Una nación de mendigos
Por Amira Hass
Haaretz , 01/03/06
Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala,
por Carlos Sanchis
No son los palestinos los que deben estar dando
la bienvenida a la decisión de la Unión Europea de donar
apresuradamente otros 142 millones de dólares antes de que el
gobierno de Hamas sea formado. Es Israel quien ha de estar complacido
de que los estados Occidentales continúen compensando a los
palestinos por el declive económico ocasionado por la ocupación
israelí.
Porque no son desastres naturales los que han
transformado a los palestinos en una nación que se mantiene de las
donaciones del mundo; es por la aceleración israelí de su proceso
colonialista. Una faceta de esto es la confiscación continuada de
tierras palestinas (tanto "privadas" como públicas, da
igual), la expansión de la construcción sólo para los judíos, y de
la anexión de facto por Israel de extensas parcelas de territorio
palestino, mientras rompe simultáneamente Cisjordania en enclaves y
cercados para los palestinos.
Otra faceta de esta colonización es un régimen
de restricciones excesivas impuesto por Israel sobre el movimiento de
palestinos entre sus cercados y los enclaves dentro de Cisjordania, y
entre Cisjordania y la Franja de Gaza.
La prometida donación europea, parte de la cual
está destinada a pagar los sueldos del sector público palestino,
muestras que Europa está teniendo unos tiempos difíciles para
impedir que Israel robe a plena luz del día los impuestos palestinos
y el dinero de las aduanas, cantidades que ascienden entre los 50 y
los 65 millones de dólares al mes. Esto también muestra que Europa
calcula que los EE.UU. no van a presionar a Israel para que devuelva
los fondos robados, en contraste con la presión ejercida al principio
de la Intifada, cuando Israel también bloqueó la transferencia del
dinero de los impuestos.
De hecho, los fondos se recaudan en los puertos
israelíes y dentro de Israel, pero de las transacciones palestinas
del sector privado. Este es dinero palestino, el cual por la norma
general de la administración apropiada no debe aumentar el interés
de la tesorería israelí, cuando debe transferirse a los ministerios
palestinos de educación o salud.
El dinero constituye sobre dos tercios de los
ingresos derivados de la actividad económica palestina. Un tercio;
aproximadamente 35 millón de dólares al mes, corresponde a impuestos
recaudados directamente de la actividad económica dentro de
Cisjordania y de la Franja de Gaza. Estas sumas podrían ser mucho más
elevadas y ayudar equilibrar las donaciones y aportaciones al actual
presupuesto palestino, si no fuera por las medidas israelíes tomadas
contra la economía palestina y su potencial para el desarrollo.
Estas medidas no se han impuesto de nuevo
recientemente con ocasión del ascenso de Hamas. Ni - Israel ha
destruido y ha continuado destruyendo la agricultura palestina, las
dos huertas nacionales palestinas de cultivos de verduras y hortalizas
- en las secciones orientales y occidentales de Cisjordania; a través
del Muro de Separación y de la anexión de facto de la Falla del Jordán.
La destrucción de tierras, la privación de acceso a las tierras de
cultivos y a los huertos, la imposición de impedimentos al comercio y
daños a los recursos hídricos; todos juntos, han
dejado desamparados a miles de orgullosos agricultores y han reducido
su contribución a la renta nacional.
Incluso antes de la actual Intifada, Israel dañó
las oportunidades de desarrollo de la industria palestina, al tiempo
que encauzaba "regiones industriales" hacia Israel. A través
de su control sobre la mayor parte de Cisjordania ( el 60 por ciento;
toda el Área C, qué Israel dispuso al lado para la expansión de los
asentamientos judíos), control que se logró mediante la imposición
de restricciones máximas: a permisos de construcción, a los planes
de desarrollo palestinos, al traslado de edificios de fábricas fuera
de los barrios residenciales, y a la mejora de los medios
industriales.
Otro método estuvo basado en la restricción de
movimiento de una región a otra. Estas restricciones han existido
desde 1991, pero han crecido más crudamente en los últimos cinco años.
Usted no necesita ser un economista para entender simplemente cómo no
merece la pena fabricar, emplear, comercializar o comerciar cuando a
un camión cargado con materias primas o género manufacturado tarda
ocho horas en alcanzar su destino, en lugar de una hora.
Otro método de dañar el potencial de desarrollo
palestino es cortar el acceso a las más altas instituciones de
aprendizaje. Israel no le permite a los habitantes de Gaza estudiar en
Cisjordania, donde las instituciones educativas son mejores, y tampoco
les permite a los jerusalemitas orientales estudiar en el resto de
Cisjordania. Los puntos de control militar y la creación de cercas
fuera de los cercados obliga a los estudiantes de Cisjordania a vivir
casi que en su universidad, aún cuando esté tan sólo a 20 kilómetros
de casa. Esta es una carga financiera adicional que muchas familias no
pueden soportar. El estrangulamiento de los recursos externos de las
universidades también afecta a su nivel.
No hacen falta economistas para poder demostrar
la conexión entre los métodos israelíes de control y el declive de
la economía palestina. Abundantes estudios trazan la línea directa
entre las draconianas restricciones al movimiento y la transformación
de la mayoría del pueblo palestino en una nación destinataria de
caridad, y es una apuesta segura que las iniciativas para continuar dándoles
donaciones de varias clases seguirán adelante con persistencia.
Por consiguiente, los palestinos deben estar
preocupados y ansiosos, no felices, por el anuncio del lunes de los
ministros de exteriores de la UE. Indica que los estados europeos van
a continuar capitulando ante cualquier oportunidad de ejercer presión
política para poner fin a la política israelí de colonización que
ha saboteado sistemáticamente, la capacidad económica de los
palestinos. Transfiriendo los fondos, ellos están encubriendo, y
continuarán haciéndolo, su impotencia política y su decisión de no
reñir con los EE.UU. que apoyan esta política israelí.
Con el establecimiento de un gobierno encabezado
por Hamas, serán halladas otras fórmulas para continuar
proporcionando a los palestinos una red segura de contribuciones y
donativos. El gobierno de Israel llorará suciamente y gritará ¡"Ayuda
para Hamas"! pero calladamente estará complacido con la perspectiva.
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