestra humanidad, de nuestros
estatuto de seres humanos.
-
Cuarto. Si este fuera un mundo perfecto, no tendríamos mayor problema
en dejar al derecho penal, que dicen internacional, resolver nuestros
problemas. Si la voz de los jueces se escuchara, si no fuera abrogada
o ignorada; si todo el mundo fuera como Mandela, Gandhi, la Madre
Teresa o Jesucristo, nosotros también pondríamos la otra mejilla,
porque al final del día nuestros derechos acabarían siendo
restituidos. Pero eso es sólo un sueño, y ya que los asesinos y sus
sicarios se sientan en sus tronos, la realidad para nosotros se
traduce en recuperar por la espada lo que nos han robado por la
espada, ya que lo que ha sido tomado por la fuerza sólo puede ser
devuelto por la fuerza. Hasta que el sueño de un mundo perfecto pueda
ser realidad, depositar nuestra fe en la legalidad internacional es un
auténtico suicidio para el mas débil, pero eso sí, un suicidio en
toda legalidad.
-
Quinto. El rumbo de la llamada sumisión "racional" y la
conciliación (tal y como las presentan Mahmoud Abbas, Yasir Abd
Rabbuh y el resto de la panda de Oslo y Ginebra) no es el elegido por
el pueblo palestino. Ellos no tienen el derecho de vender, conceder o
ceder nada en el nombre de éste. Las fuerzas activas en nuestro
pueblo resistente deben llegar a un acuerdo para elegir un liderazgo
que represente a todos los palestinos, donde quiera que se encuentren;
un liderazgo que sostenga algo que es mas grande que el propio
liderazgo o cualquiera de nuestras individualidades: la Carta Nacional
Palestina y los principios nacionales básicos que permanecen sobre
todo lo demás, al igual que lo hace Palestina. Hasta que llegue ese
momento, nuestro portavoz será la Resistencia, nuestras declaraciones
oficiales serán las balas y rocas de la Resistencia; hasta que llegue
el momento en el que un portavoz hable empleando su misma lógica.
-
Sexto. No es relevante si el lenguaje que empleamos está de acuerdo o
no con el que se usa en sectores que no creen en el carácter árabe
de Palestina. ¿Qué tendría de bueno aparentar haber ganado frente
al mundo si hemos perdido nuestros propios derechos?
Si
el camino adecuado fuera insistir en el error común a costa de un
derecho difícil de alcanzar, entonces el Profeta Muhammad no hubiera
expandido la religión de su Señor manteniendo el control de la Luna
y del Sol con sus manos; entonces Jesucristo no se hubiera rebelado
contra los ejércitos de la opresión y el asesinato sin haber contado
con un Katyusha ni un millón de hombres detrás de sí. Su única
arma era que tenía razón, y una disposición absoluta al sacrificio.
¿Deberemos
olvidarnos de Palestina para obtener la aprobación de alguien? Nos
escucharían si partes de Francia o de EEUU estuvieran ocupadas. Somos
respetados a ojos del mundo en tanto que nos respetamos a nosotros
mismos, y en primer lugar a nuestros propios derechos. Nuestros
enemigos mataron al Conde Bernadotte [3]. Han espiado a EEUU. Cortaron
la electricidad en una exposición donde se podía contemplar el
cuadro de una joven luchadora mártir. Se han burlado de todas las
resoluciones de NNUU que iban contra sus intereses. Hacen todo esto
sin tener la razón de su parte, pero están dispuestos a luchar hasta
la muerte, aunque sean invasores ocupando la tierra de alguien. ¿No
debería ser esta determinación mas apropiada para los descendientes
de Salah ad-Din, al- Awwam y Jalid Ibn al-Walid [4]?.
Notas de CSCAweb:
(*) La Lista Árabe Nacionalista es una lista
de correo electrónico para el debate impulsada desde la publicación
de internet The Free Arab Voice, editada por el Dr. Ibrahim
Alloush. La presente declaración sobre la actual situación en
Palestina fue aprobada el 26 de diciembre de 2004 tras extensos
debates en la lista referida
1. Se refiere a la posibilidad de que Arafat
fuera envenenado.
2. Luchador anticolonial muerto en 1935 por
los británicos. Sigue una lista de luchadores contra el colonialismo
y la ocupación; p. ej., el llamado Guevara de Gaza era un
famoso comandante del FPLP que fue muerto en 1971.
3. Diplomático mediador en la cuestión
palestina, asesinado por la banda armada sionista Stern en 1948.
4. Históricos dirigentes musulmanes y/o árabes.
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