Ingresan
hoy a Paraguay unos 400 efectivos de EEUU que tendrán inmunidad
Por
Stella Calloni, corresponsal
La
Jornada, 01/07/05
La
reciente decisión del Congreso de Paraguay de permitir el ingreso de
tropas de Estados Unidos a ese país, con inmunidad, permiso de libre
tránsito y permanencia para sus soldados con vigencia hasta diciembre
de 2006 y prorrogable automáticamente, es uno de los golpes más
fuertes que Washington ha descargado sobre el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Renunciando
a su poder jurisdiccional, ya que las tropas pueden entrar y salir,
trasegar armamentos y medicamentos y actuar en cualquier lugar del
territorio sin nuevas autorizaciones, el gobierno de Paraguay abrirá
las puertas a un primer contingente de 400 marines -según se estima
el 1º de julio- que pueden llegar a sumar hasta miles de soldados,
como denuncian diversas organizaciones humanitarias y sociales de
Argentina, donde la preocupación crece a medida que se van teniendo
nuevos datos sobre esta situación.
Paraguay
no podrá investigar los delitos que pudieran cometer estos soldados y
no podrá demandar a Washington ante la Corte Penal Internacional
(CPI), violando su propia legislación ya que está adherida a ésta.
Además de la situación de conflicto social que vive este país,
donde por estas horas hay cortes de carreteras y la movilización de
los campesinos que reclaman sus derechos, se incrementa por la falta
de respuesta, nadie duda entre los expertos regionales que estas
tropas incursionarán sobre la zona de la Triple Frontera (Paraguay,
Brasil y Argentina), lugar elegido por Washington desde hace tiempo
para instalar un asentamiento militar.
Esto
-se señala- está dentro de los planteos geoestratégicos de
Washington de extender las bases en las cuáles los sitios fronterizos
son "ideales" para mantener tropas de Despliegue Rápido y
otras dentro del remozado esquema de la Guerra de Baja Intensidad (GBI)
y los proyectos de contrainsurgencia, bajo el disfraz de la guerra
antiterrorista.
Organizaciones
argentinas preparan un documento en el que señalan que el país
vecino, donde transcurrió una de las historias más ricas y dramáticas
de la región, ha sido "deshonrado" por la medida votada por
el Congreso el pasado 26 de mayo -tal como adelantó La Jornada en
forma exclusiva en su momento- permitiendo la entrada de las tropas
estadounidenses.
La
reciente visita del vicepresidente de Paraguay, Luis Castiglioni, para
entrevistarse con su colega estadounidense, Dick Cheney; el secretario
de Defensa, Donald Rumsfeld, y el subsecretario de Estado para Asuntos
Hemisféricos, Roger Noriega, entre otros funcionarios, dejó en claro
el papel que se asignará a Paraguay en los entramados geoestratégicos
de los planes de Estados Unidos para la región.
En
las reuniones se trataron temas de seguridad hemisférica, defensa,
lucha contra el terrorismo -en el concepto de Washington- y otros
delitos, además de anunciarse el envío a Paraguay de expertos del
Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa del Pentágono.
Nuevamente
ese país, que bajo la larga dictadura de Alfredo Stroessner
(1954-1989) jugó el papel de virtual base de la Central de
Inteligencia (CIA) y otros organismos, estará sujeto a una situación
similar con la movilización extranjera en su territorio, donde además
los expertos antes mencionados dictarán un "Seminario de
Planificación del Sistema de Seguridad Integral Nacional", en
septiembre próximo.
Por
estos días la canciller de Paraguay, Leila Rachid, confirmó que los
soldados de Estados Unidos que ingresen "para realizar ejercicios
militares" no estarán sujetos a la CPI. La funcionaria salió a
responder a la prensa ante la inquietud de la población que se enteró
tardíamente de lo resuelto, a espaldas de la sociedad local, por el
Congreso. Este privilegio se les otorgó, a pesar de que el gobierno
firmó el Estatuto de Roma y también se contradice con la política
de los socios del Mercosur. De acuerdo con las notas, ingresarán 13
misiones militares de Estados Unidos, y sus integrantes tendrán
estatus de funcionarios diplomáticos administrativos.
Algunos
senadores oficialistas paraguayos fueron consultados sobre la
posibilidad de instalación de una base militar, teniendo en cuenta
que a fines del año pasado entraron tropas también para diversas
tareas no especificadas y estuvieron en distintos lugares del país en
zonas fronterizas. Voceros de la Comisión de Defensa del Senado
paraguayo, sólo se limitaron a responder que Estados Unidos es un
aliado de Paraguay, y "entre aliados tenemos que
defendernos".
Como
se conoce la CIA y otros servicios de inteligencia afines, han tratado
de crear la "psicosis" terrorista en la zona de la Triple
Frontera, lo cuál ha sido desmentido una y otra vez, especialmente
por Brasil y Argentina, pero no ha podido detener la persecución
contra las familias de comerciantes árabes instalados en la región
desde hace largos años. En ese lugar, además, se encuentra la mayor
reserva de agua dulce del mundo, el Acuífero Guaraní, que
"puede garantizar el vital elemento a la actual población del
mundo por 180 años a un promedio de 100 litros de agua por persona, o
sea, que lo conocido hasta la actualidad (datos incompletos) sería un
tanque de la dimensión de la capital, de 200 kilómetros de
alto", señalan organizaciones paraguayas.
Por
esta razón estiman que las tropas -más de un centenar de soldados-
estuvieron el año pasado en Concepción, a unos 400 kilómetros al
norte de la capital paraguaya, además de que mujeres de movimientos
rurales han visto soldados estadounidenses en el Chaco paraguayo y
también en Encarnación, fronteriza con Argentina, según dijeron
recientemente a La Jornada.
También
se recuerda que existe ya un aeropuerto construido por Estados Unidos
en Mariscal Estigarribia, población cercana a la frontera con
Bolivia, donde pueden aterrizar aviones B-52 y Galaxys, capaces de
transportar grandes cantidades de tropas y armamentos. Las
organizaciones paraguayas consideran "criminal" la presencia
de tropas estadounidenses y recordaron lo sufrido por ese país
durante la dictadura de Stroessner, apoyado y financiado por Estados
Unidos, desde donde también surgió la Operación Cóndor, con una de
las bases más firmes en Paraguay.
|
|