Vencedores
y vencidos
Por
Immanuel Wallerstein
Agence
Global, 01/07/07
Rebelión, 03/07/07
Traducido por Anahí Seri
Es
fácil ver quiénes son los perdedores. Más difícil es determinar si
hay vencedores. Durante el mes de junio se produjo un dramático
enfrentamiento entre Fatah y Hamas en Gaza. Los sucesos se
desarrollaron del siguiente modo: el Presidente Abbas disolvió el
gobierno encabezado por Hamas, del cual formaba parte Fatah. El Prime
Ministro Ismael Haniya dijo que era ilegal y se negó a reconocer la
disolución. Ambas partes emplearon la fuerza contra la otra. Hamas
ganó en Gaza sin ningún esfuerzo. Todos los líderes de Fatah
abandonaron Gaza y se marcharon a Cisjordania, donde Abbas nombró al
nuevo gobierno encabezado por Salaam Fayyad, un gobierno sin los
miembros de Hamas. Ahora, Hamas tiene un control de hecho completo de
Gaza. Fatah controla Cisjordania, aunque con algo menos de seguridad
que Hamas en Gaza. En Cisjordania, no sólo existe Hamas, si bien por
el momento de forma un poco clandestina, sino que la Brigada de los Mártires
de Al-Aqsa, nominalmente integrada en Fatah, actúa autónomamente y
ni está realmente bajo el control de Abbas ni aprueba su actual política.
Abbas
se encuentra en una posición débil. Se ha dirigido al mundo exterior
– USA, la Unión Europea, los gobiernos árabes
"moderados" (básicamente Egipto y Jordania), y a Israel,
pidiendo cuatro cosas: amor, dinero, armas y un avance sustancial
hacia un estado palestino independiente. De momento ha recibido
grandes cantidades de amor, algo, pero no todo el dinero que Israel le
debe a la autoridad palestina, nada de armas (aunque es posible que
venga una entrega limitada) y nada en lo que se refiere a la llamada
solución final con Israel.
Abbas
necesita establecer su autoridad en Cisjordania. La nueva tarea de
Tony Blair consiste en ayudarle en este sentido (y no es ésa la única
tarea de Tony Blair). En vista de lo poco probable que resulta que
haya negociaciones serias sobre la solución final, a Abbas le va a
resultar difícil. Y se enfrenta a un grave dilema: qué hacer con
Gaza. Si ignora Gaza en su totalidad, y no organiza ayuda de alimentos
o humanitaria para Gaza, eso significará de hecho renunciar a la
unidad de un posible estado palestino. Si proporciona asistencia, eso
puede menoscabar sus probabilidades de conseguir más dinero (por no
hablar de armas) de quienes le apoyan en el exterior, y en particular
de Israel. En mi opinión, Abbas y Fatah van a salir perdiendo mucho.
Mientras
USA, la Unión Europea y tanto Egipto como Jordania están intentando
volver a crear una situación en la cual se excluye a Hamas del
gobierno de la autoridad palestina, tal vez pronto lamenten su éxito.
Y es que, a menos que Abbas obre un milagro, hay más guerra en el
horizonte, y su resultado es incierto. Dado que esto está ocurriendo
en el mismo momento en que Iraq está, al fin, ante un auténtico
colapso, y en el que están aumentando las voces republicanas que
reclaman una reducción inmediata de la intervención de las tropas
estadounidenses (entre ellas las de senadores republicanos con tanto
poder como Richard Lugar y John Warner), el que haya más guerra en
Israel / Palestina no beneficia en absoluto a los intereses de USA, la
Unión Europea, Egipto o Jordania. De modo que yo contaría también
este grupo entre los perdedores.
Luego
está el gran, gran perdedor - Israel. Bien es cierto que Ehud Olmert
y su gabinete no parecen estar de acuerdo. Están tan empeñados en
aislar a Hamas por su presunto carácter terrorista que son incapaces
de apreciar ni siquiera lo que va en su propio interés. Pero obsérvese
la situación de Israel. Tienen conflictos con los palestinos desde
hace muchísimo tiempo. Se puede considerar un conflicto continuo
desde 1997 (la primera intifada), desde 1967 (la Guerra de los Seis Días),
desde 1948 (la creación del estado de Israel), desde 1917 (la
Declaración de Balfour). No se trata del único conflicto de tan
larga duración, pero los demás se han resuelto más o menos.
Deberíamos
compara el conflicto Israel-Palestina con el conflicto Afrikaner -
negros africanos en Sudáfrica, el conflicto entre Unionistas y
Republicanos en Irlanda del Norte, el conflicto entre USA y China
después de 1949. En cada uno de estos casos, ambos lados tenían
objetivos y retóricas diametralmente opuestas. En cada uno de estos
casos, cada lado tenía sus partidarios de la línea dura, quienes
denominaban "extremistas" (o "terroristas") a los
partidarios de la línea dura del otro lado. En cada uno de estos
casos, parecía prácticamente imposible salvar la brecha entre ambos
lados. Y sin embargo, en cada uno de estos casos se consiguió
finalmente una solución final, una solución que al menos puso fin a
la violencia.
¿Cómo
se pudo llegar a eso? La solución política no se logró sino cuando
en ambos lados llegaron al poder lo que los franceses denominan interlocutores
válidos. ¿Qué es un interlocutor válido? Es un grupo, a
menudo encarnado en un líder en particular, que tiene un apoyo
sustancial, sigue una "línea dura" en su política, y por
tanto está en situación de poder garantizar una solución de
compromiso si se ponen de acuerdo. En Sudáfrica, la solución fue
entre F.W. De Klerk y el Partido Nacionalista, por una parte, y Nelson
Mandela y el Congreso Nacional Africano, por otra. En Irlanda del
Norte, la solución fue entre el reverendo Ian Paisley y el Partido
Democrático Unionista, por luna parte, y Gerry Adams y el Sinn Fein
por otra. Las tensiones entre USA y China llegaron a su fin cuando el
Presidente Richard Nixon fue a Beijing a entrevistarse con Mao Zedong.
Hay
un detalle llamativo en cada uno de estos casos. Hasta el último
momento, al menos uno de los dos bandos decía que nunca jamás
transigiría con el otro porque eran personas infames en las que no se
podía confiar. En cada caso, hicieron justamente eso. Las razones
eran variadas, pero el realismo y el agotamiento fueron factores
determinantes para la solución final. Y en cada caso, cada una de las
partes aceptó compromisos dolorosos, y sin embargo fue capaz de
mantener el apoyo de sus propios seguidores.
¿Existen
a día de hoy estos interlocutores válidos en Israel /
Palestina? Del lado israelí, Ariel Sharon podría haber asumido ese
papel. Ehud Olmert es demasiado débil para ello. Y por el momento no
parece haber un sucesor de Sharon. Del lado palestino, Hamas podría
desempeñar ahora ese papel. No está claro si lo podrá desempeñar
en el futuro. Por esa razón es difícil afirmar que Hamas ha sido el
vencedor de la reciente confrontación. Y por esa misma razón es difícil
afirmar que Arabia Saudí, que hace tan sólo unos meses había
montado un gobierno conjunto Hamas-Fatah, haya salido vencedor.
¿Y
ahora qué? No sólo estamos esperando a que surjan unos interlocutores
válidos, sino que estamos a la espera de que los implicados
reconozcan que ésa será la única manera de acabar con el conflicto.
Es posible que tengamos que esperar bastante.
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