Corrupción, terrorismo y petróleo
Los turbios negocios de la familia
Bush en Venezuela
Por Edgar González
Ruiz (*)
ADITAL,
23/06/04
El gobierno de Bush Jr. ha
promovido una sangrienta intervención militar en Irak y ha tratado
por todos los medios, desde el cuartelazo hasta la vía "democrática",
de desestabilizar al gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela. Las dos
naciones tienen en común sus enormes recursos petroleros.
El gobernador de Florida, Jeb Bush,
hermano del presidente Bush y gobernador de Florida ha sido uno de los
más estridentes promotores del derrocamiento de Chávez, a quien ha
llegado a llamar "un tipo loco" a cuyo gobierno es
"aislarlo en la comunidad internacional es importante". Según
el cuestionado gobernador "El apoyo que recibe Chávez de (Fidel)
Castro y el apoyo que Castro recibe de Chávez los incita. Aislarlos
tendría un potencial significativo para la región, para América
Latina".
Pero, independientemente de la
implausible retórica de defensa de "la democracia" con la
que se intenta justificar la desestabilización de Venezuela, el clan
Bush ha tenido desde hace mucho tiempo intereses y vínculos en ese país,
concretamente con empresarios multimillonarios que, al igual que Jeb,
no han hecho su fortuna beneficiando a otros, y con conocidos
personajes del exilio cubano que han pasado por Venezuela.
En un reportaje del periodista
Gerardo Reyes, difundido el 19 de noviembre de 2000 desde Miami, se
menciona que en 1977, cuando su padre fue nombrado director de la CIA,
Jeb se estableció en Venezuela como representante del Commerce Bank,
de Tejas, perteneciente a James Baker, quien era amigo de Bush Sr. y
fue después secretario de Estado. Para entonces, Jeb hablaba español
con fluidez gracias a su relación con la mexicana Columba Garnica,
que es su esposa, por lo cual "la familia fue aceptada rápidamente
por la rica sociedad petrolera de Venezuela". En 1980, cuando su
padre fue electo vicepresidente se encaminó a Miami, a la que
considera "la ciudad más internacional del país". En los años
siguientes, para hacerse millonario Jeb se unió al urbanista cubano y
directivo de la anticastrista Fundación Nacional Cubano Americana,
Armando Codina, con quien ganaba grandes comisiones, hasta de 50.000 dólares,
por conseguir inversionistas a la firma de Codina, en lo que era un
obvio tráfico de influencias. Se relacionó también con Miguel
Recarey, empresario cubano-americano que fue acusado de un fraude
millonario con dinero federal aportado a sus centros médicos en
Miami. Recarey desvió dinero destinado a servicios públicos de salud
de Miami, para organizar, a través de su firma, la International
Medical Centers (IMC), servicios hospitalarios para los mercenarios de
la Contra nicaragüense. Asimismo, Jeb recibió 75 mil dólares de esa
empresa para encontrarle un nuevo local, labor que nunca llevó a
cabo.
Con ese tipo de negocios, en 1994,
a sus 41 años, Jeb tenía una fortuna de más de 2 millones de dólares.
Tres años después, Recarey dijo que «compraba influencias» a Jeb
Bush y otras figuras políticas poderosas en los años 80 y que gastó
una buena cantidad de dinero en contratar a Jeb Bush y a personas
cercanas al ex presidente Ronald Reagan y al entonces vicepresidente
George Bush para tratar así de evitar que los inspectores federales
acabaran cerrando sus negocios. Después de sacar unos 300 millones de
dólares de las arcas del Estado, Recarey se escapó precisamente a
Venezuela para después volar a España. Al conocer estas acusaciones,
Jeb lo negó todo: los cheques que recibió de Recarey eran fruto de
comisiones de la venta de bienes raíces.
Es bien sabido que desde la
gobernación de Florida, Jeb Bush ha apoyado a sus amigos y socios del
exilio cubano radical, que a su vez han participado en diversos tipos
de operaciones de Venezuela. En 2001, Jeb Bush, y los congresistas
Lincoln Diaz-Balart e Ileana Ros-Lethinen, junto con la Fundación
Heritage y el senador republicano de extrema derecha Jesse Helms,
apoyaron la nominación del exiliado cubano Otto Reich,
ultraderechista de negra trayectoria, como secretario asistente para
el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. Reich encabezó
la Oficina de Diplomacia Pública del Departamento de Estado durante
el gobierno de Ronald Reagan y fue embajador de Estados Unidos en
Venezuela de 1986 a 89. Asimismo, se le ha acusado de apoyar el
fallido derrocamiento de Chávez en 2002, cuya cabeza visible fue
empresario Pedro Carmona, presidente de la patronal venezolana Fedecámaras
y con intereses en el sector petrolero. Entre las primeras medidas que
anunció el efímero dictador en su gobierno que sólo duró 48 horas
fue que duplicaría la cantidad de petróleo exportada por Venezuela y
que suprimiría las exportaciones a Cuba, medidas evidentemente
dictadas por el gobierno de Bush, principal promotor del golpe contra
Chávez.
También en 2002, el senador demócrata
Christopher Dodd dijo que cuando era embajador, Reich había ayudado a
Orlando Bosch, exiliado cubano acusado de terrorismo, a escapar a
Estados Unidos. Bosch había estado en prisión en Venezuela en relación
con el bombazo que derribó en Barbados un vuelo de Cubana de Aviación
en 1976. En febrero de 1987 Orlando Bosch salió libre de la cárcel
venezolana y se allí se dirigió ilegalmente a Estados Unidos gracias
a una visa que le tramitó Reich. En ese país fue rápidamente
detenido por no haber respetado la libertad condicional. Ante ello, la
Fundación Nacional Cubano Americana, así Ileana Ros Lethinen y Jeb
Bush, quien entonces trabajaba con ella, organizaron una intensa campaña
para su liberación.
Además de Bosch, también participó
en el atentado el anticastrista Luis Posada Carriles, quien, según
anota el periodista colombiano Hernando Calvo Ospino, desde 1967
trabajaba para la CIA en Venezuela como "asesor de los cuerpos de
seguridad encargados de reprimir a las organizaciones de
izquierda". Añade Calvo Ospino que el proceso contra los
culpables del bombazo, "fue accidentado debido a la sucesión de
recursos de la defensa". Tuvo que trasladarse el sumario al fuero
militar, pues la jueza que seguía el caso en lo civil lo dejó por
amenazas de muerte. Elio García, presidente de la Corte Marcial, no
cedió y le asesinaron a su hijo. "Con tales antecedentes se
tendría que ser muy ingenuo para no pensar que la complicidad de la
CIA estaba por algún lugar. Mas suspicacia se crea cuando el gobierno
estadounidense decide no aportar ni una frase de información al
sumario sobre Posada o Bosch".
Pero otros miembros de la familia
Bush tienen también relaciones importantes en Venezuela. Luego del
fallido golpe de Estado contra Chávez se señaló como una de sus
principales promotores a Gustavo Cisneros, magnate de la televisión y
amigo del ex presidente George Bush padre. Cisneros negó públicamente
su papel en un supuesto golpe de Estado, pero el semanario Newsweek
apuntó que Pedro Carmona "fue visto salir de la oficina de
Cisneros" antes de ir al Palacio de Gobierno para jurar como
presidente provisional. Según Newsweek, el legislador venezolano
Pedro Pablo Alcántara declaró a la revista que la breve dictadura de
Carmona fue organizada en las oficinas de Cisneros, y que éste fue
"el jefe supremo" del supuesto complot. La publicación señaló
también que Otto Reich había hablado con Cisneros "dos o tres
veces" durante la intentona. Una de las llamadas fue hecha por
Cisneros para avisar a Reich el sábado 13 de que una multitud de
enfurecidos partidarios de Chávez había rodeado el edificio de su
emisora de televisión, Venevisión.
De acuerdo con fuentes venezolanas,
el jueves 11 de abril de 2002, cuando se produjo un enfrentamiento
entre chavistas y antichavistas, con un saldo de unos 25 muertos, la
mayoría de ellos del bando de Chávez, Pedro Carmona no estaba en la
marcha sino, invitados por Cisneros, estaba cómodamente instalado en
el búnker de Venevisión, junto con el presidente de la Conferencia
Episcopal, Baltazar Porras, el empresario periodístico Rafael Poleo y
otros personajes (www.rebelion.org/internacional/aram210402.htm).
No es raro, por ende, que se haya
identificado a Cisneros como el prospecto de Bush para enfrentar a
Hugo Chávez en las futuras elecciones presidenciales, que se podrían
adelantar si la oposición ganara el próximo referéndum cuya
realización está siendo apoyada por Estados Unidos.
De 57 años, Gustavo Cisneros
Rendiles tiene una fortuna de alrededor de 5 mil millones de dólares,
una de las mayores de América Latina, luego de la del mexicano Carlos
Slim. Cisneros ha ocupado el puesto 64 de los 500 más ricos del mundo
según la revista Forbes.
De ascendencia cubana, Cisneros es
el mayor accionista de Univisión, la principal cadena de habla
hispana de Estados Unidos y posee en algunos países canales de mucha
audiencia como Venevisión en Venezuela, ChileVisión, Caracol
Televisión de Colombia, Caribean Communications Network, también
tiene la embotelladora Panamco y es accionista de Coca Cola, la
transnacional de la cual por cierto fue empleado el hoy presidente
mexicano Vicente Fox. Junto con su cónyuge, Patricia Phelps, ha
figurado en la lista de invitados ilustres de la Casa Blanca incluidos
por Ronald y Nancy Reagan. Se ha señalado que en la relación
amistosa de Bush padre con Cisneros pesa el proyecto empresarial de
primero de ellos de incorporar a la empresa estatal Petróleos de
Venezuela a su lista de negocios en Texas. (noticias. Com, 6 de junio
de 2004).
Gustavo Cisneros comparte
excursiones de pesca lo mismo en Venezuela que en Florida con su amigo
George Bush, y demostrando que el capital no tiene escrúpulos ni
ideología tambien cultivo relaciones con el gobierno de Bill Clinton
de cuyo Secretario de Relaciones Exteriores Cyrus Vance fue
interlocutor.
Cisneros pertenece al Consejo
Internacional de Asesores de la Sociedad de las Américas (The
Americas Society), asociación "sin fines de lucro" donde
participan también David Rockefeller y el empresario mediático
chileno Agustín Edwards, quien fue una de las piezas claves en la
conspiración contra el gobierno constitucional de Salvador Allende,
para lo cual recibió apoyo de la CIA.
En enero de 1985, fueron arrestados
en Venezuela varios simpatizantes del líder estadounidense Lyndon
Larouche y les confiscaron 200 copias de un libro titulado Narcotráfico
S. A. (Dope Inc), donde se afirmaba que la familia Cisneros tenía
conexiones con personajes e instituciones dedicadas al lavado de
dinero. Años después, los editores presentaron documentos que
afirmaban que el 14 de febrero de 1985 un avión ejecutivo de Pepsi-Cola
Corp. de Venezuela, operado por una empresa de la familia Cisneros (Aeroservicios
Alas), fue sometido a una inspección por agentes del Servicio de
Aduanas en Hollywood, Florida, que encontraron una bolsa con 50 gramos
de cocaína en su interior. Cisneros admitió el incidente del avión
pero alegó que el servicio de aduanas no había formulado cargos.
Hermano de Gustavo y segundo en el
manejo del emporio familiar, Ricardo Cisneros resultó involucrado en
el más estruendoso escándalo financiero de la historia de Venezuela:
el descalabro del Banco Latino en 1994, a raíz de lo cual, una juez
venezolana dictó orden de arresto contra Ricardo acusándolo de
fraude en su calidad de miembro de la junta directiva del banco. Según
la acusación los directivos del banco aprobaron créditos a empresas
-algunas de su propiedad- por encima de los límites establecidos y
desviaron fondos del banco. Ricardo, quien estaba fuera del país
cuando se libraron las órdenes de captura, permaneció en el
exterior.
Por otra parte, colaborador
venezolano del presidente Bush jr es Luis Giusti, quien funge como su
asesor en asuntos energéticos. Luis Giusti, quien fue presidente de
Petróleos de Venezuela (PDVSA) de 1994 a 1999, pretendió la
privatización de esa empresa estatal. Según el economista petrolero
Rafael Quiroz, Giusti siempre cuestionó el patriotismo, el
nacionalismo y la soberanía, alegando que tales términos "había
que adecuarlos a las realidades del mundo de hoy", para dar a
entender que había que desprenderse de PDVSA. "Aquí se esgrimen
consideraciones de soberanía y de patriotismo. Ya basta de eso".
(El Nacional, 7 de julio de 1998, página E/2), argumentaba Giusti.
Luego en agosto del mismo año (1998) durante la 54 Asamblea Anual de
Fedecámaras afirmó: "Yo creo que la empresa debe ir a colocar
sus acciones en el mercado". Al dejar su cargo en PDVSA, Giusti
fue a radicar a Estados Unidos ".para retornar laboralmente a la
Shell Petroleum Corporation, a la que muy probablemente nunca dejó de
servir. Allí, como eficiente "Shell-man", trabaja ahora
para sus antiguos patronos y hoy también convertido en "Bush-man"
asesora al presidente estadounidense George W. Bush en su Plan Energético
para el hemisferio.."
(*) Edgar González Ruiz. Escritor
y autor del libro Cruces y Sombras.
|
|