Paraguay

 

Entrevista de Radio Mundo Real (Uruguay) con Vidal Acevedo, integrante de SERPAJ Paraguay

Temen por el Acuífero Guaraní

Biodiversidad en América Latina, 22/07/05

Unos 500 marines del Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses se instalaron el pasado 1º de julio en Paraguay para realizar maniobras conjuntas con militares de ese país. El arribo de las tropas generó dudas en diferentes organizaciones sociales guaraníes sobre las posibles consecuencias de la impunidad otorgada a los contingentes extranjeros por el Congreso Nacional.

Mientras el gobierno paraguayo niega cualquier posibilidad de que se instale una base estadounidense, analistas internacionales y organizaciones sociales coinciden en señalar que la aprobación de la Ley de Inmunidad que habilita la entrada de los marines, marca un antecedente de consecuencias impredecibles para el futuro de América Latina.

Efectivamente, el desembarco en Paraguay y la posible instalación de una base militar en Mariscal Estigarribia, a unos 200 kilómetros de la frontera con Bolivia significa un importante avance para los intereses geoestratégicos de Estados Unidos. Desde ese punto geográfico las tropas militares podrán controlar tanto las grandes reservas de hidrocarburos del norte argentino y Bolivia, como la mayor reserva de agua dulce del mundo, el Acuífero Guaraní.

Radio Mundo Real entrevistó a Vidal Acevedo, Coordinador del Programa Desmilitarización y Alternativas No Violentas del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) de Paraguay, quien señaló detalles de este complejo proceso y subrayó la gravedad del caso para el destino de la región.

¿Qué información maneja SERPAJ con respecto a la posible instalación de una base militar estadounidense?

Nosotros decimos que están dadas las condiciones para que se instale una base militar en Paraguay, porque en el Chaco, más precisamente en la localidad de Mariscal Estigarribia, bastante cerca de la frontera con Bolivia, ya hay una pista donde pueden aterrizar aviones B–52 y Galaxys, que están capacitados para movilizar grandes cantidades de tropas y armamentos. Por otro lado, la resolución 503 del Congreso Nacional otorga inmunidad absoluta a las tropas norteamericanas por 18 meses y ya permitió el ingreso de 499 efectivos militares para supuestos entrenamientos conjuntos en un período que comenzó el pasado 1º de julio y que supuestamente terminaría en diciembre de 2006, aunque se trata de una autorización prorrogable.

En su opinión, ¿cuánto afecta esta resolución a la soberanía nacional?

En términos jurídicos significa una verdadera violación jurisdiccional, ya que mediante esta decisión se le está otorgando absoluta impunidad a los efectivos militares estadounidenses. Nuestro país no va a poder realizar ningún reclamo en caso que se dañen personas o propiedades, ya que Estados Unidos no reconoce a la Corte Penal Internacional y no ha ratificado el Estatuto de Roma. Incluso la ministra de Relaciones Exteriores, Leila Rachid, reconoció que los marines gozan de total inmunidad y que si cometen delitos en nuestro país solo podrán ser juzgados en los Estados Unidos.

¿Qué se esconde detrás de la llegada de estos efectivos militares?

Según nuestro análisis, esto tiene que ver con el creciente interés de los Estados Unidos por aumentar su influencia en América del Sur, básicamente por los innumerables recursos naturales con los que cuenta nuestra región. Paraguay se encuentra situado sobre el Acuífero Guaraní, la mayor reserva de agua dulce del mundo. Es indudable que el envío de tropas está relacionado con esto y también teniendo en cuenta la reserva de gas y petróleo que existe en la frontera con Bolivia, donde están actualmente los marines. El gobierno de Estados Unidos sabe que en los próximos 15 o 20 años la crisis energética será más grave aún y su actual estrategia geopolítica está supeditada a eso.

Hay que tener en cuenta además que Bolivia atraviesa un momento de alta conflictividad social, no sería descabellado pensar que la intención de Estados Unidos es la de instalar una base militar para contar con mayor rapidez de acción por parte de sus efectivos militares en caso de cualquier levantamiento popular. El gobierno de Estados Unidos siempre está buscando nuevos mecanismos para mantener su hegemonía.

Teniendo en cuenta la gravedad de estos acontecimientos, ¿cuál ha sido la reacción de la población?

Nosotros nos enteramos de este tema a partir de una serie de Notas Reversales entre el gobierno de Paraguay y la Embajada de Estados Unidos, quienes acordaron esta resolución sin que ningún legislador emita comentarios o difunda lo que estaba sucediendo. La mayoría de la población se enteró por intermedio de la prensa y cuando prácticamente ya estaban llegando los marines.

En el caso de Serpaj, estamos trabajando con movimientos y organizaciones sociales, tratando de planificar acciones de repudio ante esta situación. Estamos pensando en realizar manifestaciones en los lugares donde se vayan a realizar acciones militares combinadas. De todas formas, se puede decir que hasta el momento las reacciones son bastante tibias a pesar de la gravedad de los sucesos.

¿Cuál es la situación en la Triple Frontera, teniendo en cuenta el interés de militarizar esa zona manifestado por Washington?

En ese caso la excusa que pone el gobierno de Estados Unidos es la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Ciudad del Este es una zona esencialmente comercial y que tiene una comunidad árabe muy importante, entonces las autoridades norteamericanas han puesto como excusa que desde allí se solventan económicamente a cuadros terroristas. En realidad el tema es que esa zona es un punto clave para controlar el Acuífero Guaraní y los innumerables recursos naturales del continente.

Es cierto que el narcotráfico y el contrabando son muy fuertes es esa zona, pero de hecho quienes están involucrados son militares y policías. Hace poco tiempo, un contrabando de cigarrillos muy importante fue incautado en Argentina y quien terminó detenido por manejar la avioneta es un coronel del ejército paraguayo. Bajo la excusa de la lucha contra estos males, el gobierno de Estados Unidos va marcando presencia y estudiando las posibilidades que presentan las riquezas naturales de la región.

Hay que tener en cuenta que allí se encuentran además importantes represas hidroeléctricas y mediante el control de los ríos que confluyen en esa zona, Estados Unidos empezará también a controlar el Acuífero Guaraní, que es sin duda su principal objetivo.

¿Cómo se explica la posición del gobierno paraguayo?

Nosotros lo entendemos como parte de un acercamiento sistemático que lleva adelante el gobierno paraguayo con la administración de George W. Bush. No hay que olvidar que al asumir Nicanor Duarte Frutos la primera señal política que envía es un viaje a Washington para reunirse con todos los principales jerarcas de la Casa Blanca. En la misma línea, el vicepresidente Luis Castiglioni estuvo recientemente en Estados Unidos definiendo políticas comunes en temas de seguridad. El innegable acercamiento entre ambos gobiernos deja en evidencia que Estados Unidos lamentablemente comienza a tener desde Paraguay una mayor influencia en la región.

Por otro lado, la mayoría de las empresas trasnacionales con presencia en la región son norteamericanas, entonces el acercamiento de Duarte Frutos busca mantener ciertos privilegios económicos, que por otra parte contribuyan a fortalecer al Partido Colorado, que lleva más de 60 años en el poder.

¿Cómo sintetizarías la situación política interna de Paraguay? ¿Dónde se encuentran las alternativas para los movimientos populares?

El gobernante Partido Colorado es el principal responsable de la pobreza, injusticia social e impunidad que reina en nuestro país. Lamentablemente sigue aprovechándose del poder basándose en la trilogía Gobierno, Partido y Fuerzas Militares. Por intermedio de prebendas y manteniendo a los funcionarios públicos como su mayor caudal electoral ha logrado mantenerse como fuerza mayoritaria.

Por otra parte, los “partidos de oposición”, como el Partido Liberal, en realidad no ejercen esa función y mantienen la misma línea conservadora, entonces es difícil hablar de alternativas políticas clara, al menos pensando en los próximos años.

Las esperanzas están centradas en que la incidencia política de las organizaciones campesinas sea cada vez más fuerte. Actualmente el movimiento campesino de Paraguay es quien está marcando la construcción de ciudadanía con mayor fuerza, porque lamentablemente el sindicalismo en nuestro país atraviesa una etapa bastante decadente.

Los campesinos juntos a otras organizaciones sociales emergentes, como movimientos juveniles o trabajadores “gancheros” (*), fueron quienes frenaron la puesta en marcha de la Ley de Privatizaciones 1615, a partir de movilizaciones constantes, cortes de ruta y bloqueos de caminos.

Estos movimientos son actualmente la principal voz contestataria dentro de todo esta horrenda situación que atraviesa Paraguay


(*) En Paraguay se le llama así a los recicladores de basura que trabajan en el vertedero Cateura, en las afueras de Asunción. (Radiomundoreal.fm–Uruguay).

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