Economía próspera entibia sueño
de Chávez
Por Humberto Márquez
Inter Press Service (IPS), 11/08/04
Caracas. El referendo sobre el
mandato del presidente venezolano Hugo Chávez llega en un particular
momento económico, cuando el producto interno bruto (PIB) crece y el
tesoro se llena por los ingresos del cotizado petróleo, pero la
carestía y el desempleo siguen afectando a la población.
La Comisión Económica para América
Latina y el Caribe coloca a Venezuela primera en la recuperación
regional, estimada en 4,5 por ciento para este año, y prevé un
crecimiento de 12 puntos porcentuales en el PIB nacional.
El producto venezolano, estimado en
112.000 millones de dólares anuales, se contrajo 12,6 por ciento en
2002 y 10,7 por ciento en 2003, en parte por los estragos de la huelga
empresarial y sindical de dos meses contra Chávez, que dejó pérdidas
de más de 10.000 millones de dólares.
"La economía seguirá
creciendo gane quien gane el referendo" del próximo domingo,
afirmó Domingo Maza, director del Banco Central y maestro de varias
generaciones de economistas. "El desempleo bajará durante el
segundo semestre, aunque no de manera precipitada, unos dos o tres
puntos", agregó.
El desempleo abierto descendió en
lo que va de año de 17,5 a 15,5 por ciento de la población económicamente
activa, pero la mitad de quienes trabajan lo hace en la economía
informal, y la falta de un empleo de calidad es el primer reclamo
social en todas las encuestas de opinión.
En el referendo, 14 millones de
electores decidirán si revocan el mandato de Chávez o lo ratifican
hasta enero de 2007. Si el gobernante pierde la consulta, deberá
hacerse una elección presidencial en 30 días para escoger a quien
completará el período.
"La economía crece pero la
incógnita es cómo se sostendrá ese crecimiento y el gasto fiscal
que se ha hecho al amparo de la bonanza petrolera", advirtió a
IPS el economista Orlando Ochoa.
Con los ingresos del petróleo, que
este año logró precios récord por la alta demanda y la guerra de
Estados Unidos contra Iraq, Chávez ha inyectado cuantiosos recursos a
programas para vender alimentos más baratos en barriadas populares,
alfabetizar adultos, completar estudios secundarios y universitarios,
estimular la agricultura y dar créditos a pequeños empresarios.
Otro programa destina 13.000 médicos
cubanos a servicios de atención primaria de salud en barrios pobres.
Son "proyectos importantes
para paliar la situación", indicó el economista Pedro Palma,
"pero se utilizan los recursos de una forma que nadie sabe, sin
controles sobre ese gasto", añadió.
Chávez, quien anunció nuevas
obras públicas en julio con un fondo especial de 2.000 millones de dólares,
aseguró que "todos estos proyectos están a la orden de quien
quiera revisarlos. Cada céntimo puede ser auditado y
supervisado".
El analista Luis León, director de
la consultora Datanálisis, cercana a la oposición, dijo a IPS que
"el gasto público es una de las razones que explica el aumento
de la popularidad de Chávez", quien según la mayoría de las
encuestas divulgadas hasta la semana pasada está en ventaja para
ganar el referendo.
El gasto público es también una
de las razones de la inflación, de 12,6 por ciento en los primeros
siete meses de 2004 y de 21,8 puntos en los últimos 12 meses. Las
perspectivas indican que cerrará el año en 20 por ciento, según
Maza.
El rubro alimentos subió 17 por
ciento este año y, según el gubernamental Instituto Nacional de
Estadísticas, la canasta básica de alimentos para una familia de
cinco personas cuesta al mes 168 dólares, monto al que apenas llega
el salario mínimo.
Organizaciones sindicales
opositoras estiman que se necesitan más de 250 dólares para adquirir
esa canasta.
A juicio de Maza, el consumo
"es 10 por ciento más alto que el año pasado, el comercio al
detal (minorista) sigue incrementándose, y la industria manufacturera
se ha recuperado 15 por ciento".
La Cámara de la Industria
Automotriz informó que este año se vendieron 64.000 vehículos, 95
por ciento más que en 2003.
Los analistas expresan temor porque
la proporción del gasto, estimada en un tercio del PIB, se traduzca
en más inflación, deuda o devaluación a fines de año. Maza, en
cambio, se mostró confiado en que "una vez superada la coyuntura
electoral, mejorará la situación fiscal y habrá más
disciplina".
"Ese gasto alguien lo va a
pagar, con medidas que pueden afectar a la mayoría de la población",
opinó León, y Ochoa estimó que para 2005 "el gobierno de Chávez
o de quien lo reemplace deberá encarar un programa de ajuste fiscal o
una devaluación".
Sin embargo, Ochoa dijo que
incluso"en caso de ganar Chávez, el gobierno puede verse
favorecido por un ingreso petrolero que se sostenga alto, si los
precios mantuviesen la tendencia actual", una apuesta refrendada
por el viceministro de Energía, Luis Vierma, para quien el valor
internacional del crudo cerrará el año a 40 dólares por barril.
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