Guerra de encuestas en recta final
al referendo
Inter Press Service (IPS),
10/08/04
Caracas. Las encuestas políticas
en Venezuela mostraron claras mayorías de rechazo al presidente Hugo
Chávez durante dos años y medio, pero ahora casi todas indican que
el gobernante probablemente ganará el referendo del 15 de este mes,
en el que 14 millones de electores podrán expresar si revocan o
ratifican su mandato.
Venezuela ”vive una guerra de
encuestas y muchos somos sus víctimas”, deploró Félix Seijas, de
la encuestadora Datos, al desmentir a un diario que afirmó, en su
primera página, que un sondeo de esa firma registró 50 por ciento de
los encuestados contra Chávez y 44 por ciento en su favor.
Según
Seijas, se trató de una
información falsa no verificada, y de los verdaderos resultados de la
encuesta, realizada ”para personas e instituciones muy privadas”,
no es posible ”revelar ningún dato en absoluto”.
Sin embargo, aprovechó para negar
que Datos considere relevante la cantidad de los llamados ”ni-ni”
(ni con Chávez ni con la oposición).
La firma Keller y Asociados encuestó a fines
de junio a 1.200 personas en todo el país y halló entre ellas 34 por
ciento de intención de voto por el ”Sí” (revocación del mandato
de Chávez) contra 45 por ciento por el ”No” (ratificación del
presidente) y 19 por ciento de indecisos.
Pero el director de esa empresa,
Alfredo Keller, comentó puede darse un triunfo muy ajustado de la
revocación, si la oposición capta a los indecisos que no simpatizan
con el gobierno, y una clara victoria de esa opción si todos los
indecisos votan contra Chávez.
”La oposición puede ganar si
capta el voto oculto, de quienes en realidad sufragarán por una opción
distinta a la que confiesan en el cuestionario”, arguyó.
La coalición opositora
Coordinadora Democrática, que impulsó el referendo contra Chávez,
prácticamente adoptó este criterio como su tesis oficial.
”En Venezuela pasará como en
Nicaragua en 1990, cuando las encuestas (preelectorales) daban ganador
al sandinismo (al entonces gobernante Frente Sandinista de Liberación
Nacional) y triunfó la opositora Violeta Chamorro”, dijo a IPS Jesús
Torrealba, portavoz de la Coordinadora.
Sin embargo, el analista Eleazar Díaz
Rangel, ex presidente de la Federación Latinoamericana de
Periodistas, recordó que ”es falso que las encuestas fallasen en
Nicaragua. Fracasaron (las de las empresas) Ecco, Grenberg, Bendicen y
Belden, pero vieron ganadora a Chamorro las de Cid, Borges, Mora y
Araujo y la venezolana Doxa”.
Líderes de la oposición y buena
parte de sus articulistas en la prensa argumentan que el ”voto
oculto” es el de empleados públicos o habitantes de barriadas
populares que, en ambientes dominados por seguidores de Chávez, dicen
que votarán ”No” cuando en realidad, aprovechando el secreto del
sufragio, lo harán por el ”Sí”.
Grenberg, asociada a firmas
venezolanas, entrevistó en junio a 2.000 personas habilitadas para
votar y halló un empate, con el Sí y el No en 48 por ciento cada
uno.
La empresa North American Opinion
Research, con sede en el nororiental estado estadounidense de
Delaware, encuestó en julio a 2.600 personas en las 24 regiones del
país y aseguró que hay 60 por ciento de intención de voto a favor
de Chávez y 35 por ciento en su contra.
Evans/McDonough, también
estadounidense, combinada con la firma local Varianzas, encontró en
julio, al entrevistar a 2.000 personas, que 51 por ciento de ellas
anunciaban que sufragarían por Chávez, y 43 por ciento en su contra,
mientras seis por ciento decían que no iban a votar, por lo que al
consolidar los posibles votos válidos pronosticaron una victoria del
presidente por 55 a 45 por ciento de los sufragantes.
La compañía venezolana
Hinterlaces auscultó en julio a 1.500 personas en las diez áreas más
pobladas del país y encontró 51 por ciento a favor de Chávez, 40
por ciento en contra y 9 por ciento de indecisos o abstencionistas.
Restan por emitir sus resultados
las dos firmas más utilizadas por las empresas privadas en Venezuela,
Mercanálisis y Datanálisis, que desde el segundo semestre de 2001
hasta mayo de este año registraron respaldos a Chávez de 28 y 43 por
ciento, frente a una oposición que capturaba de 57 a 72 por ciento de
las preferencias.
El contraste se explica porque
”una encuesta es una fotografía del momento, del día, y puede
cambiar en un cuadro tan complicado, polarizado y volátil como el
actual”, dijo a IPS el director de Datanálisis, Luis León, quien
se reserva para entregar sus números la próxima semana.
”Durante años la oposición y
los medios de comunicación mostraron encuestas adversas al gobierno y
al presidente Chávez, y ahora que los resultados se invierten,
entonces se rehúsan a presentarlas”, opinó el ministro de
Información, Jesse Chacón.
Germán Campos, de la compañía
Varianzas, dijo a IPS que ”resultados con muestras distintas pero
igualmente válidas pueden ser dispares en un cuadro político tan
cerrado y de una confrontación tan dura” como la vivida en
Venezuela.
Según León, ”en este momento se
puede decir que los dos actores están cercanos”, porque tanto el
oficialismo como la oposición cuentan con un monolítico tercio del
electorado y la decisión está en manos de los ”no alineados”, un
segmento cuya existencia descarta Seijas.
De acuerdo con Evans/McDonough, 86
por ciento de los encuestados por esa firma en julio ya estaban
seguros de lo que votarían, y North American Opinion registró
decisiones tomadas en 92 por ciento de sus entrevistados, por lo que
”la tendencia es clara de que muchos más votarán por ratificar a
Chávez que por revocarlo”, dijo el presidente de la primera de
Evans/McDonough, Alex Evans.
Samuel Moncada, miembro del comando
de campaña oficialista, dijo a IPS que ”el verdadero voto oculto es
el que durante mucho tiempo no mostraron las encuestas, el de
venezolanos que esperaban a ver si habría referendo o no y, planteada
la consulta, expresan su apoyo al presidente”.
En la recta final de la campaña,
el oficialismo, cuya propaganda es más abundante y vistosa que la de
la oposición, apuesta por demostraciones de masas para evidenciar que
es real el apoyo que estrena en las encuestas.
Por el contrario, la Coordinadora
Democrática insiste en una ”campaña silenciosa”, con visitas
casa por casa a quienes ha censado como seguidores suyos, con la
intención de apuntalar la noción de que el 15 de agosto se expresará
el ”voto oculto”.
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