IAR-Noticias,
10/11/06
En una operación de
acción psicológica orientada a "lavar su imagen" luego de
masacrar a 83 palestinos en una semana, en Beit Hanún, el estado de
Israel anunció que ha cerrado herméticamente los territorios de
Cisjordania y Gaza durante el fin de semana por temor a atentados
"terroristas" palestinos.
O sea que, el Estado
invasor que bombardeó durante 33 días consecutivos Líbano,
asesinando a 1200 civiles y devastando su infraestructura y economía,
y que desde la invasión del 26 de junio en Gaza ya mató a a más de
310 palestinos, entre ellos niños y mujeres, ahora se presenta como
"víctima del terrorismo islámico".
El mando militar
judío informó en un comunicado de que el cierre fue impuesto al
amanecer y no se permite la entrada de palestinos de esas dos regiones
al territorio de Israel.
El estado de alerta
máxima en Israel fue declarado después de que el miércoles 18
civiles palestinos murieran en un bombardeo erróneo del Ejército
israelí en el norte de Gaza.
Según la
investigación preliminar, siete proyectiles de 155 milímetros
alcanzaron varios edificios de viviendas en Beit Hanún, donde, entre
las víctimas, hubo trece miembros de una misma familia.
El Ejército israelí
sostiene que el "accidente" se debió a una tarjeta
electrónica defectuosa instalada en los sistemas de guía del cañón
cinco días antes del bombardeo.
El incidente recuerda
la masacre de Qana, en Líbano, en julio pasado, cuando la aviación
judía mató a más de 60 personas, entre ellas 37 niños, aduciendo
un "error de cálculo".
Luego del bombardeo,
distintas organizaciones armadas palestinas amenazaron con reanudar
los atentados suicidas en Israel, mientras organizaciones
internacionales y la ONU condenaba el asesinato militar.
En una operación de
aprovechamiento para "recuperar imagen" y justificar nuevas
operaciones represivas, los servicios de seguridad israelíes
señalaron que tienen en su poder más de ochenta amenazas de
atentado, una decena de ellas concretas, argumento con el que luego
justificaron el cierre de fronteras.
Mientras tanto, y con
su propia decadencia interna en ebullición, en Israel decenas de
homosexuales fueron detenidos hoy por la policía cuando estaban
concentrados en un parque de Jerusalén para llevar a cabo la Marcha
del "Orgullo Gay".
El miércoles pasado,
a tres meses de su derrota militar en Líbano, donde perpetró un
genocidio militar de 33 días matando a 1.200 civiles, y destruyó la
economía y la infraestructura de ese país, el Estado de Israel
retomó hace siete días sus operaciones represivas a gran escala en
la Franja de Gaza con una ferocidad que hizo recordar el genocidio
perpetrado en Líbano.
Durante siete días
de sangrientas incursiones las tropas judías mataron a 81 palestinos
entre los que se contabilizan mujeres, niños, y una niña de 12 años
ejecutada por un francotirador del ejército israelí.
Luego de la matanzael
jefe de la oficina política de Hamás, Jaled Meshal, amenazó hoy a
Israel con vengarse por los crímenes cometidos por su ejército en la
localidad palestina de Beit Hanún.
"Tenemos una
gran confianza en que los brazos armados (de Hamás) respondan a las
masacres israelíes y se venguen de estos crímenes", aseguró
Meshal -considerado el jefe "de facto" de Hamás- en una
rueda de prensa en Damasco, donde tiene su residencia habitual.
El presidente
palestino, Mahmud Abás, calificó la ofensiva de "masacre"
y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que intervenga de forma
urgente para frenar las agresiones israelíes.
El portavoz el
Gobierno de Hamás, Ghazi Hamad, abogó por que Israel "sea
borrado de la faz de la tierra" y acusó al Ejecutivo de ese
país de estar constituido por una "banda de criminales"
Otro dirigente del
grupo islámico, Nizar Riyan, advirtió de que Hamás "debe
reanudar los ataques suicidas y los secuestros de soldados israelíes
en respuesta a los crímenes de Israel" y que "todas las
opciones quedan abiertas y son legítimas para responder a estos
crímenes".
En un comunicado de
la oficina del primer ministro, Ehud Olmert, él y su ministro de
Defensa, Amir Peretz, ofrecieron a la ANP "asistencia humanitaria
urgente y cuidado inmediato para los heridos".
La Operación
"Nubes de Otoño", con 81 palestinos asesinados en una
semana, ya superó la "Operación Arco Iris" de mayo de
2004,cuando el ejército sionista de Sharon asesinó a 70 palestinos
en tres días de incursión aérea y terrestre en la región de Rafah.
La nueva operación
masacre iniciada el miércoles pasado, que los militares israelíes
denominan de "limpieza de terroristas", ya sacude a todo
Medio Oriente y hace temer a los observadores una reacción
generalizada de las organizaciones islámicas en toda la región,
incluido Líbano, donde ya se han producido incidentes armados entre
tropas israelíes y las fuerzas de la ONU en la frontera.