El
gobierno cede ante la estrategia “democrática” del imperialismo
Ahora,
permitir el fraude es una “victoria estratégica”
Juventud de Izquierda
Revolucionaria
Editorial,
28/6/2004
Es indudable que la oposición de derecha y
el imperialismo gringo han logrado su objetivo y han avanzado en su
camino contra el pueblo trabajador venezolano. Pues, para comprender
con la seriedad que requiere la actual situación y el devenir de los
próximos meses, lo primero que debemos hacer es desechar la
irresponsable retórica de Chávez y el resto del alto gobierno, de
hacer aparecer la convocatoria al referendo revocatorio como una
estrategia “a lo Zamora en Santa Inés”. Se trata de comprender
que desde hace algún tiempo el imperialismo privilegió el “camino
democrático” para lograr su objetivo contrarrevolucionario, ante la
derrota sufrida a manos de la intervención del movimiento de masas,
en abril de 2002 y durante los 2 meses del paro patronal y el saboteo
a PDVSA, y en menor grado, la derrota de los militares alzados de
Plaza Altamira. Derrotas que se quedaron a medias, que no hundieron a
la oposición, precisamente por la política conciliadora del
gobierno. Así, con su acostumbrada llave de “garrote y
zanahoria”, el imperialismo ha conseguido una vez más, quien se
cale los garrotazos, aunque se defienda, y le de la bienvenida a su
zanahoria.
La presión de los distintos
miembros del gobierno estadounidense (Powell, Rice, Noriega, etc.) así
como las del candidato demócrata Jonh Kerry, se dirigían
precisamente hacia el referendo, de hecho, en una de las declaraciones
más intervencionistas, el Secretario para Asuntos Latinoamericanos,
Roger Noriega, dijo que si el CNE no convocaba el revocatorio, ellos
desconocerían la decisión. ¡Esa era la línea de Washington! Y por
supuesto, el grueso de la oposición mantiene esta línea; hace meses
que el “Bloque Democrático”, el sector más de derecha, se separó
de la “Coordinadora Democrática”. De hecho, las diferencias
internas que tuvo la “CD” en febrero y principios de marzo, cuando
la “guarimba”, tenían que ver con la táctica a seguir para
garantizar que se le aprobaran las firmas y se convocara al referéndum.
Lo de los paramilitares, es casi seguro que sea parte del plan de ese
sector desesperado de la oposición agrupado en ese bloque fascista,
así como también pueden ser parte del “Plan B” del que habla
Enrique Mendoza, pero no son el centro de la estrategia de la oposición.
Es decir, en su combinación de golpes y violencia, con mecanismos
democrático-burgueses, y viceversa, no les quedó otra que el camino
democrático burgués, para darle mejor cobertura y legitimidad a una
mayor presión y posible acción violenta nuevamente.
Por su parte el gobierno, a la par
de firmar el acuerdo con la oposición el 29 de mayo del año pasado,
con el cual se legitimó la impunidad, ha enfilado sus baterías
contra estos sectores de ultraderecha y minoritarios de la oposición,
dejando tranquilos a otros. De manera que el acuerdo de mayo, y luego
la negociación para dar paso al revocatorio -de la mano de la OEA y
el Centro Carter, como sustitutos de los generales golpistas y la
“meritocracia” de PDVSA- son posibles porque Carmona está fuera
del país, porque Carlos Ortega y Carlos Fernández fueron aislados y
alejados de sus bases, porque se aplicó y se aplica la persecución
contra los otros civiles y militares ligados al Bloque (Poggioli, González
González, Robert Alonso, etc.) y porque el gobierno quiere “una
oposición responsable con quien dialogar”, y felicita a la oposición
(léase, a la mayoría de la Coordinadora) “por haber tomado el
rumbo democrático y haberse alejado del golpismo y el terrorismo”.
¡Esa es la situación, el imperialismo privilegió la maniobra democrático
burguesa… y el gobierno no se opuso, al contrario, se la facilita!
Otro
acuerdo para encausarlo todo en los marcos de la democracia burguesa
Una vez claros en que la política
e ir al revocatorio era la línea de la mayoría de la oposición y
del imperialismo, es necesario ubicar por qué Chávez cede y deja
pasar el fraude, concediéndole esa importante victoria a la reacción.
Lo primero que debemos ubicar es
que la política del gobierno en general, y de Chávez en particular,
ha sido al de encauzar la confrontación en los límites del régimen
democrático burgués, en lugar de la movilización combativa y por
objetivos concretos, como arma efectiva en la confrontación con la
reacción. Las movilizaciones que convoca tienen un carácter
demostrativo, pero no más; se convoca a decenas de miles a las
calles, que salen con enorme entusiasmo y ganas de luchar, pero no se
les plantea ningún objetivo concreto, sólo llenar una avenida y
escuchar discursos y líneas. De manera que los únicos momentos en
los que le pueblo trabajador ha podido desplegar su iniciativa en las
calles y las fábricas, ha sido en el contragolpe de abril y en los 2
meses del paro patronal y saboteo a PDVSA. ¡Precisamente dos
ocasiones en los que la movilización obrera y popular no era dirigida
por el gobierno!
En abril el gobierno sabía lo que
se avecinaba, y no llamó a la movilización combativa del pueblo, por
eso cayó, siendo repuesto por la enorme energía popular desplegada
(con su cuota de muertos de por medio), que tocó hasta a los
oficiales y comandantes vacilantes de las FFAA que hasta ese momento
no se habían pronunciado contra el golpe. ¡Rescatado por ese tipo de
movilización que el no convoca! ¡Ni hablar de la pedida de perdón
con la regresó! Durante el paro el gobierno también fue advertido de
lo que se preparaba, pero no actuó en consecuencia. Fue la decisión
de la clase obrera petrolera(1), así como la movilización popular,
lo que determinó la derrota del paro. Es bueno recordar la importante
jornada contra los medios de comunicación, donde durante dos noches
el pueblo los asedió, y en algunos casos logró entrar, ¡eso no fue
dirigido por el gobierno, todo lo contrario! También vale recordar
los intentos en Caracas de hacer una gran movilización simultánea
desde el Oeste y Petare, contra los bastiones de la oposición en
“el este”, que el gobierno intento y logró frenar, conduciéndola
hacia PDVSA-La Campiña para escuchar un discurso de José V. Rangel.
¡Ni hablar de la negociación y la firma del acuerdo en mayo de 2003,
de manos de la OEA y el Centro Carter, sin consultar con el pueblo que
derrotó el paro!
También ocurrió esto en agosto de
2002 con el llamado a respetar la decisión antipopular del TSJ y el
resto de la actuación de los tribunales que legalizaron el golpe,
mientras miles estábamos en la calle contra el TSJ, soportando la
represión de la Guardia Nacional. O durante los sucesos de la “guarimba”,
donde había la posibilidad de movilizarse masivamente y acabar en
poca horas con esas escaramuzas, pero el gobierno llamó a dejarlo
todo en manos de los cuerpos represivos del Estado y los tribunales.
En esos días convocó una marcha para el 28 de febrero en la avenida
Bolívar y más nada. Luego, gracias a esas escaramuzas, presionaron
al CNE y al gobierno a negociar las firmas.
Ahora también, al aceptar el
fraude. Esta vez, mientras en los sectores populares se organizaban
para hacer caravanas y movilizaciones contra el fraude, y se dio una
fuerte protesta de un sector de la vanguardia en el centro de Caracas
contra la decisión del CNE, el gobierno convocó a Miraflores para
“aceptar con disciplina”, “respetar la decisión del árbitro”
y fundamentalmente, para que Chávez apareciera en cadena (como lo
hizo con la espada un día antes del golpe), con la autoridad con la
que cuenta ante el movimiento de masas, a hacer que la gente aceptara
el fraude y la decisión del CNE. ¡Que más que la decisión del CNE,
era la decisión del imperialismo a través de la OEA y el Centro
Carter!
Así las cosas, es claro que el
gobierno de Chávez ha preferido en todo momento, los mecanismos políticos,
electorales, judiciales y policiales del Estado burgués, en lugar de
la movilización combativa de la clase obrera y el pueblo pobre.
El referéndum
es un callejón sin salida
Una vez más se encausa la
confrontación en los marcos de la democracia burguesa, además con
los verdugos del pueblo, que han utilizado desde siempre, una y otra
vez, métodos violentos contra el pueblo trabajador. Prepararse para
la “batalla electoral” es prepararse para la derrota, o cuando
menos, confundir y no decir la verdad a los trabajadores y el conjunto
del pueblo explotado. Si (con fraude y todo de por medio) se da un
resultado que favorezca a la oposición, el gobierno ha dicho que lo
aceptaría, esa sería la peor de las claudicaciones, la coronación
de la traición a todo un pueblo que ha puesto sus esperanzas en Chávez,
además que alentaría y legitimaría cualquier represalia y represión
de las fuerzas reaccionarias y el imperialismo, que desatarán sin
falta alguna. Si el gobierno gana, es más que claro que la oposición
y Washington no lo aceptarían, lo desconocerían y arreciarían su
campaña contra el gobierno, y posiblemente se lancen su “Plan B”
u otra acción violenta.
El gobierno no advierte nada de
esto, ni sobre lo uno ni sobre lo otro. En lugar de esto, ante la
grosera negociación del Comando Ayacucho, ante el hecho de que es ya
un secreto a voces esa negociación de las firmas, y que se evidencia
la justa rabia hacia el fulano comando, Chávez, sin decir ni una sola
palabra de esto, a procedido igual que siempre, sin abrir espacios
para la democracia directa, para la participación popular en la toma
de decisiones: se hizo el loco con los del Ayacucho y ha nombrado a
dedo otro comando, el Maisanta, quien a su vez nombra a los comandos
regionales y así sucesivamente, donde por cierto hay presencia de
muchos que ya estaban en el Ayacucho. ¡No de abajo hacia arriba sino
al revés! Tan vertical e inconsulto como la imposición de
candidatos. ¡Una vez más la “democracia participativa” se
muestra como una falacia! De tal suerte que quienes dirigirán la
lucha de todo el pueblo, no serán los sindicatos, círculos
bolivarianos, comités de tierras, asambleas populares, etc., ni los
representantes que las bases de estos organismos elijan, ¡no habrá
un comando nacional de los trabajadores y el pueblo pobre, sino que
serán comandados por la serie de personajes que han sido nombrados a
dedo y sus subalternos!
De nuestra parte afirmamos que los
trabajadores y el pueblo, no podemos someternos a este mecanismo
democrático-burgués, no debemos limitarnos a pelear en ese terreno,
hijo de la más vil impunidad y la conciliación. Debemos prepararnos
para la confrontación con todos los métodos de organización y
movilización combativa que tengamos a la mano. No puede quedar el
destino de la clase trabajadora venezolana, una vez más, en manos de
quienes frenan y limitan sus fuerzas y su capacidad, poniéndole una
camisa de fuerzas al encausarla por los caminos de la democracia
burguesa y la conciliación con sus enemigos de siempre, la burguesía
y el imperialismo. Más aún con la reciente reunión Chávez-Cisneros-Carter,
donde se comprometieron a establecer una “mesa de diálogo
nacional” después del 15 de agosto, es decir, dependiendo de lo que
pase, igual se “reconoce la necesidad de un diálogo nacional”,
entiéndase, negociación entre el gobierno, la burguesía y el
imperialismo… el pueblo, al igual que en la “Mesa de Diálogo”
después del golpe de abril, en la “Mesa de Negociación y
Acuerdos” después del paro y tantos otros, estará ausente.
Debemos prepararnos para dar la
pelea, para usar métodos que vayan desde la movilización masiva con
objetivos concretos, la huelga general, hasta el armamento popular.
Esa es la única garantía del pueblo explotado, contra con nuestras
propias fuerzas e influir sobre la base de las Fuerza Armadas, esos
soldados hijos del pueblo pobre, que son los que portan en sus propias
manos las armas. Prepararnos con clara conciencia de clase,
conscientes de la sociedad en que nos encontramos, basada en la
explotación del trabajo ajeno y en la opresión. Ya Carlos Marx dijo
hace mucho tiempo, “la liberación de la clase obrera, será obra de
la clase obrera misma”, pues tiene plena vigencia esta afirmación.
Prepararnos para tomar en nuestras propias manos nuestros destinos,
con la más celosa independencia de clase, no sólo el 15 de agosto,
sino en adelante, pues el 15 no se acaba la explotación ni el
capitalismo.
Notas:
(1) Cuando los gerentes y
directivos comprometidos con el plan de la oposición abandonaron (y
algunos sabotearon los equipos) las instalaciones de PDVSA, los
trabajadores petroleros asumieron sobre sus hombros las
responsabilidades de la industria, luego después vino la intervención
del gobierno y el ejército. Por ejemplo, en la refinería de Puerto
La Cruz (la única que nunca lograron paralizar) los trabajadores
ejercieron un efectivo control obrero en la industria, control obrero
que por cierto, se eliminó con la “reestructuración” llevada a
cabo por el gobierno.
Los límites del
“antiimperialismo” de Chávez
Por
Mario López
En el discurso del 16 de mayo,
durante la marcha “antiimperialista” convocada por el gobierno, a
propósito de la detención de más de 100 paramilitares, Chávez dijo
que “la revolución entraba en su fase antiimperialista…” y que
eso “obliga” a algunas tareas, en función de lo cual lanzó “3
líneas estratégicas: 1) el fortalecimiento del componente militar,
mediante la ampliación del ejército y la mejora de unidades e
implementos militares; 2) la unidad cívico-militar, y; 3) la defensa
popular del territorio nacional”. Este discurso, por supuesto, ha
producido su impacto tanto en los trabajadores y sectores populares
que respaldan al gobierno, como en los grupos de vanguardia y en la
oposición burguesa, que ha pegado el grito en el cielo, sobre todo
con lo de la “defensa popular”. Este artículo, así como el de la
sección de “debate-formación”, se lo dedicamos a la discusión
sobre lo que implica el antiimperialismo, no ya dejando en claro que
no estamos en presencia de una revolución, cosa que es evidente, sino
planteando cómo, no basta con intenciones y declaraciones, si se
sigue atado por muchos lazos y compromisos al imperialismo (como el
suministro seguro de petróleo para la guerra en Irak), así como si
se sigue manteniendo una estructura económica y unas relaciones de
producción que atan a los trabajadores y el pueblo explotado
venezolano a los intereses capitalistas e imperialistas.
Las
presiones del imperialismo y sus aliados
Las declaraciones de Chávez tienen
sus causas en los reiterados intentos del gobierno de Washington por
sacarlo a como de lugar de la presidencia, y avanzar en su plan de
completa recolonización del país. Ya el imperialismo ha sido
derrotado en distintos momentos, por las distintas vías que se la han
jugado: el golpe de Estado de abril, el paro patronal y el saboteo
petrolero, pasando por el fracaso de la Plaza Altamira, el primer “firmazo”,
etc. Sin embargo, ya lo hemos dicho varia veces, esos momentos se
convirtieron en victorias a medias, pues, una y otra vez, el gobierno
no avanzó -y aguantó al pueblo para que no lo hiciera- en derrotar
definitivamente a la oposición proimperialista, dándole en
negociaciones lo que no se había ganado ni en las calles ni en las
industrias. De allí salio el acuerdo del 29 de mayo, dándole crédito
a la otra carta que se jugaba el imperialismo ante su derrota: la
“salida democrática”. Es por la firma de este acuerdo, auspiciado
por la OEA, el Centro Carter y el “Grupo de Amigos”, como
salvadores de la oposición, que el gobierno se compromete con la
salida electoral, dejando correr la impunidad en todos sus niveles,
pues, todo se resolvería en el escenario electoral, y no con
“retaliaciones”. Esta situación de hoy es producto de eso, y no
de otra cosa(1).
Ya más reciente tenemos la
“guarimba” y su relativo fracaso, puesto que gracias al alboroto
que armaron -que bien pudo evitarse(2)- el CNE (con la aprobación del
gobierno) se sentó a negociar con sectores de la oposición, y en el
juego de ir y venir de cifras y más cifras, terminaron estableciendo
criterios que le permitieron a la oposición tener un número de
firmas válidas y otras a reparo, con el cual, sin mayor esfuerzo
pudieron dar otro paso en el fraude durante los reparos, consumándose
el fraude con la convocatoria al revocatorio aprobada por el CNE y el
gobierno, con la presión siempre de la OEA y el Centro Carter. A esto
se le suman las declaraciones de distintos personeros del imperialismo
estadounidense previas a los reparos (Roger Noriega, Condolezza Rice,
Collin Powell) incluyendo al candidato demócrata Jhon Kerry, todos, a
pesar de los matices, acusando a Chávez de impedir el revocatorio y
presionando para que se permitiera esta “maniobra democrática”.
Pero ha sido el descubrimiento y la captura de más de un centenar de
paramilitares colombianos cerca de Caracas lo que ha marcado el punto
de inflexión, siendo que muestra la determinación, de por lo menos
un sector importante de la oposición apoyada por EEUU y sectores de
la ultraderecha colombiana, de avanzar en sus planes, incluso con una
confrontación militar (cuasi invasión) ahora mismo.
Los
compromisos y políticas frente al imperialismo, y el “capitalismo
nacionalista”
Ahora que Chávez anunció que
“la revolución también es antiimperialista”, es necesario echar
un vistazo a las políticas del gobierno, que han mantenido la
subordinación nacional al imperialismo yanqui(3) . Una de las
primeras cosas que hay que mencionar, es que desde el mismo inicio de
las discusiones sobre la nueva constitución (’99) se decidió
“respetar y cumplir todos los compromisos internacionales firmados
por gobiernos anteriores”, que por supuesto, no eran precisamente
compromisos antiimperialistas; así las cosas, no se revisaron
siquiera las privatizaciones (SIDOR, CANTV, etc.) y los avances de la
“Apertura Petrolera” de Caldera, por poner sólo algunos ejemplos.
En lo primeros meses de gobierno, se eliminó el Tratado de doble
Tributación con EEUU, es decir, que las empresas de ambos países no
pagaban tributación al entrar en el otro país, con lo que salían
beneficiados los capitalistas gringos, pues -es evidente para
cualquiera- la proporción de productos estadounidenses que entran a
nuestro país, es abrumadoramente mayor a la de productos venezolanos
que entran allá.
Mención aparte se merece la
continuación del pago de la Deuda Externa -que el año pasado alcanzó,
casi lo misma cantidad que la destinada al gasto público- condenando
al pueblo venezolano a seguir “debiéndole” desde el mismo momento
de su nacimiento a los bancos imperialistas, mandando dinero que debería
emplearse en vivienda, salud y educación, a la banca estadounidense.
También recientemente el gobierno firmó convenios para facilitarle
el gas venezolano a los EEUU, para satisfacer las deficiencias que
tienen. Se le entregó (en cadena nacional) parte importante de la
Plataforma Deltana para su explotación a la Chevrón-Texaco,
precisamente una de las principales transnacionales imperialistas. Y
como hecho de suma importancia, se le suministró sin falta petróleo
al imperialismo yanqui para que moviera su maquinaria de guerra contra
el pueblo iraquí, situación que sigue igual hoy.
Ahora bien, además de toda esta
situación que le hace más llevadera la administración del Estado
imperialista yanqui, Washington tiene un poderoso aliado dentro del país,
como lo es la oposición, gracias a la cual puede dar concreción a
sus planes. Y esto es posible porque la burguesía opositora
(empresarios, banqueros, terratenientes, dueños de medios, etc.)
sigue controlando la banca y las finanzas, las tierras, la producción
ganadera y agrícola, la producción, distribución y comercialización
de alimentos, empresas como la Siderúrgica del Orinoco, la CANTV, las
de la construcción (cemento, bloques, hierro, etc.), los grandes
medios de comunicación de masas (plantas, antenas, espacios radioeléctricos,
grandes imprentas, etc.), entre otras cosas. Todo esto constituye un
valioso arsenal con el cual la burguesía opositora venezolana, aliada
al imperialismo, emprende la lucha interna, que está ligada a los
intereses imperialistas(4). Por supuesto, que si la confrontación se
plantease directamente en términos militares, con grupos de origen
interno o extranjero (paramilitares, invasión, etc.), estas armas
jugarían un enorme papel. ¡Ni hablar de que controlan también a
decenas de miles de hombres armados y entrenados, en todas las policías
estadales y municipales que controlan (sólo la Policía Metropolitana
tiene 12000 efectivos)(5)!
Toda esta situación es posible,
precisamente el proyecto que abraza el gobierno, como lo es el de
desarrollar un “capitalismo nacional” autónomo, en el cual no está
planteada la socialización de los medios de producción y
financiamiento para ponerlos en función de las necesidades del pueblo
trabajador, sino que se mantiene y se consagra constitucionalmente la
propiedad privada burguesa. Ese es el callejón sin salida para la
clase trabajadora y el pueblo pobre, pues se garantiza la existencia
de la burguesía nacional, y con ella, la explotación del trabajo y
un aliado fundamental del imperialismo en nuestro país.
Los
trabajadores y el pueblo pobre deben tomar en sus manos la pelea
contra el
imperialismo y sus aliados de la burguesía nacional
Así las cosas, la respuesta más
atrevida que ha dado el gobierno ha sido el discurso de Chávez del
domingo 16 (además del pedido del Comando Ayacucho de que la OEA
sustituya a Fernando Jaramillo). Lo primero que hay que decir, ante
los planteamientos impresionistas de algunas organizaciones, es que no
es un llamado a organizar milicias populares lo que ha hecho Chávez,
sino a que el pueblo se organice para que vaya a ponerse bajo las órdenes
de los comandantes de las Fuerzas Armadas oficiales. Por otra parte,
también hay, entre quienes mantienen esperanzas en que Chávez
“avance hacia el socialismo”, los que ven aquí un “giro a la
izquierda” que podría ir en ese sentido. Debemos decir claramente
que ese giro, aún cuando no negamos el aspecto progresivo que tiene
(y que desarrollaremos mejor en otro espacio) tiene sus límites
claros, pues nada ha dicho Chávez sobre el cambio de la estructura
económica capitalista del país, al contrario, ha hecho un llamado a
la “unidad nacional” contra el imperialismo, pidiendo tener una
oposición que “haga lo que hizo el ‘Mocho’ Hernández cuando el
bloqueo de las costas de nuestro país en 1902”. Baste con un
ejemplo histórico, como el de la Guerra Civil Española, donde sí
hubo milicias de la clase obrera y los campesinos, Largo Caballero
hablaba de la “dictadura del proletariado”, y sin embargo, por la
política frentepopulista de la dirección, el proletariado español
cayó vencido frente al fascismo burgués-monárquico(6).
Frente a esta situación,
proponemos un conjunto de medidas que ya hemos venido planteando desde
hace bastante tiempo, que deben implementarse no sólo a la hora que
estalle una confrontación militar, sino desde ya, porque tiene que
ver con la verdadera resolución de las necesidades del pueblo
trabajador, y porque la mejor defensa es la ofensiva, además de que
ya hay situaciones que lo ameritan(7).
¡NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA! Para
no seguirle enviando dinero a los bancos imperialistas y destinar ese
dinero a la salud, la vivienda, la educación y demás servicios
sociales.
¡CONTROL OBRERO DE LA PRODUCCIÓN!
Para garantizar que funcione de acuerdo a las necesidades del pueblo
trabajador, y no de los capitalistas privados, para luchar contra el
desempleo. ¡Fábrica cerrada, fábrica tomada y puesta a producir
bajo control de sus trabajadores!
¡EXPROPIACIÓN DE LAS TIERRAS
OCIOSAS! Para hacer efectiva la idea de la tierra sea de quien la
trabaje, y sobre esta base potenciar la producción agroalimentaria.
¡NACIONALIZACIÓN DE LA BANCA BAJO
CONTROL POPULAR! De manera que se pueda financiar un verdadero Plan
Agrario Nacional, dándole crédito barato a los campesinos pobres, así
como facilitar la gestión obrera de la producción.
¡CONTROL POPULAR DE LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN! Para que el pueblo tenga en su poder esta arma y
transmita libremente sus planteamientos, disponiendo de los espacios
como lo decidan sus organismos.
¡NO MÁS ENVÍOS DE PETRÓLEO A LA
MAQUINARIA DE GUERRA IMPERIALISTA Y CONTROL OBRERO Y POPULAR DE PDVSA!
¿Por qué esperar a que nos ataquen para detener los envíos de petróleo
al imperialismo? ¿Acaso el pueblo iraquí si merece ser masacrado con
la ayuda del petróleo venezolano? Debe detenerse ya el envío y
activar el plan comercial alternativo que se tiene pensado para
“cuando nos ataquen”. La mejor manera de luchar contra Bush y
evitar un ataque, es que el imperialismo sufra una derrota en Iraq,
con todas las consecuencias que eso traería. Para esto, debe
establecerse el control obrero y popular de la industria, pues sigue
manejada por burócratas que deciden la política petrolera (como los
convenios con los EEUU) sin consultar con los trabajadores y el
pueblo.
¡ENTRENAMIENTO MASIVO Y ARMAMENTO
DE LOS TRABAJADORES Y CAMPESINOS POBRES! Pues es la única manera de
garantizar la defensa de las conquistas como las tierras tomadas, el
control obrero de la producción, el control popular de los medios, el
control obrero y popular de PDVSA y la defensa nacional en caso de una
ataque imperialista.
Notas:
(1) Es justo hacer notar, que la
impunidad no es sólo “política” o “judicial”, sino que tiene
sus consecuencias nefastas para la clase trabajadora y el pueblo
pobre, aspecto este que desarrollamos, en el artículo “A 2 años
del golpe: la reacción sigue en pie, el gobierno la deja... y el
pueblo pagando las consecuencias de la crisis”, en nuestro número
anterior.
(2) En este articulo que citamos,
exponemos cómo estaba dada la posibilidad para acabar con eso focos
de la oposición, que al final fueron los que empujaron a cierta
negociación con el CNE, pero no fue así por la política del
gobierno.
(3) Esto es cierto, más allá de
las justificaciones que intenten hacer sectores “de izquierda” que
apoyan al gobierno, como por ejemplo el General Visconti, en la
entrevista que aparece en el libro “Del 4 de febrero al 27 de
noviembre. Habla el General Visconti”, defendiéndola por la
“situación internacional y el modo pacífico por el que se llegó
al poder”. Aspecto este que es del todo discutible, y que obedece
además al proyecto propio del gobierno, de un desarrollo capitalista
autónomo, que es lo que desarrollamos en este artículo.
(4) Este aspecto lo desarrollamos
mejor en el artículo “Sólo el proletariado puede ser
consecuentemente antiimperialista”, de la sección “Debate-Formación”
de este número.
(5) Aunque constituyen un recurso
menor, habría que agregar las casas privadas de venta de armas, en
las cuales hay miles de pistolas automáticas, que son armas de
guerra. Es bueno recordar, que en el 2002, durante los meses de mayor
tensión en el país, se agotaron las armas en muchas de estas casas,
así como también las municiones, hecho reconocido incluso por la
prensa burguesa.
(6) Largo Caballero, fue el
dirigente máximo de la UGT (Unión General de Trabajadores) -la otra
central sindical importante, además de la CNT-, Ministro del Trabajo
y jefe del gobierno republicano durante la Guerra Civil Española. La
política de “Frente Popular” (alianza de clases entre el
proletariado y la burguesía republicana) defendida por
“socialistas”, stalinistas, y apoyada por los anarquistas y los
“poumistas” (militantes del Partido Obrero de Unificación
Marxista-POUM) llevó a la clase obrera y el campesinado pobre a ir
detrás de los intereses de la burguesía española, planteando entre
otras cosas, que “primero había que ganar la guerra y luego hacer
la revolución”, política que terminó con la victoria de Franco y
el aplastamiento de las masas revolucionarias, dando paso con ello, a
la Segunda Guerra Mundial.
(7) Es sabido que en el campo
venezolano, sobre todo en el occidente, ha habido casi 200 asesinatos
a dirigentes campesinos y comunitarios en menos de 2 años… ¿cómo
resolver esto sino acudiendo a la autodefensa, si la Fuerzas Armadas
oficiales “no han podido hacer nada”? Además de las distintas
confrontaciones en las que resultan heridos o muertos los militantes
del pueblo trabajador (El 11, 12, 13 y 14 de abril, Los disturbios
contra la decisión del TSJ sobre el golpe, en agosto de 2002, Los Próceres
en enero de 2003, La “guarimba”, etc.).
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