Los libros de texto
israelíes y la literatura infantil promueve el racismo y el odio a
palestinos y árabes
Educación israelí
en el odio
Por
Maureen Meehan (*)
wakeupfromyourslumber.com,
17/07/07
Rebelión,
20/07/07
Traducido por Beatriz
Morales Bastos
Según
recientes estudios académicos e informes, tanto los libros de texto
israelíes como la literatura para niños retratan a los palestinos y
a los árabes como "asesinos", "alborotadores",
"sospechosos" y en general como atrasados e improductivos.
La deslegitimación directa y el estereotipo negativo de palestinos y
árabes son más la regla que la excepción en los libros de texto
israelíes.
El profesor
Daniel Bar-Tal de la universidad de Tel Aviv estudió 124 libros de
texto de primaria, de secundaria y de enseñanza superior de gramática
y literatura hebrea, historia, geografía y educación ciudadana. Bar-Tal
concluyó que la visión de los libros de texto israelíes presentan
una visión en la que los judíos están involucrados en una guerra
justificada e incluso humanitaria contra un enemigo árabe que se
niega a aceptar y reconocer las existencia y derechos de los judíos
en Israel.
"Los
libros de texto dedicados a los más pequeños tienden a describir los
actos de los árabes como hostiles, desviados, crueles, inmorales,
injustos, con la intención de herir a los judíos y de aniquilar el
Estado de Israel. En este marco de referencia, los árabes son
deslegitimizados con el uso de calificativos como 'ladrones',
'sanguinarios' y 'asesinos'", afirmó el profesor Bar-Tal y añadió
que durante años prácticamente no se han revisado los currículos de
manera positiva.
Bar-Tal señaló
que los libros de texto israelíes siguen presentando a los judíos
como industriosos, valientes y decididos a hacer frente a las
dificultades de "mejorar el país de unas maneras de las que los
árabes son incapaces". Desde los años cincuenta a los años
setenta los libros de texto en hebreo se centraron en la gloria del
pasado antiguo de Israel y en cómo los árabes "descuidaron y
destruyeron" la tierra hasta que los judíos volvieron de su
exilio forzoso y la hicieron renacer "con ayuda del movimiento
sionista".
"Esta
actitud sirvió para justificar la vuelta de los judíos e implica que
estos se ocuparon lo suficiente del país como para convertir las ciénagas
y desiertos en florecientes tierras de labranza; esto deslegitimiza de
manera eficaz el derecho árabe a la misma tierra", declaró Bar-Tal
al Washington Report. "El mensaje era que los palestinos
eran primitivos, descuidaron el país y no cultivaron las
tierras".
Este
mensaje, continuó Bar-Tal, se enfatizó todavía más en los libros
de texto por medio del uso de flagrantes estereotipos negativos que
describían a los árabes como "poco cultos, inferiores,
fatalista, improductivos y apáticos". Además, según los libros
de texto, los árabes eran "tribales, vengativos, exóticos,
pobres, enfermos, sucios, ruidosos, de color" y "quemaban,
asesinaban, destruían y se exacerbaban fácilmente".
Los libros
de texto que actualmente se utilizan en el sistema escolar israelí,
afirma Bar-Tal, contienen una denigración menos directa de los árabes,
pero siguen utilizando estereotipos negativos cuando se refieren a
ellos. Señaló que los libros de texto en hebreo -lo mismo que en árabe-
utilizados en la escuela elemental y en la enseñanza secundaria
contienen pocas referencia a los árabes y a las relaciones entre árabes
y judíos. El coordinador de las ONGs palestinas en Israel afirmó que
tampoco se mencionan apenas los grandes acontecimientos históricos.
"Cuando
yo estaba en el instituto hace 12 años, apenas aparecía en los
libros de texto la fecha de '1948' excepto para mencionar que hubo un
conflicto, que los palestinos se negaron a aceptar la resolución de
Naciones Unidas y que en vez de ello huyeron", afirmó Jamal
Atamneh, coordinador del Comité de Educación Árabe en Apoyo de los
Ayuntamientos Locales, una ONG con base en Haifa. "Hoy la idea
que se comunica a los niños en edad escolar es básicamente la misma:
en todo conflicto hay vencedores y vencidos. Cuando enseñan acerca de
'paz y co-existencia', es para enseñarnos cómo llevarse bien con los
judíos".
Atamneh
explicó que los libros de texto utilizados por cerca de un millón de
árabes israelíes (una quinta parte de la población de Israel) están
en árabe, pero han sido escritos y publicados por el ministerio de
Educación israelí en el que los palestinos no tienen influencia o
acceso.
"Los
palestinos desempeñan menos de un 1% de los trabajos en el ministerio
de Educación, sin contar a los profesores", afirmó Atamneh.
"En los últimos 15 años ni un solo nuevo profesor palestino ha
sido nombrado para desempeñar un cargo de responsabilidad en el
ministerio. No hay palestinos implicados en la preparación del currículo
en lengua árabe y, evidentemente, en Israel no existe nada parecido a
la discriminación positiva".
Además, en
Israel no existen universidades en lengua árabe. La universidad de
Haifa, señaló Atamneh, ha mantenido un porcentaje constante de un
20% de estudiantes árabes en los últimos 20 años. "¿Cómo ha
podido permanecer igual esta cifra durante todos estos años cuando la
población en el norte [de Israel] ha crecido a más de un 50% de
población árabe?"
Respondiendo
a su propia pregunta, Atamneh recita las estadísticas que reflejan
los excelentes resultados entre los estudiantes árabes que contrastan
con los que recita después de resultados inferiores a la media en exámenes
de acceso a las facultades en lengua hebrea realizados por el Estado.
"Nunca
se conceden becas importantes a ningún árabe; no hay dormitorios
para árabes ni trabajos relacionados con la facultad o programas de
ayuda financiera. [Los israelíes] justifican esta discriminación
legal con el hecho de que [los árabes] no sirven en el ejército.
Existen muchos flagrantes métodos legales para mantener a los árabes
fuera de las universidades".
Ausencia
de identidad palestina en los libros de texto
El Dr. Eli
Podeh, profesor del departamento de Estudios Islámicos e Historia de
Oriente Próximo en la Universidad Hebrea de Jerusalén, afirma que
aunque lentamente se están llevando a cabo algunos cambios en los
libros de texto israelíes, en ellos nunca se toca la discusión de la
identidad nacional y civil palestina.
"Se
introdujeron pasajes de 'expertos' sobre la existencia de identidad
palestina, pero, en general, parece que los autores de los libros de
texto no tienen muchos deseos de adoptarlos", afirmó el Dr.
Podeh y añadió que "no se discute la conexión entre los
palestinos de Israel y los árabes en países árabes. Es
especialmente evidente la falta de discusión sobre el encaminar a los
palestinos hacia los territorios [ocupados]".
"Aunque
los nuevos libros de texto tratan de corregir algunas de las primeras
distorsiones, en estos libros [nuevos] también hay mentiras abiertas
y encubiertas", afirmó el Dr. Podeh. "La clase dirigente ha
preferido (o se ha sentido forzado a) fomentar el encubrimiento y
condenar la perplejidad".
Un alumno de
un instituto público israelí dijo al Washington Report que
los contenidos de los libros de texto y los puntos de vista expresados
por algunos profesores de hecho tienen un duradero efecto negativo
sobre la actitud de los más jóvenes respecto a los palestinos.
"Nuestro
libros básicamente nos dicen que todo lo que hacen los judíos está
bien y es legítimo, y que los árabes se equivocan y son violentos, y
que están tratando de exterminarnos ", afirmó Daniel Banvolegyi,
un estudiante de instituto de 17 años de Jerusalén.
"Estamos
acostumbrados a oír lo mismo, sólo una parte de la historia. Nos
enseñan que Israel se convirtió en un Estado en 1948 y que los árabes
empezaron la guerra. No mencionan lo que les ocurrió a los árabes
– nunca mencionan nada sobre los refugiados o los árabes que
tuvieron que dejar sus casas y sus ciudades", afirmó Banvolegyi.
Banvolegyi,
que este otoño será profesor agregado de instituto y después, el próximo
verano, será reclutado por el ejército israelí, afirmó que discute
con sus amigos acerca de lo que él considera racismo en los libros de
texto y por parte de los profesores. Señaló un inquietante ejemplo
de lo dañinos que pueden ser los libros de texto y las actitudes
preponderantes.
"Un
chico me dijo que estaba enfadado por algo que había leído o
discutido en la escuela y que le dio ganas de pegar al primer árabe
que viera", dijo Banvolegyi. "En vez de enseñar tolerancia
y reconciliación, las actitudes de los libros y algunos profesores
son cada vez más de odio hacia los árabes".
Banvolegyi
habló de sus compañeros de clase que, dijo, "se mueren de ganas
de entrar en combate y matar árabes. Traté de hablar con ellos pero
me dijeron que este país no les importa. Pero a mí sí me importa y
por ello les dije que la paz y la justicia son la única manera de que
las cosas funcionen".
Educación
racista israelí
Considerando
lo que las escuelas tienen que ofrecer, tanto Banvolegyi como Atamneh
están de acuerdo en que la tradición oral es una de las pocas
maneras de aprender la verdadera historia.
"Por
desgracia, los libros israelíes para niños no son una opción para
promover la igualdad en esta sociedad", dijo Atamneh, citando un
libro escrito por el escritor e investigador israelí Adir Cohen
llamado Un cara fea en el espejo.
El libro de
Cohen es un estudio sobre la naturaleza de la educación de los niños
en Israel que se centra en cómo la clase dirigente histórica ve y
describe a los árabes palestinos, y en cómo perciben a los
palestinos los niños judíos israelíes. Una sección del libro se
basaba en los resultados de un estudio realizado entre un grupo de
estudiantes de 4º a 6º grado en una escuela de Haifa. Se les hizo a
los alumnos cinco preguntas acerca de su actitud respecto a los árabes,
cómo los reconocían y cómo se relacionaban con ellos. Los
resultados son tan sorprendentes como alarmantes:
El 70% de
los niños describieron al "árabe" como un asesino, alguien
que secuestra niños, un criminal y un terrorista. EL 80% dijo que veía
a los árabes como sucios y con cara aterradora. El 90% de los alumnos
afirmó que los palestinos no tenían derecho alguno sobre la tierra
en Israel o Palestina.
Cohen estudió
también 1.700 libros israelíes de niños publicados después de
1967. Descubrió que 520 de los libros contenían descripciones
humillantes, negativas, de los palestinos. También puso mucho esmero
en desglosar las descripciones: el 66% de los 520 libros se referían
a los árabes como violentos; el 52% como malvados; el 37% como
mentirosos; el 31% como codiciosos; el 28% como falsos; el 27% como
traidores, etc.
Cohen señala
que los autores de estos libros para niños inculcan eficazmente el
odio hacia los árabes por medio de despojar a estos de su naturaleza
humana y de clasificarlos en otra categoría. En una muestra de 86
libros, Cohen contó las siguientes descripciones utilizadas para
deshumanizar a los árabes: homicida se utilizó 21 veces; serpiente,
6 veces; sucio, 9 veces; animal vicioso, 17 veces; sanguinario, 21
veces; belicista, 17 veces; asesino, 13 veces; creyente de mitos, 9
veces; y joroba de camello, 2 veces.
El estudio
de Cohen concluye que estas descripciones forman parte de convicciones
y una cultura rampante en la literatura y libros de historia hebreos.
Escribe que los autores y escritores israelíes confiesan que retratan
deliberadamente de este modo el carácter árabe, especialmente para
su público más joven, con el objetivo tanto de influenciar desde
temprano su punto de vista como de prepararlos para tratar con los árabes.
"Así
que se puede ver que si se crece leyendo o estudiando en estos libros,
nunca se habrá conocido otra cosa", afirmó Atamneh.
"Pero
en el caso de los palestinos, nosotros hemos crecido a 500 metros de
lo que era nuestra ciudad o nuestro pueblo y que ahora es un
asentamiento árabe. Nuestros padres y abuelos nos hablan de ello;
constantemente hablan de ello. Es el único camino".
(*)
Maureen Meehan es una periodista free-lance que cubre Cisjordania y
Jerusalén.
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