República
palestina en Gaza
Por
Abdel Bari Atwan
Al–Quds
al–Árabi, 17/04/05
Reproducido
por CSCAweb, 27/04/05
Traducido
del árabe por Jamal Halawa
Han
empezado las discusiones sobre el aplazamiento de las elecciones
legislativas palestinas, cuyas celebraciones estaban previstas para
mediados de Julio, paralelamente, se está negociando en secreto un
plan para Cisjordania y Gaza, cuyos detalles fueron acordados entre el
primer ministro israelí y el presidente norteamericano George Bush
durante su encuentro hace dos semanas en la granja del segundo, en
Tejas.
Las
elecciones legislativas palestinas se dirigen hacia el aplazamiento
porque sus resultados serán un gran obstáculo para el mencionado
plan, es decir, el establecimiento de la República Independiente de
Gaza para luego convertirla, en el Estado Independiente de Palestina,
manteniendo a Cisjordania bajo mandato israelí durante veinte años
como mínimo. Después se decidirá lo que se va a hacer con este
territorio, suponiendo que para entonces, aun quede algún territorio
que no haya sido devorado por los asentamientos. Tal vez la idea para
la solución final sea la devolución de Cisjordania a Jordania a través
de una formula federal o confederal.
La
administración norteamericana que alardeaba con la democracia
palestina, comprendió que si se celebrasen las elecciones
legislativas embocarían a un triunfo del Movimiento Hamas y de
personalidades independientes con la mayoría de los escaños del
Consejo Legislativo, lo que supondría una verdadera caída del
partido del gobierno representado por Fatah y la formación de un
nuevo gobierno palestino compuesto por miembros de Hamas junto con
independientes, siendo ésta la línea roja que Israel no permitiría
que pasase y que Washington tampoco acreditaría porque dinamitaría
todo lo que se está preparando a puerta cerrada.
La
excusa utilizada por el momento para aplazar las elecciones,
preparando suprimirlas "sine die", se resume en la no
aprobación de la ley electoral palestina modificada, por parte del
Consejo Legislativo, y en la finalización del periodo jurídico
aprobatorio, es decir, los dos meses antes de la fecha de celebración
de las elecciones, lo que quiere decir, que el aplazamiento ya es una
realidad. La pregunta que se hace es: ¿por qué se modifica la ley
electoral? O más bien, ¿por qué se insiste en modificarla? y ¿por
qué no se celebran las elecciones según la antigua ley acreditada
internacionalmente y sobre cuyas bases se celebraron las últimas
elecciones legislativas hace diez años que condujeron a la formación
del actual Consejo Legislativo?
Temor
a Hamas y a los independientes
La
respuesta es sencilla: se resume en el temor de EEUU, Israel y algunos
países árabes al barrido [ganar las elecciones por amplia mayoría]
de los islámicos y de los elementos extremistas que disfrutan de una
gran simpatía en la calle y en la mayoría de las circunscripciones
electorales, lo que significaría concederle legitimidad a Hamas,
quitar su nombre de la lista terrorista norteamericana–europea y
reconocerlo como socio en el proceso de paz lo cual, y en primer
lugar, nadie de los que están en la cúspide de la ANP quiere; y en
segundo lugar, tampoco lo quiere nadie en Washington o Tel Aviv. El
aplastante triunfo de Hamas en las últimas elecciones municipales en
la franja de Gaza y Cisjordania extendió el pánico en medio de la
ANP, causó un shock para la administración norteamericana de tal
modo que la hizo reducir sus comentarios sobre la democracia en
Palestina, y, al mismo tiempo, Sharon empieza a desentenderse de su
socio Mahmud Abbas (Abu Mazen), extendiéndose a la hora de hablar
sobre su debilidad e incapacidad para administrar la situación.
El
actual Consejo Legislativo, que representa a la etapa posterior a
Oslo, con el engañoso proceso en cuanto a su contenido para el pueblo
palestino sobre las ventajas de la paz, es el más adecuado para
Washington y Tel Aviv por el momento. Es un Consejo corrupto en su
mayoría, donde los oportunistas, los aprovechados y los sobornables
superan en número a los demás, siendo la demostración más palpable
la aprobación por parte de sus diputados de leyes que les garantizan
ganancias y privilegios inexistentes en cualquier otro parlamento en
el mundo. Cada diputado obtiene un salario mensual de 4.000 dólares
aproximadamente, independientemente de los gastos de oficina y dietas,
un coche valorado en 80.000 dólares y una cantidad de 15.000 dólares
para la mejora de su condición de vida, para la compra de corbatas y
de una pensión vitalicia. Por causa de estos desmedidos privilegios
personales luchan la mayoría de los diputados para poder seguir en
sus escaños del Consejo Legislativo, rechazando cualquier elección
nueva porque si ello ocurriese no volverían a sus actuales
ubicaciones en el Consejo, evaporándose la mayor parte de estos
privilegios financieros, a excepción del de la jubilación.
Los
Miembros del Consejo Nacional Palestino, del que yo formo parte,
considerado como la Autoridad Palestina Suprema, no perciben un solo céntimo
de la OLP, a pesar de la tenencia de sus dirigentes de millares de dólares.
Por eso, los Miembros del Consejo Nacional se enfrentaban al difunto
presidente Arafat, haciéndole retroceder en muchos de sus
planteamientos y dictados, mientras que el Consejo Legislativo se ha
convertido en una estampilla, donde la mayoría absoluta aprueba los
proyectos de ley que garanticen los privilegios de sus miembros. El
otro fenómeno de la democracia palestina que merece la pena
contemplar es la estacionalidad de su democracia; es, más bien, la
democracia del huevo del gallo, es decir, que ocurre una vez cada mil
años sin opción a que se repita. Las elecciones presidenciales
ocurren una sola vez, siendo éstas irrepetibles, a no ser que se
envenene al presidente, y las elecciones del Consejo Legislativo
igual, así como las elecciones del Consejo Nacional Palestino e,
incluso, las elecciones del Movimiento Fatah.
El
presidente Abbas quiere modificar la ley electoral y transformarla en
una ley que establece el método de las listas electorales relativas,
al estilo de las últimas elecciones iraquíes, porque es consciente
que las elecciones por circunscripción como las anteriores conducirán
a una derrota sísmica para el partido del gobierno (Hamas había
ganado nueve de los diez Consejos Municipales de Gaza); por eso quiere
reducir la derrota a través de la modificación de la ley electoral,
y ahora existe una sólida convicción de que las elecciones serán
definitivamente aplazadas. Mi convicción desde el principio, es que
existían éstas intenciones desde hace meses, y que todas éstas
habladurías sobre la celebración de elecciones legislativas fueron
para hacer pasar las elecciones presidenciales palestinas con
tranquilidad y según los barómetros americanos, ni más ni menos. Si
no, ¿por qué se ha decidido celebrar el Congreso General de Fatah en
el mes de agosto, es decir, un mes después de las elecciones
legislativas?
Lo
que se está cociendo en Washington, Tel Aviv, El Cairo y Amman es el
establecimiento de la República de Gaza después de la total retirada
israelí en septiembre próximo, de modo que sea reconocida por EEUU y
la ONU, obteniendo la calidad de miembro de la Organización
Internacional. La justificación está preparada, pues será el embrión
del Estado Palestino esperado, y que se está aplicando en el marco de
la Hoja de Ruta, reconocida internacionalmente.
La
administración norteamericana ha presupuestado 50 millones de dólares
para financiar el establecimiento de éste engendro de mini–estado,
y los países del golfo asumirán el pago de la mayor parte de esta
cantidad. Este asunto estará a la cabeza de los asuntos a tratar en
las conversaciones que tendrán lugar entre Abdulá Ben Abdel–Aziz,
el príncipe heredero saudí, con el presidente Bush en su granja de
Texas durante la próxima semana. La visita del multimillonario
Muhamad Alabbar, el Consejero Delegado de la empresa inmobiliaria
emiratí Áamar, al Jerusalén ocupado, su entrevista con Sharon, la
aparición de filtraciones sobre su intención de comprar los
asentamientos de Gaza e invertir en ellos, no es una casualidad. Además,
el visto bueno que dio Bush para la continuidad de los asentamientos
en Cisjordania sin oponerse a la ampliación del asentamiento de Ma'alé
Adumim cerca del Jerusalén ocupado, tampoco fue otra casualidad.
El
liderazgo egipcio juega un papel esencial en la ejecución de este
plan, y la visita de Silván Shalom, ministro de exteriores israelí a
El Cairo, y su reivindicación de una hoja de ruta para la normalización
de relaciones con los árabes desemboca en el mismo marco. No sería
ninguna sorpresa si el príncipe heredero Abdulá volviera de Texas
con una iniciativa árabe modificada, que suprima el derecho al
retorno y constituya una base para la normalización de relaciones con
Israel antes del establecimiento del genuino Estado Palestino y después
del establecimiento de la República Independiente de Gaza.
Los
días venideros, contemplarán una lucha entre los que están a favor
de ésta república junto con sus padres espirituales en Washington,
Tel Aviv y capitales árabes, y los opositores a ella entre los
palestinos, particularmente Hamas. Observad los próximos
acontecimientos, especialmente después de la retirada de Gaza, y
observad el movimiento de las capitales árabes, el acuerdo de venta
del gas egipcio a Israel y los pasos para la normalización de
relaciones; tal vez entonces los elementos de la imagen se cristalicen
con óptima claridad.
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