VI
Foro Social Mundial
Debates,
crisis y salidas de compromiso
Por
Rodolfo F. Torres
Socialismo
o Barbarie, periódico, 10/02/06
La
corriente Socialismo o Barbarie Internacional se hizo presente en el
VI Foro Social Mundial en Venezuela. Por encima de la crisis en que
han sumido al foro las corrientes hegemónicas en el mismo, fue una
oportunidad para tomar contacto con el proceso revolucionaria
venezolano, los alcances y límites del gobierno de Chavez y la
emergente experiencia de organización política independiente que
comienza a encarnar el PRS. En este marco, hubo una nueva instancia de
debate respecto de la necesidad de dar pasos en el reagrupamiento
entre corrientes que provienen de la tradición del marxismo
revolucionario y la candente discusión acerca de que posición se
debe tomar respecto de los nuevos gobierno nacionalistas burgueses
–como el propio Chavez– o de frente popular como es el caso de Evo
Morales en Bolivia.
En
Caracas, la sucursal del paraíso como les gusta llamarla a los
caraqueños, se realizó esta edición del FSM y la primera “policéntrica”,
como forma de escamotear y amortiguar su crisis. En la semana del 18
al 22 se realizó en Bamako, Malí, la sede africana, y hacia mediados
de marzo se realizará la versión asiática en Karachi, Pakistán.
Sin embargo, todas las expectativas estaban puestas en Venezuela. Es
que el país caribeño está cruzado por un proceso revolucionario,
terreno en donde se derrotaron en tres oportunidades los
intentos golpistas y desestabilizadores del imperialismo y la gran
patronal local. Además del valor agregado de la figura carismática
de Chávez, de su amistad con Fidel y el padrinazgo que le ofrece a la
última “estrella rutilante” del firmamento latinoamericano: Evo
Morales.
Lo
primero que llamó la atención fue la poca concurrencia; según los
organizadores se inscribieron más de 60.000 personas, pero en la
marcha de apertura no hubo más de 7.000 personas y no muchas más
fueron las que se acercaron al Poliedro, un estado cubierto en las
afueras de Caracas, para escuchar a Chávez.
A
la poca concurrencia se le agregó la desorganización: se calcula que
un 25% de los paneles no se realizaron. Y como ya es una costumbre,
las actividades no se concentran en un solo lugar sino que se
descentralizan, para evitar un centro geográfico donde se puedan
concentrar las discusiones políticas. Esta práctica este año
significó que hubiera ocho centros distribuidos por toda la ciudad.
Un
poco de historia
La
emergencia de los foros estuvo cruzada por el protagonismo de los
movimientos sociales y la emergencia de miles de organizaciones no
gubernamentales en la resistencia a la globalización. Aparecía a
partir de Seattle un nuevo internacionalismo. Más allá de las
orientaciones políticas predominantes, los foros eran un punto de
encuentro de miles de luchadores de todo el mundo, un centro de
intercambio de experiencias y de politización.
La
tónica ideológica de los primeros foros estuvo dada por el
“horizontalismo”, el “adiós al trabajo” y a la clase
trabajadora como sujeto del cambio social, la muerte del socialismo y
del partido como forma de organización de las luchas políticas, y
la democracia participativa como la forma de alcanzar “otro mundo
posible”. A diferencia del viejo reformismo que prometía vía
reformas llegar al socialismo y evitar así las confrontaciones agudas
entre revolución y contrarrevolución, este nuevo reformismo prometía
y promete vía reformas llegar a otra regulación del capitalismo que
harían de éste un sistema deseable. Por eso la sede de sus ediciones
2001, 2002 y 2003 fue la “participativa” Porto Alegre.
Sus
teóricos favoritos fueron Toni Negri y John Holloway, sus figuras
emblemáticas el Subcomandante Marcos y el PT de Lula. La llegada de
Lula al gobierno en 2003, hizo que las cosas cambiaran.
Decíamos
en el balance del V Foro: “El inocultable carácter burgués y
neoliberal del gobierno Lula, sumado a las características tibias,
timoratas e impotentes de la mayoría de las reivindicaciones
encarnadas por la dirección reformista del Foro (supuestamente
antiliberal, pero de ninguna manera anticapitalista), abrió una
evidente crisis entre los organizadores del Foro, así como apuró la
salida del propio Foro del Brasil”.[1]
La
crisis de orientación del FSM
La
vieja fórmula de “otro mundo es posible” fue duramente golpeada
con la llegada al poder de los gobiernos centroizquierdistas; de allí
que los foros tendieran a convertirse en Woodstocks sociales, vacíos
de contenido de lucha. Fue Ignacio Ramonet, de Le Monde
diplomatique, quien marcó a fuego esta tendencia y calentó las
turbinas del debate: “en
Porto Alegre en enero de 2005 se pudo constatar una suerte de
agotamiento de la fórmula inicial: para muchos participantes el Foro
no podía seguir siendo solamente un espacio de reencuentros y debates
que no culminen en una acción; tenía que crear las condiciones de
un paso al acto político mediante la elaboración de un umbral mínimo
de alternativas a las políticas neoliberales que diera un sentido
y un proyecto, e incorporar los objetivos comunes de los ciudadanos
del norte y del sur. Sin lo cual corría el riesgo de
despolitizarse y folklorizarse. Y de transformarse en una especie
de Feria internacional de asociaciones, un Salón mundial de la
sociedad civil”.[2]
La
respuesta a Ramonet llegó un día antes del comienzo oficial del foro
en Bamako, cuando se realizó la “Jornada internacional sobre la
reconstrucción del internacionalismo de los pueblos y del frente
antiimperialista”, con la participación de un centenar de
intelectuales y de representantes de movimientos sociales del Tercer
Mundo y otros lugares para recordar el 50º aniversario de la famosa
conferencia de Bandung. De esa jornada salió el llamamiento hecho
por Samir Amin y otros destacados intelectuales a conformar un frente
antiimperialista.
Chávez
y un frente antibush... con los amigos de Bush
La
intervención pública de Chávez junto a la Asamblea de Movimientos
Sociales el viernes 27 causó mucho revuelo, porque tomó como propia
la advertencia hecha por Ramonet y el llamado hecho por Samir Amin.
Como lo reseñó el periodista brasileño Marco
Aurélio Weissheimer “En la mañana del sábado, en los corredores
del Hotel Hilton, algunos representantes de la organizaciones no
gubernamentales comentaban con un indisimulable enojo una parte del
pronunciamiento de presidente Hugo Chávez. En la parte en cuestión,
Chávez dijo que era un riesgo y un desperdicio si el FSM se convertía
en una especie de encuentro folclórico y turístico”.[3] Este frente lucharía contra “Mr. Danger”, como irónicamente
llamó Chávez a Bush, y contra el peligro que éste supone para la
humanidad. Es decir, este frente antiimperialista tendría un marcado
sesgo anti Bush.
Luego
de esto, y m{as allá de la simpatía que despierta en todos los
organizadores la figura del Chávez, el poderoso lobby brasileño salió
a marcar la cancha y a denunciar que se estaba ante el intento de
fundar una Quinta Internacional Chavista.
Pero
lo que hay que aclarar es que el Frente antibush convocado por Chávez,
no excluye al neoliberal Lula y menos que menos al “amigo
argentino” Kirchner, todos buenos mandaderos de los yanquis en Haití
y en la ONU, donde votaron contra Irán (ver contratapa).
En
efecto, Chávez salió abiertamente a justificarlos: “Cuando
estuve en el Gigantinho [estadio donde se hizo el acto del FSM] el año
pasado, en Porto Alegre, dije que Lula era un compañero. Es preciso
trabajar con Lula y apoyar a Lula. No se puede pedir a Chávez que
haga lo mismo que Fidel. No se puede pedir a Lula que haga lo mismo
que Chávez. No se puede pedir a Evo que haga lo mismo que Lula y que
Chávez. Es todo un proceso, cada cual tiene sus circunstancias”.
Ni
vencedores ni vencidos, impotencia
La
declaración final de la asamblea de los movimientos sociales,
organismo que funciona al interior del foro y donde se acuerdan los
rumbos generales, mostró los acuerdos alcanzados: el llamado a una
marcha mundial contra la guerra para el 18 de marzo. Un pobre saldo
para el FSM. La crisis del foro se desplazará a Karachi y muy
probablemente hasta el año que viene.
Los
límites del neoreformismo van
quedando cada vez más claros. Toda vez que la lucha de clases se
agudiza muestra la impotencia y el fracaso de la estrategia de
humanizar el capitalismo y de conciliar las clases.
Mientras
tanto, Chávez hace propaganda de su “antiimperialismo sui géneris”
donde no sólo es amigo de Lula, Kirchner y Evo, sino que en sus
listas de grandes amigos están las multinacionales yanquis Chevron y
Texaco, que en sus balances del 2005 muestran grande ganancias de sus
inversiones en el exterior. ¿Adivine en qué país? Sí, en
Venezuela.
Notas:
1.
Socialismo o Barbarie N° 51, 17–2–05
2.
Le monde diplomatique N° 79, enero 2006, destacados nuestros
3.
Ver www.agenciacartamaior.com.br
4.
Declaración de la Asamblea de
Movimientos Sociales Caracas, 29 de enero de 2006.
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