Venezuela

 

Encuentro de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma de la UNT y “Declaración de Caracas”

Congreso y elecciones democráticas en nuestra Central

Por Prensa/CCURA
Aporrea, 20/02/06

El Encuentro Nacional del sector clasista, democrático, autónomo, revolucionaria y socialista celebrado en los días 17 y 18 de febrero, consciente de sus responsabilidades políticas y organizativas ante los cientos de miles de trabajadores afiliados a la Unión Nacional de Trabajadores, acuerda la siguiente

Declaración de Caracas

En las próximas semanas, estaremos realizando el II Congreso Nacional de nuestra Central. En ese evento abordaremos temas de candente actualidad, como son el análisis de la situación política nacional; la UNT que necesitamos los trabajadores y trabajadoras venezolanas; los Estatutos y la reglamentación para desarrollar en condiciones democráticas y transparentes, el proceso electoral que legitimará la nueva dirección nacional y regionales de la UNT.

Preparar y realizar este II Congreso es un desafío inmenso que tenemos por delante. Los dirigentes, activistas y afiliados a la UNT debemos esforzarnos en esta etapa previa, por reforzar el ambiente democrático, para garantizar que todas y todos los trabajadores afiliados puedan conocer, socializar, reflexionar y debatir en condiciones de absoluta libertad y tolerancia los distintos puntos de vista que tienen los dirigentes o corrientes organizadas existentes en la Central.

Este Encuentro Nacional que hoy finalizamos lo entendimos como parte de la tarea impostergable de fomentar el debate interno en condiciones de absoluta democracia y tolerancia política. Antepusimos la UNIDAD a las diferencias de opinión o ideológicas que nos puedan distanciar de otros factores que hacen vida sindical y política al interior de nuestra Central. Por eso nos esforzamos para garantizar la presencia de dirigentes de otras corrientes que aceptaron nuestra invitación para exponer libremente sus opiniones. Consideramos que ese es el único método sano con el cual se puede construir una Gran Central de los Trabajadores y trabajadoras Central, con tolerancia, en la que no exista exclusiones ni campaña de desprestigio.

Esa ha sido nuestra norma de comportamiento durante estos casi tres años de existencia de la Central y con este Encuentro ratificamos el compromiso de seguir por ese camino, para consolidar a la UNT como el instrumento Clasista, Democrático, Autónomo, Combativo y comprometido con la tarea de trascender el capitalismo en la perspectiva socialista.

Acordamos constituirnos como una gran Corriente Nacional Clasista, Democrática, Soberana, Revolucionaria y Socialista que se identifica plenamente con los principios de independencia de clase, de democracia obrera, de transparencia y de lucha que le dieron vida a la UNT. Nos organizamos como corriente con la intención de promover la sana discusión y debate de ideas al interior en la Central, incluyendo a sectores que han estado ausentes de la construcción de la UNT y tienen vicios del pasado, pero que gracias a la presión de las bases se han sentido obligados a decir que quieren participar del congreso y del proceso electoral.

Nos agrupamos también porque queremos afianzar los conceptos de independencia política, de soberanía y de autonomía que deben guiar a la Central, para evitar que la UNT termine siendo un remedo de la vieja CTV que hipotecó estos valores fundamentales. A los pocos compatriotas que no entienden la importancia de estas tesis, queremos convencerlos en un debate franco, que la UNT tendrá futuro si guarda su independencia política y económica; si las bases son las que adoptan las decisiones y nos los directorios de los partidos políticos o del gobierno; si tiene la autonomía para elegir sus autoridades, contando sólo con el apoyo logístico o técnico que puedan brindar instancias o entidades del Estado creadas para reglamentar y apoyar los procesos electorales.

Nos agrupamos para responder a las necesidades urgentes y estratégicas de los trabajadores y trabajadoras. Para defender el salario, la estabilidad laboral, el derecho a la organización y nos identifica el sueño de construir un nuevo país, sin injerencia de las potencias económicas; basado en un modelo económico, social y político libre de la explotación del hombre por el hombre, sin opresión, de justicia y equidad social; con un régimen de democracia obrera y gobernada por los trabajadores, trabajadoras y el pueblo. Esa es la síntesis del socialismo que queremos conquistar.

Nos comprometemos a difundir las conclusiones del debate que realizamos durante estos dos días entre todos los afiliados a nuestra Central y a defenderlos, respetando y tolerando a otras corrientes, en los tres (3) eventos zonales programados para la primera semana de marzo y en el Congreso Nacional de la UNT que realizaremos los días 30, 31 de marzo y 1 de abril.

Nos declaramos abiertamente partidarios por la realización del proceso electoral que legitime las autoridades de nuestra Central, en un plazo no mayor a 90 días después de realizar el congreso, de acuerdo a la reglamentación que democráticamente adoptemos, en forma autónoma y contando con el apoyo logístico que puedan brindarnos los organismos del Estado competentes en la materia, ya que nos sentimos comprometidos y respetuosos del mandato de las bases de la UNT en su plenario nacional del 1 de octubre y las reuniones de noviembre y diciembre.

Para efectos de identificación de la corriente, asumimos el nombre de Corriente Clasista Unitaria, Revolucionaria y Autónoma, con las siglas C-CURA, la cual contará con un equipo nacional de coordinación, editaremos un periódico nacional regular y realizaremos un Campaña Financiera entre los afiliados a la UNT para solventar los gastos que nos acarrea la preparación y participación en los eventos programados por nuestra Central.

Son parte de esta Declaración de Caracas, las [siguientes] resoluciones específicas adoptadas por unanimidad en la Plenaria Final del evento.


Propuesta de programa de lucha

Nota de aporrea: Este documento fue aprobado por más de 600 dirigentes sindicales de todo el país, participantes en el I Plenario de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma de la UNT, celebrado en la Casa Sindical de El Paraíso, Caracas, entre el 17 y 18 de febrero

La propuesta de programa de lucha aprobado es la siguiente:

1. Movilizar y organizar a los trabajadores y el pueblo

Conformar un frente con todos los sectores sociales en lucha. En tal sentido, los directivos sindicales integrantes de la Corriente Clasista, Democrática, Soberana y Socialista, acordamos que el II Congreso de la UNT se convierta en un espacio que reúna al conjunto de los trabajadores, sindicatos, Frente Campesino Ezequiel Zamora, comunidades organizadas, organizaciones juveniles y estudiantiles, comunidades indígenas, mineros, Comité Nacional de Defensa de la Cogestión Revolucionaria con Control Obrero y Social, la Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos (ANMCLA), para discutir un plan de lucha por las más importantes reivindicaciones de todos los sectores sociales. Igualmente se planteó que en el Congreso de la UNT se aprobara una movilización de todos estos sectores a Miraflores. De tal forma que respaldamos y nos sumamos a las iniciativas de movilización unitaria que las organizaciones antes mencionadas están planteando denominada “Unamos nuestra luchas”.

Solidaridad con los trabajadores actualmente en conflicto, destacándose la situación de los trabajadores de Plumrose en el estado Aragua. Se aprobó que el Plenario acordara una resolución en apoyo a los trabajadores de Plumrose, Droguerías Race y Sel-Fex, en Caracas. Igualmente se propuso que en esta plenaria se creara un fondo de huelga para apoyar a estos trabajadores en conflicto.

Aumento general sueldos y salarios para el 1 de mayo, Día del Trabajador, así como escala móvil de salarios.

Ratificar la necesidad de impulsar el control obrero y la cogestión en empresas públicas y privadas. Se consideró que durante el paro-sabotaje petrolero se confirmó que los trabajadores, junto a las comunidades organizadas y la Fuerza Armada Nacional, somos los únicos capaces de defender hasta las últimas consecuencias las industrias básicas y estratégicas del país, tal como quedó demostrado en PDVSA y en la industria petroquímica.

Hacer contraloría social en las cooperativas, las cuales fungen como empresarios y liquidan la participación de los sindicatos

2. Por un Plan Económico y Social Alternativo discutido con los trabajadores

* Plan de obras públicas y construcción de viviendas para enfrentar el desempleo y la informalidad

* Impulso a la campaña por la Solvencia Laboral

* Constituyente Petrolera para que los trabajadores gestionen democráticamente nuestra principal industria

* Reestatización de empresas privatizadas, como Sidor y CANTV

* Nacionalización de la banca

* Reforma de la Ley Orgánica del Trabajo, ajustándola a los intereses de los trabajadores.

Proponer la conformación de una comisión integrada por dirigentes de la UNT que presente un proyecto propio y haga seguimiento a la discusión nacional sobre este tema.

3. Democratización de la UNT

Aquí por unanimidad y aclamación se planteó que para lograr esto es necesario la realización del Congreso y de las elecciones ya!

Retomar la Misión Cruz Villegas.

Que en el marco de la formación política e ideológica de los trabajadores, la UNT desarrolle un plan nacional de formación y capacitación de los trabajadores y dirigentes sindicales para prepararlos para asumir directamente la dirección de la economía y del poder político en nuestro país en el contexto del socialismo del siglo XXI planteado por el presidente Chávez.

Se ratificaron las fechas de realización del II Congreso de la UNT. 30, 31 de marzo y 1 de abril. Se consideró muy tarde realizar las elecciones 90 días después del Congreso, y se propuso que esto se discuta en el mismo.

4. Basta de impunidad

* Castigo y cárcel a los golpistas del 11 de abril de 2002 y del paro-sabotaje petrolero

* Impulso a la campaña por la demanda contra los dueños de Globovisión por violación de derechos humanos, en tal sentido, la Corriente Clasista acuerda adherirse al Recurso de Amparo interpuesto contra dicha planta televisora. Manifestamos nuestra voluntad de promover la adhesión de la UNT como máxima central obrera del país y la participación en la recolección de firmas en apoyo a la acción judicial, así como en las movilizaciones para impulsar la campaña y contra la impunidad de los medios de comunicación golpistas. Por el retiro de las concesiones y por la socialización de los medios de comunicación en manos de los trabajadores y el pueblo.

5. Contra la injerencia imperialista

Repudio a la agresión imperialista. Movilicémonos para denunciar la política de agresión imperialista, antiobrera y antipopular del imperialismo. Apoyemos la lucha de los pueblos y los trabajadores latinoamericanos contra el ALCA, el TLC, el Plan Puebla-Panamá y el Plan Colombia, así como la justa lucha de la COB y los trabajadores bolivianos en defensa de los hidrocarburos y sus recursos naturales. Así como rechazar las invasiones imperialistas a Afganistán e Irak. Fuera las tropas brasileñas y argentinas de Haití.

Integración de los trabajadores a la Reserva Nacional y conformación de brigadas obreras de autodefensa, organizadas autónomamente en los sindicatos y la UNT

6. Para trascender el capitalismo luchemos por el socialismo y el poder para los trabajadores sin patronos ni burócratas


Documento sobre coyuntura política nacional

"Construyamos una poderosa central sindical clasista, revolucionaria y autónoma para profundizar el proceso revolucionario hacia el socialismo del siglo XXI”

Documentos del plenario de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma de la UNT

Por Prensa/CCURA, 20/02/06

Nota de aporrea: El presente documento fue aprobado en el I Plenario de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma de la UNT, celebrado entre el 17 y 18 de febrero pasados

Para realizar un análisis de la coyuntura política nacional, que sea útil para el conjunto de los trabajadores venezolanos, así como para los dirigentes sindicales de la UNT, empeñados en construir una central sindical clasista, internacionalista, revolucionaria e independiente políticamente de los patronos y del gobierno, es necesario partir de dos premisas fundamentales. En primer término, debe quedar meridianamente claro que en Venezuela sigue prevaleciendo una situación revolucionaria, es decir, los trabajadores y el pueblo, gracias a su movilización y su lucha, han obtenido grandes triunfos políticos a expensas del imperialismo y de la burguesía nacional, lo cual ha contribuido al desarrollo de su conciencia política y antiimperialista, manteniéndose firme la voluntad y disposición de lucha, y de continuar profundizando el proceso revolucionario. Las victorias frente al golpe de abril de 2002, contra el paro-sabotaje petrolero, el enfrentamiento a las guarimbas y el triunfo en el referéndum, han acicateado el impulso de las masas, manteniéndose hoy intacta la disposición a seguir enfrentando cualquier obstáculo que el imperialismo y la burguesía y sus partidos intenten colocar en el camino de la profundización del proceso revolucionario. Por otra parte, y estrechamente ligado a lo anterior, podemos decir que el proceso de radicalización social y de giro político a la izquierda que se vive hoy en América Latina, retroalimenta al proceso revolucionario en nuestro país, y al mismo tiempo, los avances del pueblo venezolano y las derrotas que se le han propinado al imperialismo y a los planes de la administración Bush para nuestro continente, sirven como ejemplo que tonifica e impulsa las luchas populares en la región, produciéndose entonces una especie de vaso comunicante, donde las luchas de los pueblos latinoamericanos impulsan dialécticamente el desarrollo del proceso venezolano, y viceversa.

Continúa la confrontación con el imperialismo y la oligarquía pero con menor intensidad

Después del triunfo popular en el referéndum del 15 de agosto de 2004 el proceso revolucionario en Venezuela ha entrado en una nueva fase, caracterizada por el hecho de que la confrontación con el imperialismo y la oposición golpista y sus partidos ha disminuido sensiblemente. No significa esto que estos sectores hayan desistido de sus planes políticos contra el proceso revolucionario o que se hayan resuelto las contradicciones sociales, políticas y económicas existentes. Es evidente que hoy el gobierno del presidente Chávez cuenta con una mayor estabilidad política, la cual es consecuencia directa de las derrotas que el pueblo y los trabajadores movilizados le infligieron al golpismo tanto en el paro-sabotaje petrolero como en el golpe del 2002, y posteriormente, en el propio terreno de la democracia burguesa, derrotándolos nuevamente en el referéndum.

De tal manera que si bien se mantiene la confrontación del imperialismo y la burguesía local contra el gobierno, esta es más soterrada, menos evidente y violenta, en un contexto general defensivo por parte de los factores contrarrevolucionarios, como consecuencia de las derrotas consecutivas sufridas a manos de la movilización obrera y popular.

Lo que prevalece en esta coyuntura es el acercamiento y los diálogos entre el gobierno e importantes sectores del empresariado, incluso con trasnacionales –esto es evidente en el sector petrolero- así como el entendimiento y la negociación para avanzar en proyectos económicos, políticos y sociales conjuntos. Sin embargo, es bueno dejar en claro que el empresariado venezolano, el imperialismo y la oposición golpista no llegaron a esta situación porque lo quisieran, sino como consecuencia de una imposición del pueblo y de los trabajadores.

La estabilidad política y la bonanza económica: bases de la negociación entre el gobierno y el empresariado

A la relativa estabilidad política con que cuenta el gobierno, se une también, la favorable situación económica por la que atraviesa el país.

Es importante dejar sentado que el origen de la recuperación económica, está en el esfuerzo tremendo del conjunto de los trabajadores venezolanos, y muy particularmente en el de los petroleros que, contra viento y marea, se echaron al hombro a nuestra principal industria, retomándose en tiempo récord los niveles de producción anteriores al paro-sabotaje. Esta, sin duda, más allá de las políticas gubernamentales, es la base de la recuperación económica del país.

El no tener que enfrentar una situación crítica en el terreno económico, amén de la estabilidad política, le permite al gobierno tender puentes a los empresarios para que inviertan y realicen negocios; así como ofrecer concesiones a las transnacionales petroleras, quedándole suficiente recursos para brindar subsidios, aumentar el salario mínimo y atender diversas demandas de la población.

En el año 2004 la economía creció un 17,1%, el pasado año el crecimiento llegó a un 11%. Desde mediados del 2004 los precios del petróleo se incrementaron significativamente. La cesta petrolera venezolana se mantuvo casi todo el 2005 en un promedio de 50 dólares por barril, de hecho, los ingresos de PDVSA el pasado año llegaron a 83 millardos de dólares, 20 millardos más que el año anterior. La recaudación fiscal durante el 2005 ascendió a la cifra récord de 38 millardos de bolívares, mientras que en la actualidad, gracias a la bonanza petrolera, el país tiene más de 30 mil millones de dólares de reservas internacionales, las más altas de la historia del país.

No obstante, a pesar de la situación económica favorable, existe una percepción entre el pueblo y los trabajadores de que la mayor parte de estos recursos no están siendo utilizados para el desarrollo económico del país ni para cancelar la cuantiosa deuda social acumulada durante más de 40 años de “puntofijismo” adeco-copeyano.

El pueblo que se echó al hombro el país durante dos meses de criminal paro patronal y sabotaje a nuestra principal industria; el mismo que se movilizó poniendo en riesgo su vida para liquidar el golpe de abril de 2002, restituyendo a Chávez en el gobierno, quiere “verle el queso a la tostada”. En la medida en que el pueblo y los trabajadores obtienen triunfos, también esperan que esto se traduzca en beneficios económicos y sociales. Sin embargo, los sectores más pobres de la población observan preocupados que su situación económica y social sigue siendo más o menos la misma, mientras que los patronos golpistas continúan engordando sus bolsillos con pingües negocios favorecidos por el propio gobierno, y por otra parte, funcionarios gubernamentales gozan de grandes privilegios y se ven envueltos en graves casos de corrupción.

El pueblo ve con estupor como los industriales reciben créditos y toda clase de facilidades de financiamiento. Alimentos Polar, grupo económico que jugó un papel importante en el golpe y en el paro-sabotaje, es uno de los proveedores de Mercal. Para el pueblo sólo quedan las Misiones, las cuales atraviesan hoy una situación crítica, sumidas en toda clase de denuncias de corrupción y desvió de los fondos. Pero no sólo los empresarios venezolanos se benefician de los puentes que el gobierno les tiende, también las transnacionales aprovechan la situación, esto es muy claro en el caso de la industria petrolera donde el gobierno le concede a trasnacionales norteamericanas y europeas la explotación de ricos yacimientos petroleros y gasíferos, y convierte en socios del negocio petrolero, a través de las empresas mixtas, a trasnacionales golpistas, mientras que la cogestión desaparece del discurso oficial (recientemente el presidente Chávez, en un Aló Presidente, dijo que había que olvidarse de la cogestión en el sector eléctrico y en el petrolero).

Aumentan las contradicciones al interior del proceso revolucionario

Después del referéndum el eje de la confrontación se trasladó al interior mismo del proceso revolucionario. Hasta esa fecha, todas las fuerzas políticas y sociales comprometidas con el proceso revolucionario se encontraban unidas contra el enemigo común, hoy comienzan a verse fisuras, y se manifiestan las diferencias entre los que no quieren que este proceso siga avanzando, ya que prefieren disfrutar de cargos y prebendas, y los que estamos por seguir aupando la profundización del mismo hasta comenzar a construir el socialismo con democracia de los trabajadores y el pueblo.

En la actualidad un fantasma bifronte recorre el tejido social del proceso revolucionario, el fantasma de la corrupción y el burocratismo. No hay un sólo funcionario del gobierno, ministro, alcalde o gobernador que disfrute del apoyo popular. Ninguno se salva de las críticas del pueblo y las comunidades. Aunque el presidente Chávez dijo recientemente ante miembros de los Consejos Comunales que era falso que todos los alcaldes y gobernadores no servían. Los partidos del Bloque del Cambio son cuestionados por la mayoría de la población, esto se evidenció en la alta abstención en las pasadas elecciones a la Asamblea Nacional. La “democracia participativa y protagónica” no termina de concretarse, convirtiéndose en una palabra hueca que no tiene ningún asidero en la realidad.

Nos encontramos en una nueva etapa del proceso revolucionario donde el pueblo quiere avanzar y se enfrenta a la burocracia y a la corrupción de los funcionarios gubernamentales. Las Misiones no se mantienen hoy por los recursos económicos que arbitra el gobierno sino por la decisión del pueblo organizado por mantenerlas y desarrollarlas, incluso a contracorriente de muchos funcionarios. Mercal, Barrio Adentro, Misión Sucre, Vuelvan Caras, etc., son impulsadas por los Comités de Tierra, de Salud, por los lanceros, por el pueblo organizado. Al mismo tiempo se desarrolla la conciencia política y antiimperialista, y los trabajadores y el pueblo buscan alternativas políticas y están dispuestos a continuar avanzando.

Este distanciamiento de sectores de la vanguardia no se traduce en ruptura política, pero sí en radicalización, aunque predomina la confusión política, por cuanto la gente sigue creyendo que Chávez no está informado de lo que pasa, y esto explica la burocratización y la corrupción, así como la ineficiencia para responder adecuada y rápidamente a los reclamos populares. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, el burocratismo y la corrupción no son fenómenos aislados, atribuibles a dirigentes descarriados o a adecos con boina roja. Estas taras persisten porque sigue manteniéndose el sistema de explotación capitalista así como las estructuras del Estado burgués heredado de la IV República.

La disposición de lucha de los trabajadores sigue intacta

En el marco descrito previamente, los trabajadores siguen dispuestos a seguir movilizándose y luchando por sus derechos y reivindicaciones, así como por la profundización del proceso revolucionario hacia el socialismo del siglo XXI. Es así como la lucha por construir una central sindical clasista, revolucionaria, internacionalista, autónoma e independiente del gobierno y de los patronos es una necesidad urgente, y esta es precisamente la tarea que tiene por delante la Corriente Clasista que se desarrolla en la UNT. Igualmente, la necesidad de realizar el II congreso de la central en el marco de la más amplia democracia obrera, donde se expresen todas las posiciones políticas e ideológicas, es la mejor manera de deslastrarla de las reminiscencias burocráticas del pasado de la IV República, y construir un instrumento de lucha de los trabajadores por sus reivindicaciones. Este proceso empalma con la urgencia de construir, simultáneamente con una poderosa central clasista, una herramienta política de los trabajadores y el pueblo venezolano que abra, a través de la movilización, el camino hacia el socialismo.

En nuestra opinión, el país se encamina hacia momentos de exacerbación de la lucha política, no sólo contra las fuerzas de la contrarrevolución, sino también de los trabajadores y el pueblo contra los sectores que, en el seno del propio gobierno, no quieren que el proceso continúe avanzando hacia el socialismo.

Para nosotros está claro que esta profundización del proceso revolucionario debe pasar por la expropiación de los patronos, avanzando hacia la cogestión y el control obrero de las industrias y comercios, por la nacionalización de las tierras y la liquidación del latifundio, rompiendo con el imperialismo no pagando la deuda externa y expropiando a las transnacionales, para que los trabajadores conformen su propio gobierno junto a las organizaciones populares.