La
ilusión de Sharon
Por
Immanuel Wallerstein
La jornada, 05/02/06
Traducción de Ramón Vera Herrera
Cuando
Ariel Sharon sufrió su derrame cerebral, la mayoría de los
comentaristas occidentales reflexionó que el mundo no sabría nunca
sus planes exactos para brindarle paz a Israel/Palestina, y que nadie
más sería capaz de resolver el asunto como él estaba a punto de
hacerlo. Esto me parece bastante absurdo. Conozco sus planes, pues
casi no los escondía. Y estos planes no habrían resuelto el asunto,
porque se basaban en una ilusión fundamental.
La
seguridad nacional es la obsesión de casi todos los israelíes judíos.
Y es entendible que así sea, pues la seguridad básica del Estado de
Israel es bastante precaria y lo ha sido por mucho tiempo. Toda su
vida, Ariel Sharon fue alguien que deseó obtener la soberanía plena
de Israel sobre el territorio completo de lo que había sido el
mandato británico y, en algunas áreas (el Golán), más allá de éste.
El quería que este territorio constituyera un Estado judío, con una
clara mayoría de población judía.
En
estos puntos de vista, Sharon estaba en la línea directa de Vladimir
Jabotinsky y su movimiento revisionista dentro del sionismo.
Jabotinsky, hay que recordar, formó un partido para protestar contra
la exclusión británica de la Transjordania (hoy Jordania) del
mandato. Los revisionistas (de los cuales es descendiente el actual
partido Likud) siempre tuvieron la visión más expansionista del
territorio de Israel. Los revisionistas insistieron siempre en la
necesidad de un Israel militarmente fuerte (y cuando fuera necesario,
agresivo), en una política de "muro de hierro".
Sharon
fue también un brillante soldado. Jugó un papel cada vez más
importante en las sucesivas guerras árabe-israelíes, y un papel
notoriamente repelente en la invasión de Líbano en 1982, por el cual
los propios israelíes lo sancionaron formalmente. Como ministro de
varios gobiernos, fue líder en impulsar nuevos asentamientos en los
territorios ocupados después de 1973, con el intento de crear faits
accomplis que fuera muy difícil deshacer en cualquier futura
negociación de paz.
Entonces
¿qué le otorgó su actual reputación de pacificador?
Dos
cosas. La primera es la dosis de realismo con que contaba. Terminó
por darse cuenta de que la plena implementación de su programa
levantaba mucha oposición aun en el interior del gobierno
estadunidense como para ser factible. Llegó a temer la inminente
"catástrofe" demográfica, una mayoría árabe en Israel
como resultado de las tasas diferenciales de nacimientos. Y por otro
lado (aquel de los israelíes centristas y occidentales pro israelíes)
la creencia más y más vasta de que sólo un notorio halcón
sería políticamente capaz de hacer las concesiones necesarias para
obtener un arreglo. Los ejemplos de De Gaulle y la independencia
argelina, la reunión de Nixon con Mao Tse Tung se citan con
frecuencia.
¿Cuál
era el plan de Sharon?. Planeaba evacuar aquellas partes de los
territorios ocupados que estuvieran densamente pobladas de árabes y
muy poco por judíos. Gaza era el primer paso, y varias zonas
esparcidas de la franja de Cisjordania habrían venido después.
Planeaba simultáneamente incorporar zonas que hoy tienen grandes
asentamientos judíos. Esto incluía Jerusalén oriental, por
supuesto, pero también tres bloques de asentamientos en Cisjordania
cerca de donde hoy se construye el muro. Planeaba entonces decir a los
palestinos: pueden hacer su Estado en las áreas restantes, siempre y
cuando no armen un aparato militar serio y siempre y cuando reconozcan
a Israel y la permanencia de estas nuevas fronteras. Y dado que sabía
que ningún líder palestino aceptaría tales términos, intentaba
hacer esto unilateralmente, sin consultarlos.
¿Cuál
fue la ilusión?. Creer sobre todo que los palestinos no tenían más
opción que vivir con esta realidad impuesta unilateralmente. Cómo
pudo pensar eso me rebasa, porque los más "moderados" líderes
palestinos habían dejado claro que esto era absolutamente
inaceptable. Y por supuesto, los palestinos están a punto de votar en
favor de líderes menos "moderados".
Creyó
también que el tiempo estaba de parte de Israel. Cómo pudo pensar
eso también me rebasa. Los israelíes fueron perdiendo legitimidad
internacional constantemente desde por lo menos 1973. El
unilateralismo arrogante no le ha funcionado a George W. Bush. No hay
manera de que funcione en Israel. De hecho, el plan de Sharon aceleraría
la deslegitimación de Israel, justo como la invasión de Irak aceleró
la decadencia del poder estadunidense.
Se
dice que Abba Eban, afamado diplomático israelí, afirmó: "los
árabes nunca pierden la oportunidad de perder una oportunidad".
¿No podría esto mismo decirse mucho más fuertemente del liderazgo
israelí a lo largo de los últimos cincuenta años? Sharon puede
haber sido el último resuello de política ilusoria para Israel. La
paz es siempre un arreglo político, no militar.
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