EEUU
e Israel buscan provocar una guerra civil
entre palestinos
Por
Yusuf Fernández
Amanecer
del Nuevo Siglo, febrero 2007
Durante
años, Israel no ha dejado piedra sin remover en sus esfuerzos por
provocar una guerra civil entre los palestinos. En los primeros días
que siguieron al Acuerdo de Oslo, Israel presionó a Yasser Arafat
para que lanzara una campaña de represión contra Hamas, pero el líder
palestino no cayó en la trampa israelí. Abbas ha evitado también
caer en la trampa al insistir en el diálogo como medio de hacer que
Hamas se una al proceso político, lo que llevó a los israelíes a
acusarle de “dialogar con el terrorismo.” En el verano de 2006,
Israel lanzó un ataque en gran escala contra Gaza, que causó la
muerte a más de 300 personas, con el fin de sabotear los esfuerzos
dirigidos a asegurar la aceptación por parte de Hamas de la así
llamada “Carta de los Prisioneros,” que aceptaba una solución
basada en dos estados, contenía un reconocimiento implícito de
Israel e intentaba crear una estructura de mando común entre Hamas y
Fatah.
La
Administración Bush parece estar también interesada en obligar a
Abbas a reprimir a Hamas. Bush ha decidido suministrar 86,4 millones
de dólares para reforzar las fuerzas de seguridad leales a Abbas. El
dinero norteamericano será utilizado para “ayudar a la presidencia
de la Autoridad Palestina a cumplir los compromisos que le
corresponden y que vienen contenidos en el Plan de la Hoja de Ruta,
entre ellos el desmantelamiento de la estructura del terrorismo y el
establecimiento de la ley y el orden en Cisjordania y Gaza,” indicó
un documento norteamericano obtenido por Reuters. Además, EEUU ha
enviado un cargamento de 6.000 fusiles de asalto a la Fuerza 17, un
cuerpo de élite vinculado a Fatah. Por su parte, Mushir al Masri, un
alto responsable de Hamas, acusó a EEUU de intentar promover una
revuelta contra el gobierno de Hamas.
Responsables
norteamericanos y europeos han visitado una base en Jordania donde
Fatah está entrenando a unas tropas, conocidas con el nombre de
Brigadas Badr, con el fin de reforzar la posición del presidente
palestino Mahmud Abbas en cualquier posible enfrentamiento que se
produzca con Hamas, indicaron fuentes próximas a los visitantes a
Reuters el pasado 25 de diciembre. Según esta información, EEUU envió
recientemente a un oficial de medio rango a visitar las instalaciones
de entrenamiento en Jordania para mantener allí conversaciones
informales. Un responsable militar de un país europeo visitó también
la base de forma separada para hablar con los jefes militares de Badr
y conocer cuáles eran sus necesidades, señalaron esas fuentes. Hasta
1.000 miembros de la Brigada serían desplegados inicialmente en la
Franja de Gaza y en la Cisjordania ocupada como parte de los esfuerzos
realizados por EEUU para reforzar el poder de Abbas, indicaron las
mismas fuentes. Éstas añaden que EEUU no ha suministrado hasta ahora
formación militar o equipos militares a Badr, pero ha ayudado a
coordinar los preparativos de su despliegue.
Las
Brigadas Badr reforzarían eventualmente a la guardia presidencial de
Abbas y otros servicios de seguridad controlados por Fatah, indicaron
las fuentes. La Administración Bush está intentando recabar también
el apoyo del Congreso para la aprobación de una partida
presupuestaria de 100 millones de dólares dirigida a reforzar a la
guardia presidencial de Abbas y ampliar su control sobre los puntos
fronterizos estratégicos.
Responsables
israelíes han señalado que EEUU ha desempeñado un papel fundamental
en lo que se refiere a organizar el envío de cargamentos de armas y
municiones destinados a la guardia presidencial palestina desde Egipto
y Jordania. Según diversas fuentes, Egipto ha transferido una gran
cantidad de armas y municiones a las organizaciones de la Autoridad
Palestina en la Franja de Gaza. Esta acción estaba destinada a
reforzar a los grupos vinculados a Fatah. Estos responsables israelíes
manifestaron a la Agencia France Presse (AFP) que dichos envíos
fueron realizados a petición de Abbas. La guardia presidencial de
Abbas cuenta en la actualidad con unos 3.700 hombres. Con la ayuda de
EEUU y sus aliados, Abbas espera incrementar sus efectivos hasta los
4.700 en un período comprendido entre los 12 y los 18 meses.
Asimismo,
el periódico israelí Haaretz ha revelado que Israel decidió
autorizar estos envíos de armas ligeras y municiones a la guardia del
presidente palestino, según indicó Amos Gilad, un alto responsable
del Ministerio de Defensa israelí. Los envíos, que fue aprobados por
el primer ministro, Ehud Olmert, y el ministro de Defensa, Amir Peretz,
permitirán a Abbas “poner en práctica la valiente decisión que ha
tomado de enfrentarse a Hamas,” señaló Gilad, que dirige la división
de seguridad política del Ministerio.
El
presidente estadounidense, George W. Bush, ha firmado también
recientemente el Acta contra el Terrorismo Palestino, que prohíbe la
ayuda norteamericana directa a la “Autoridad Palestina controlada
por Hamas” en tanto que Hamas se niegue a reconocer a Israel,
renunciar a la violencia y reconocer los anteriores acuerdos firmados.
Sin embargo, como señala el periodista Nicola Nasser, “Hamas está
ahora insistiendo en la reciprocidad, un principio obligado que la OLP
debería de haber puesto como precondición en las negociaciones de
paz desde que Israel mostró su mala fe al excluir unilateralmente a
Jerusalén Este del resto de los territorios palestinos ocupados en
1967 poco después de la Declaración de Principios de Washington de
1993.”
En
Fatah, existen individuos que consideran a Hamas un mayor enemigo que
el propio Israel, especialmente desde que Fatah fue derrotado en las
elecciones parlamentarias del pasado año. Mohammed Dahlan, antiguo
jefe de seguridad en Gaza, encabeza indudablemente esta lista. Sus
discursos atacan más a Hamas que a Israel. En uno de ellos, Dahlan
lanzó un duro ataque contra el movimiento al que calificó de
“banda de agentes asesinos a sueldo de Irán” y prometió “dar
una lección a Hamas”. La respuesta de Hamas fue rápida. “Dahlan
y sus cohortes,” indicó un portavoz del grupo, “son
agentes de la CIA que están intentando empujar al pueblo palestino
hacia el caos y la guerra civil con el fin de hacer un servicio a EEUU
e Israel. Incluso la gasolina que utilizan en sus desplazamientos es
pagada por la CIA, “añadió. Cabe señalar que el grueso de los
miembros de las agencias de seguridad, controladas por Fatah, en la
Franja de Gaza y Cisjordania se niegan a cumplir las órdenes del
gobierno de Hamas. El presidente Abbas ha retirado, además, al
gobierno la mayor parte de sus competencias relativas a la seguridad.
Según
algunas informaciones, Mohammed Dahlan, habría supervisado el
reciente ataque contra el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh,
cuando éste regresaba a Gaza. El hijo de Haniyeh resultó herido, uno
de sus ayudantes falleció y otros 90 fueron también heridos. Tras el
ataque, se produjeron choques entre milicianos de Hamas y Fatah. Tales
incidentes son vistos por los palestinos y por la calle árabe y
musulmana como hechos vergonzosos.
Por
otro lado, EEUU ha intentado destruir cualquier iniciativa destinada a
resolver la disputa entre Fatah y Hamas a través de la creación de
un gobierno de unidad nacional. El 18 de noviembre, la revista británica
The Economist informó de que el teniente general Kenneth Dayton,
responsable norteamericano de seguridad para la región, había
declarado que el Cuarteto debería abandonar cualquier esperanza
relativa a la creación de un gobierno de unidad nacional y apoyar a
Mahmud Abbas, por cualquier medio que necesitara, con el fin de
ayudarle a lanzar una ola de represión contra Hamas. The Economist
citó a una fuente diplomática que señaló que los otros tres
miembros del Cuarteto –la ONU, la Unión Europea y Rusia–
rechazaron esta sugerencia porque “equivaldría a respaldar a uno de
los lados en una futura guerra civil.” La declaración de Dayton está
en línea con la respuesta hostil de la Administración estadounidense
e Israel al Informe Baker–Hamilton, que pide a EEUU que haga algunas
concesiones a los palestinos en el marco de una iniciativa más amplia
para estabilizar Oriente Medio.
De
este modo, EEUU espera que la ayuda militar y financiera, que está
siendo canalizada con el consentimiento israelí, permita a Fatah
derrotar a Hamas. De este modo, lo que Israel fue incapaz de hacer, a
pesar de su ocupación militar, sería realizado por Fatah por cuenta
de EEUU e Israel. Sin embargo, muchos palestinos, incluyendo algunos líderes
de Fatah, como el veterano Faruk Kaddumi, que reside en Damasco, ven
la “ayuda” norteamericana como un injerencia en los asuntos
internos palestinos, dirigida principalmente a alimentar las llamas de
una guerra civil entre palestinos para beneficio de Israel y de sus
intentos de liquidar la cuestión palestina. De este modo, esta política
estadounidense podría volverse contra sus patrocinadores. Jalid
Mishaal, jefe del Buró Político de Hamas, ha advertido que si EEUU e
Israel ponen al gobierno de Hamas contra las cuerdas, podrían generar
una tercera intifada. Si los esfuerzos de mediación árabes son
saboteados y la disputa entre Fatah y Hamas no se resuelve pacíficamente,
el proceso de paz podría quedar indefinidamente bloqueado y nadie en
la región se vería libre de las repercusiones, incluyendo Israel.
|