De la prensa israelí
e internacional
Tres escenas de la
vida cotidiana de los palestinos
Editadas y
traducidas por Iván Vanney
Desde Israel para
Socialismo o Barbarie, 27/10/06
"Nuestras vidas serán un infierno"
El juez Aarón
Barak rechazo una petición hecha por residentes de una aldea
palestina contra una ruta de separación que rodea asentamientos judíos.
“No estamos convencidos de que haya una ruta alternativa que cumpla
con los requisitos de seguridad, y decidimos no interferir en la
decisión del ejercito,” dijo.
La Suprema
Corte de Justicia de Israel rechazó así un pedido hecho por
residentes palestinos en pueblos de Cisjordania contra la ruta de
separación, alegando que la “seguridad” es más importante que
los daños causados a los palestinos.
La ruta de
separación de 6 kilómetros fue construida alrededor de los pueblos
Emanuel, Maale Shmoron, y Karnei Shomron, que están ubicados en
Cisjordania, sobre territorios pertenecientes a pueblos palestinos.
Según la
decisión de la Corte explicada por el ex Presidente de la Suprema
Corte Aarón Barak “las tres comunidades judías fueron objetivo de
ataques en los años recientes, en los que se perdieron más de una
vida. Los residentes de Emanuel sufrieron ataques en autobuses más de
una vez. En esos ataques terroristas, 19 personas perdieron su vida y
decenas fueron heridas.”
El Estado
decidió construir una separación de seguridad en el área de las
comunidades mencionadas, y parte de la separación rodea
a la ciudad de Ariel, y otras comunidades al oeste de Samaria.
La pregunta que planteó la Corte, fue si la ruta es una medida
proporcional.
La Suprema
Corte declaro que “no se encontró un motivo para interferir con las
decisiones de los oficiales militares en las tres áreas que nos
pidieron examinar”. Barak agregó que “no estamos convencidos de
que haya una ruta alternativa que cumpla con los objetivos de
seguridad como la ruta seleccionada.”
Los jueces
dijeron que los demandantes podrian apelar a la Suprema Corte
nuevamente en cuanto al paso de los palestinos y al acceso de sus
tierras para trabajar.
Palestinos:
nuestras vidas serán un infierno
Uno de los
demandantes, Fathi Shvita, hablo con Ydeot Aharonot luego de
que el veredicto se diera a conocer: “En nuestra demanda nosotros
decimos que esas áreas forman parte de una barrera de separación y
que no es una medida de seguridad sino política, orientada a anexar más
tierras a Israel.
Los jueces
también dijeron que si los granjeros sufrían daños por haber sido
separados de sus tierras, podrían apelar a la Corte Suprema. El
Tribunal acepto los pedidos del Estado.”
Según la
abogada Shvita, la
construcción del cerco se contrapone a la ley internacional y va
contra la decisión de la Corte Internacional en La Haya. “Estoy muy
decepcionada por la decisión del Estado”, dijo, “y pienso que no
reveló la verdad a la Corte. La Corte Suprema decidió en su mandato
anterior que todo se basa en pruebas de “proporcionalidad”. Si se
dice que el cerco defiende a israelíes que viven en Samaria, es más
importante que el daño causado a residentes palestinos, entonces
ellos pasan a una prueba de proporciones.
“La Corte
coincidió en que el daño infligido a los palestinos es grande, pero
aun así decidió que defender a los ciudadanos israelíes en los
territorios ocupados es más importante que el daño causado a los
palestinos, y es ahí en donde no concordamos.”
¿Y como se
sienten los residentes sobre la decisión? Abed Al-Rahim Nitani, un
residente del pueblo Um a-Tin en Samaria habló con Ydeot Aharonot:
“Esta decisión significa que muy pronto nuestras vidas serán un
infierno, porque no vamos a poder movilizarnos o incluso respirar. Los
israelíes decidieron encarcelarnos en una gran caja y rodearnos.
El gran
desastre vendrá con la expropiación para la construcción de la
segunda parte del cerco, según la ruta autorizada por la Corte
Suprema. Estamos entrando en una situación que cambiará
completamente nuestras vidas. Esta decisión es injusta y desconsidera
la dignidad humana; es nuestra pesadilla, y las dificultades se
agravaran más. No se cómo vamos a poder movernos en nuestras
tierras.”
Decenas de
solicitudes contra la ruta
Hace
aproximadamente tres meses, la Corte Suprema tomo una decisión
parecida sobre la ruta de separación en esa área. La Corte aceptó
el modelo presentado por el Estado, que decía que no era un cerco
“político”, sino de seguridad.
Representantes
del Estado explicaron que el cerco fue construido como “zona de
seguridad”. El cerco de seguridad también incluye rutas de acceso,
un cerco de advertencia y conexiones entre áreas. Por lo tanto, anexa
territorios que los palestinos usan para la agricultura.
En julio, la
Corte Suprema trató 12 solicitudes contra el cerco de separación en
Cisjordania. Entre otras, los jueces discuten la ruta de separación
en el área de Gush Etzion, donde el consejo regional pidió que se
distancie la ruta de las casas de los asentamientos y zonas
residenciales, mientras grupos de derechos humanos piden acercarla
para disminuir la carga sobre los palestinos.
De la misma
manera, discuten sobre la zona de protestas en Bilin, en el area de
Alfei Menashe, cerca de Kfar Dir Cádiz, en los pueblos Jius y Palamia
al Noreste de Qalqiya, y en cuatro poblados palestinos al sur de
Tulkarem.
Una
solicitud adicional
El consejo
regional de Alfei Menashe presento demandas contra la ruta alternativa
del cerco en el distrito. La solicitud se opone a una asociación de
libertades civiles, que representa a cinco aldeas palestinas en el
mismo distrito.
Publicado en “Ydeot Aharonot”, 26/10/06
Niños
palestinos prisioneros son obligados a trabajos forzados
Cientos de
niños palestinos son arrestados, interrogados y encarcelados por el
Ejército Israelí cada año, según la Sección Palestina de la
organización internacional Defensa Internacional de los Niños, una
ONG que sigue las detenciones y condiciones bajo las cuales se encuentran
los niños, y que los representa en la Corte Militar Israelí.
Muchos de
estos niños se convierten en victimas de “trabajos forzados, en los
cuales deben trabajar al menos ocho horas diarias por algunos shekels
(moneda israelí)”, informaba un articulo en uruknet.info.
“La
administración de la cárcel de Telmond nos forzó a todos los
prisioneros a trabajar ocho horas con muy bajos salarios,” dijo uno
de los niños palestinos luego de ser liberado.
“Los
soldados israelíes vienen a nuestras celdas en grupos de a siete y
nos obligan a caminar con nuestras piernas atadas con cadenas”,
agrego el niño. Su trabajo era empaquetar cucharas de plástico en
cajas.
Incluso los
detenidos políticos heridos son obligados a trabajar: “tenía un
hueso roto, pero un soldado me forzó a salir de mi celda a trabajar
de todas formas, sin ninguna consideración por mi dolor,” dijo un
ex prisionero.
Hay mas de
375 presos palestinos en
la carcel Telmond, la mayoría son niños. A los menores que trabajan,
se les da solamente dos comidas diarias, una a las 11:00 pm y otra a
las 6:00 am. Los oficiales israelíes también intentan obtener
información de los niños sobre miembros de la Resistencia Palestina,
dice el articulo.
Casi 400 niños
palestinos están actualmente encarcelados en prisiones israelíes y
en campos de detención, la mayoría de ellos por debajo de los 16 años
de edad. Están bajo las peores formas de abuso, como castigo físicos,
humillación y abusos sexuales, según la ONG Defensa de las Niñas y
Niños Internacional / Seccion Palestina
(DCI/PS por sus siglas en ingles).
DCI/PS y
otras organizaciones de derechos humanos que trabajan en los
territorios ocupados por Israel, frecuentemente reportan violaciones
sistemáticas contra las leyes internacionales diseñadas para
salvaguardar los derechos de los niños privados de libertad.
Según
DCI/PS, estas violaciones comenzaron antes de la segunda intifada de
septiembre del 2000. Ya en julio de 1999 hubo un documental que
evidenciaba el incremento de las violaciones contra los derechos de
los niños en cuanto a los procesos y normas de detención.
En los años
recientes, la organización reporto el aumento de niños palestinos
arrestados entre las edades de 13 y 14 años. Hay también un
importante aumento en el tiempo de las
condenas que
sufren los niños. Además, las condiciones de detención se
deterioraron, con frecuentes ataques de los guardias israelíes contra
los niños.
Según la
Fundación de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), los niños
prisioneros de Israel tienen prohibido el derecho a la educación y a
recibir visitas de sus familias y abogados. Estos niños que están
bajo prisión israelí, se ven también privados de la educación a
causa de las restricciones impuestas en los territorios ocupados, como
la clausura de colegios, confiscación de sus hogares o toques de
queda.
El Ejercito
Israelí –según la UNICEF– “recurrió al excesivo uso de
fuerza, demoliciones de hogares, incrementando las severas
restricciones de movilidad y clausuras policiales,
perjudicando gravemente la economía palestina y las
condiciones de vida”. Como resultado, “una generación de niños
palestinos está privada del derecho a la educación”, en violación
a la ley internacional.
Israel esta
obligada a asegurar el acceso a la educación a todo niño palestino,
según el Cuarto Acuerdo de la Convención de Ginebra, y las leyes de
guerra en la Convención de Naciones Unidas por los derechos del niño.
Israel firmo ambas convenciones internacionales.
Publicado en
Al-Jazeera, 26/10/06
Árabes
israelíes se mantuvieron firmes en el cruce de Jalama
Un
estancamiento en el cruce de Jalama provocó el desmayo de una mujer
con dos niños, mientras un soldado apuntaba con un arma para
obligarles a apurar el paso. Palestinos que esperaron seis horas en un
puesto de control cercano a Jenin, denunciaron que uno de los soldados
israelíes disparo y les apunto con su arma. El ejercito israelí abrió
investigaciones sobre las denuncias.
Según los
testimonios obtenidos por Ydeot Aharonot, el cruce estaba
bloqueado desde la tarde hasta el anochecer. Árabes israelíes, que
esperaban sus permisos para visitar a familiares en Jenin se
encontraban entre las personas en el cruce.
El chequeo
de seguridad progresaba muy lentamente por razones desconocidas, y
decenas de personas fueron obligadas a aguardar en una pequeña sala
de espera, por horas. Debido a las precarias condiciones de la sala,
una mujer y dos niños se desmayaron. Los presentes entonces exigieron
entonces a los soldados que le presten asistencia, y un soldado apunto
su arma hacia ellos, según los denunciantes.
“Es una desgracia tratar
a ciudadanos de esta forma”
Jaber Abd
Al-Hamid (44), residente de un pueblo en el Galil, que se encontraba
entre los presentes en el cruce, dijo a Ydeot Aharonot: “Fui con
cuatro parientes a visitar a una familia en Jenin que perdió a su
hijo. Volvimos al cruce aproximadamente a las 4:30 pm y vimos que había
una larga fila de gente esperando. Pregunté por qué a la gente no se
le permitéa ingresar y respondieron que adentro había una multitud
aun mayor.”
Al-Hamid se
enteró que otras personas en la fila esperaban desde las 2:30 pm.
“Después de un tiempo nos dejaron pasar a la habitación, estimo
que no era mayor de 80 metros, y había cerca de 200 personas
esperando, incluyendo muchas mujeres y niños”, dijo.
“No había
lugar donde sentarse y nada para comer. Solamente una angosta hilera
de personas atravesando el puesto de seguridad para volver a
Israel”, dijo Al-Hamid.
“A causa
del gran hacinamiento, vi que dos chicos y una mujer se desmayaron
justo frente a mí”, recordaba. “Después de eso, la gente empezó
a decirle a un soldado que había niños que se desmayaron, y en lugar
de responder, apunto su arma contra nosotros. Es una desgracia que nos
traten así”.
Según
Al-Hamid,
todavía a las 10:00 pm había aproximadamente 50 personas en la sala
de espera. “No hay razón para retenernos allí tanto tiempo. Somos
ciudadanos árabes israelíes que no intentamos cruzar ninguna
frontera, y no había razón para retenernos y tratarnos de esa
forma.”
Publicado en
Ydeot Aharonot, 25/10/06
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