Venezuela

 

Manifiesto de las Organizaciones Populares:

Por una alianza de los movimientos sociales en lucha

Opción Socialista
Periódico del Partido Revolución y Socialismo, octubre 2005

Después de la reafirmación del Presidente Chávez en el Referéndum Revocatorio del 15 de agosto de 2004, superada toda una etapa de ofensiva de la oligarquía golpista y proimperialista y en el marco de una situación económica de bonanza producto de los altos ingresos petroleros, las expectativas de las masas populares cobraron un renovado aliento en pos de la concreción y efectivo disfrute de las anunciadas conquistas del proceso revolucionario, en el plano económico, social y político.

El Presidente Chávez respondió a esas expectativas con las consignas de: «Profundización de la Revolución», «Revolución dentro de la Revolución», y el planteamiento del «Salto Adelante ». Más recientemente, ha traído al debate la propuesta de superar el Capitalismo y avanzar rumbo al «socialismo del siglo XXI».

No obstante, la sensación del pueblo, palpable en sus ámbitos comunitarios y en sus lugares de trabajo, así como en la calle misma, es que a pesar de los importantes avances de las misiones y de las demás políticas de bienestar social, que está dispuesto a defender como lo hizo el 13 de abril de 2002, todo eso no es suficiente para resolver los principales problemas estructurales subyacentes a la pobreza, producto de la explotación capitalista que el pueblo sigue padeciendo.

La gente se queja de que los Ministros y los funcionarios de las instituciones del Estado, no aplican realmente las políticas y las medidas dictadas por el Presidente, no materializan los cambios sociales y económicos ni los cambios contenidos en varias de las «Leyes Habilitantes».

Se observa resistencia a romper con el capitalismo. Empieza a haber frustración y desconfianza en cuanto al compromiso revolucionario del entorno que rodea al Jefe de Estado, y que él mismo pareciera no poder controlar.

Crecen las luchas que exigen profundizar la revolución, contra las trabas del burocratismo y la corrupción

Esto se expresa en la tendencia a un incremento de las protestas, las movilizaciones y las luchas de distintos sectores que reclaman cumplimiento y efectividad a los organismos gubernamentales.

Los damnificados bloquean vías exigiendo viviendas; las comunidades toman hospitales reclamando las deficiencias de los servicios de salud; sectores laborales protestan ante los obstáculos interpuestos por los gerentes y «la tecno-burocracia parasitaria» a la aplicación de la «cogestión revolucionaria» con control obrero y social; los campesinos marcharon en Caracas contra el sicariato impune y por la Revolución Agraria, denunciando las trabas de la burocracia y de la corrupción frente a la aplicación de la Ley de Tierras; los Indígenas se han opuesto a la invasión y destrucción de su ambiente por las trasnacionales autorizadas contra su voluntad por organismos del Estado, para la explotación del Carbón; los jóvenes han salido a reclamar levantando su voz frente a los crímenes y abusos de las viejas policías que no han sido depuradas.

El Presidente Chávez ha dado la razón a algunas de estas protestas y ha dicho que el pueblo organizado debe reclamar, que los «Funcionarios negligentes deben salir». Pero, los partidos que cuentan con Ministros en el Gobierno y con representación parlamentaria, no han venido dando muestras de capacidad y voluntad política para resolver todo esto y garantizar el rumbo hacia el Socialismo del Siglo XXI.

Esta debilidad interna del proceso revolucionario nos hace incluso más vulnerables frente a las amenazas del imperialismo, que continúa posicionado en importantes áreas del aparato productivo y financiero venezolano (petróleo, gas, minería, electricidad, telecomunicaciones, industria, etc.) y sigue alimentando la conspiración en el marco de una alarmante y prolongada impunidad golpista de la derecha, de sus medios de comunicación y de sus instrumentos de violencia.

Esto sucede en contradicción con el lenguaje y la política antiimperialista, de defensa de la soberanía nacional, que ha asumido el Presidente Chávez frente a la América Latina y frente al mundo entero. Tenemos pues un enemigo interno enquistado en el proceso, un verdadero Caballo de Troya que le da paso a los intereses de la derecha, a la oligarquía capitalista, abriendo flancos que nos exponen al imperio.

Unidad de los movimientos sociales en sus luchas para desarrollar el poder popular, por el «salto adelante» y para la transición al socialismo

Frente a esto viene reaccionando el pueblo, porque seguimos inmersos en un proceso revolucionario que es parte de una lucha de clases, entre explotados y explotadores, entre propietarios y desposeídos, entre pobres y ricos.

Todas estas luchas apuntan hacia la profundización de la revolución dentro de la revolución. Son luchas que se vienen dando, por ahora, de manera dispersa y desarticulada, por lo que es urgente un gran esfuerzo unitario de las organizaciones sociales y políticas luchadoras. Ya se están dando los primeros pasos dirigidos a encauzar la pelea bajo las premisas de la unidad y la solidaridad por los intereses propios y comunes de los trabajadores, de los campesinos, de los sectores sociales oprimidos por el sistema capitalista, de las clases populares en general.

Es necesario un frente unido, una gran alianza de los movimientos sociales en lucha y de los factores consecuentemente revolucionarios, para que compartamos objetivos y acciones, reforzándonos mutuamente como hermanos de clase, en la movilización y en la construcción del Poder Popular, frente a la ofensiva que mantienen, dentro y fuera de nuestras fronteras, los agentes del capital.

La unidad y el fortalecimiento de la lucha y la movilización popular es la principal palanca para seguir impulsando la revolución. Esta es la única manera de garantizar el prometido «Salto Adelante» y de salvar el proceso revolucionario venezolano para ir verdaderamente hacia la «Revolución Socialista», en lugar de quedar reducidos, como decía el Che, a una «caricatura de revolución».

En ello es fundamental el papel a jugar por la clase trabajadora como clase conductora del proceso revolucionario anticapitalista, en alianza con los campesinos y las comunidades populares organizadas, para conquistar de manera efectiva las herramientas del poder, ya que todavía no está directamente en nuestras manos la toma de las grandes decisiones que adoptan los organismos del Estado.

Así como necesitamos unificarnos en la lucha, es preciso que los movimientos sociales avancen en el desarrollo del poder popular en todos sus niveles, con asambleas de ciudadanos vinculantes, con los comités populares de distinto tipo (CTU, CS, MTA, etc.), con procesos populares constituyentes y transformadores en todos las áreas de la vida nacional, con los Consejos Comunales y Locales, y también en la conquista de representaciones genuinas, realmente sujetas y en consulta permanente con el movimiento popular, con los trabajadores, con los campesinos y con las bases revolucionarias, en el seno de los poderes del Estado y dentro de la Asamblea Nacional, abriendo paso al ejercicio directo del gobierno por los trabajadores y el pueblo.

La vocería debe surgir desde abajo, estar estrechamente ligada a las luchas sociales y a los procesos organizativos que se están dando y reflejar las discusiones que se producen en la base. De otra manera seguiríamos cautivos del aparato burocrático, se congelaría y retrocedería la revolución como ha pasado anteriormente en otros países.

Organizaciones adherentes:

Comités de Tierras Urbanas (CTU), Comités de Salud, Círculos Bolivarianos de distintas barriadas de Caracas, colectivos impulsores de la Contraloría Social, voluntarios de las misiones, miembros de la Asamblea Popular Revolucionaria de Coche, comunicadores populares de radios comunitarias afiliados a ANMCLA, comunicadores comunitarios de la Radio Alí Primera de El Valle, Antiescuálidos.com, miembros de Catia TV, grupos de base de La Vega, Caricuao y Petare, UTOPIA, Tupamaros de El Valle, M13-PNA, Movimiento 13 de Abril Comuneros, Partido Revolución y Socialismo (PRS), participantes de Conexión Social, Red Venezolana Contra la Deuda, Anticorrupción e Interpelación Popular Organizada (AIPO), militantes de MOBARE, militantes del MDD, militantes de la Juventud MEP, miembros de la Asociación Bolivariana de Abogados, Corriente Marxista Revolucionaria, entre otros.

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