Campaña quieta en el país de las
marchas
Por Humberto
Márquez
Inter Press Service (IPS), 03/08/04
La campaña electoral para revocar
o ratificar a Hugo Chávez como presidente de Venezuela apenas se
despereza a menos de dos semanas del referendo del 15 de agosto, en
contraste con las gigantescas marchas que medían las fuerzas de
oficialismo y oposición en los últimos dos años y medio.
El referendo fue convocado en
junio. En mayo la oposición entregó 2,5 millones de firmas
solicitando el recurso, pero durante todo julio la campaña estuvo
falta de grandes concentraciones y se limitó a caravanas de vehículos,
instalación de algunos kioscos, actos en espacios cerrados y colocación
de afiches por el "Sí" y el "No".
Por el Sí deberán votar quienes
quieran revocar el mandato de Chávez, y por el No quienes deseen que
culmine su mandato sexenal en enero de 2007.
Un visitante que llegue a Caracas o
a otra importante ciudad verá abundantes carteles y afiches en las vías
públicas, con un No sobre fondo dominante rojo, así como vallas,
graffiti e incluso globos suspendidos hasta siete metros sobre el
suelo con el mismo color e inscripción.
En menor cantidad, letreros azules
o en amarillo, azul y rojo, los colores nacionales, invitan a votar Sí.
Pero no hay rostros en los carteles. "Esta es una batalla de Chávez
sí contra Chávez no", comentó a IPS el analista de opinión
Luis León.
Durante julio, los comandos
oficialistas y opositores se concentraron en ubicar y
"juramentar" activistas a los que encargaron la búsqueda de
votos por el Sí o el No, es decir, decenas de miles de partidarios
que ya están comprometidos.
Pero al referendo han sido
convocados 14 millones de electores, y si se cumplen los estimados de
oficialistas, opositores y encuestadoras, la abstención será menor a
30 por ciento, por lo que unos diez millones de votantes acudirán a
las urnas el día 15.
¿Dónde están las marchas y los mítines?
Desde que se agudizó la crisis política al calor de una huelga
empresarial y sindical contra el gobierno, el 10 de diciembre de 2002,
decenas de marchas de opositores y oficialistas, algunas con más de
300.000 personas, recorrieron las calles de Caracas con réplicas en
otras ciudades.
Una marcha, quizá la más grande
en la historia de Venezuela, se aproximó al palacio de gobierno el 11
de abril de 2002 y, al disolverse en un confuso tiroteo que dejó 19
muertos y decenas de heridos, desencadenó un golpe de Estado que
separó del poder a Chávez durante 47 horas.
La crisis continuó, animada por
vistosas manifestaciones y mítines de adversarios o de partidarios de
Chávez, en tanto los medios de comunicación, en especial la televisión
privada que milita contra el presidente, saturaban sus espacios con
notas políticas.
Por contraste, en las últimas
semanas la lucha política ha sido palaciega, de reuniones y debates
en torno al dispositivo electoral, más los actos de comandos
militantes en anfiteatros y unas pocas caravanas de vehículos.
La propaganda abierta está
limitada por el poder electoral: cada estación de radio o televisión
puede transmitir apenas tres minutos diarios de publicidad por el Sí
o el No, y en los diarios, ésta se limita a media o una página.
El próximo domingo, "un acto
de masas en Caracas demostrará que la mayoría está con el No",
anunció este martes el ministro de Información, Jesse Chacón.
Jesús
Torrealba, portavoz de la
coalición opositora Coordinadora Democrática, dijo a IPS que el día
11 o 12 de este mes "realizaremos una gran marcha y demostración
de calle en Caracas, todo de acuerdo con nuestra estrategia".
La primera fase de la campaña
opositora "consistió en alistar nuestra maquinaria de 350.000
activistas, y la segunda se cumplió el domingo pasado, cuando más de
dos millones de personas firmaron el Acuerdo de Gobernabilidad",
explicó.
Las decenas de partidos y grupos
que integran la Coordinadora elaboraron un Acuerdo de Gobierno para el
que esperan sea un período de transición, 2004-2007, y decenas de
miles de sus seguidores suscribieron el domingo hojas para
respaldarlo.
La campaña arreciará en los próximos
días "sobre todo ubicando, casa por casa, a los 4,7 millones de
personas que en algún momento de estos dos años firmaron algún
texto contra Chávez". "Votan las personas, no los
afiches", sentenció.
Esa estrategia "en realidad
demuestra que la oposición no tiene la fuerza ni el respaldo de calle
con que cuenta Chávez", dijo a IPS Samuel Moncada, dirigente del
comando de campaña oficialista.
"Durante meses pudo parecer
que la oposición era dueña de la calle y de la mayoría, pero no es
así, porque jugaba sola, buscando firmas para el referendo. Ahora que
hay otro actor en campaña, las encuestas muestran dónde está la
mayoría", dijo Moncada.
Cuatro de cinco sondeos nacionales
divulgados en las últimas dos semanas indican que Chávez ganaría el
referendo, según las opiniones emitidas por los encuestados.
"Nuestras plataformas de
información nos indican que eso responde al clima de temor y coerción
que impera en barrios populares y entre los empleados públicos",
dijo Torrealba. "Pero el fenómeno será el voto oculto, de
quienes están callados o dicen otra cosa pero castigarán a Chávez
aprovechando que el sufragio es secreto", sostuvo.
Para Moncada "el voto oculto
que había era el de quienes se consideraban ni-ni (ni con el gobierno
ni con la oposición) pero que a medida que se acerca el referendo han
dejado de ser indecisos y favorecen a Chávez".
El tono dominante de los discursos
sigue siendo el de atribuirse la victoria, y cada bando contempla la
posibilidad de una derrota sólo como producto de algún fraude.
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