Congreso de la Unión
Nacional de Trabajadores
La pelea por una central
obrera independiente
Socialismo o Barbarie,
periódico, 08/06/06
Los sectores clasistas
fueron amplia mayoría, que tuvo que dar una dura batalla contra un
sector de dirigentes ligados al gobierno de Chávez e integrados al
aparato del estado, que finalmente se retiraron del Congreso. Esto es
una nueva muestra, por un lado, la profundidad del proceso de
recomposición de la clase trabajadora, que viene dando ejemplos
internacionales de creciente contundencia, como en EEUU, Francia y
otros países. Por el otro, hay que dar cuenta que, en el caso de
Venezuela, la presencia del fenómeno del movimiento chavista hace de
la recomposición obrera un proceso complejo, que no está libre de
contradicciones y problemas. Presentamos a continuación un relato de
los aspectos más salientes del Congreso de la UNT.
El 25, 26 y 27 de mayo
sesionó en Caracas el II Congreso de la Unión Nacional de
Trabajadores, la nueva central obrera de Venezuela. Haber logrado esto
ha sido el producto de una larga lucha de más de dos años.
“A
pesar de los obstáculos –dice el Informe presentado por los
principales dirigentes de la UNT, encabezados por Orlando Chirino–,
para nosotros configura un nuevo triunfo de la democracia de los
trabajadores de base y de sus delegados, contra todas las actitudes
dilatorias y hegemónicas que quisieron imponerse para evitar que el
Congreso se realizara y desarrollara en condiciones normales.
“Desde
el pasado 5 de abril de 2004, nuestra Central se encuentra en mora con
sus afiliados y con la Ley. No hemos podido legitimar sus organismos
de dirección a través de un proceso democrático de elección
directa y por la base como es el acuerdo constitutivo de la central. A
mediados del mes de abril de 2005 –es decir, con un año de
retraso–, y luego de innumerables esfuerzos, los distintos factores
que hacemos parte del Equipo de Coordinación Nacional de la UNT
logramos ponernos de acuerdo en comprometernos a impulsar y realizar
el II Congreso de nuestra Central y acto seguido desarrollar el
proceso eleccionario” (Informe II Congreso, Orlando Chirino,
Rubén Linares, Stalin Pérez Borges, Emilio Bastidas y otros, 28-5-6.
Este informe puede leerse completo en www.socialismo-o-barbarie.org,
edición del 4-6-06).
Efectivamente,
durante todo ese período se fue desarrollando una lucha cada vez más
enconada entre dos sectores. Uno, el que resultó ampliamente
mayoritario, que “defendió la necesidad de una Central con plena
independencia y autonomía frente a los empresarios, los partidos políticos
y el gobierno” (Informe II Congreso, cit.). Estos compañeros
se agrupan en la C-CURA (Corriente Clasista Unitaria, Revolucionaria y
Autónoma), cuyo referente más conocido es el compañero Orlando
Chirino.
El
sector minoritario, que intentó romper el II Congreso, agrupa a
las distintas corrientes que se reclaman chavistas incondicionales
–Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT), Autonomía Sindical,
etc.–, encabezadas por Marcela Máspero.
Los
sectores dirigidos por Marcela Máspero se caracterizan por su
estrecha integración al gobierno de Chávez y al aparato de estado,
con diversos cargos en el Poder Ejecutivo, las empresas estatales
y el parlamento.
En ese sentido, un delegado al Congreso –Francisco J. García– hace
una exacta pintura de este sector: Es “un esquema neocorporativo, que
invita al dirigente sindical a formar parte del aparato del estado. Es
así como hoy vemos a dirigentes sindicales con teléfonos, vehículos,
viático y privilegios otorgados por el estado o las empresas del
estado, con las cuales tienen relaciones, siendo el riesgo de esta
situación la posibilidad de una colaboración de clases y la
contribución en el control social [...] Hoy muchos «dirigentes
sindicales» son ministros, viceministros, gerentes y directores de
empresas u organismos del estado. Y dentro de las tareas principales
de algunos de estos compañeros está la posibilidad de un crédito...
las expectativas de montar sus propios negocios previsionales (Banco
de los trabajadores, cooperativas de consumo, institutos de recreación,
etc.). Pasan de dirigentes sindicales a «expertos» con una lógica
«desreguladora», que asumen «tecnocráticamente» la representación
de los trabajadores... La ideología que predomina en estos
planteamientos es estatista, prácticamente son representantes del
estado ante los trabajadores. Ello ha contribuido a que la idea de
libertad y autonomía sindical esté escasamente enraizada en la práctica
y en la conciencia de los compañeros que defienden estas posturas.
[...] Este modelo... [es]
cercano en algunos aspectos a modelos nacionalistas, como el
esquema argentino de la "columna vertebral", para definir la
relación sindicatos / movimientos políticos, donde los compañeros
tienen una posición como dirigentes sindicales y otra como
diputados.” (Francisco
Javier García, ¿Elecciones
ya o autonomía vs. neocorporativismo?, Aporrea / Boletín
informativo, 3-6-06).
Una larga marcha hacia el
Congreso
Los dos años de
enfrentamientos entre ambos sectores en la UNT y luego en el Congreso
se desarrollaron alrededor de algunas cuestiones que aparecían como
“organizativas”. Por ejemplo, las trabas durante estos años para
que se reuniera el II Congreso y también para que se convocara a
elecciones directas desde las bases a fin de nominar una dirección
definitiva.
Con diversos pretextos,
se iban imponiendo postergaciones. Ahora, la minoría rupturista
argumentaba que había que aplazar todo para el año que viene,
porque en este momento todos los esfuerzos deben aplicarse a conseguir
los “10 millones de
votos para Chávez” en las próximas elecciones presidenciales.
Aunque este sector era
minoritario, no fue fácil imponer la voluntad de la mayoría de los
delegados de base. Es que la minoría burocrática contaba con todos
los recursos del aparato del estado. Así, en vísperas de reunirse el
Congreso “en Caracas, los
delegados y delegadas de base pudieron enterarse que ese sector
controlaba herméticamente la edición y el manejo de las
credenciales. Esa realidad impidió
en los hechos que los otros sectores supieran cuántos delegados realmente participarían del evento. No
existían actas numeradas y certificadas por todos los sectores, de
las credenciales entregadas. Una parte de las delegaciones al medio día
del jueves, tenían resuelto todos sus problemas y se alojaba en
confortables hoteles de la ciudad, mientras que la inmensa mayoría
luego de viajar durante muchas horas y por la noche, tenía que
esperar 8, 10 y hasta 12 horas para que se le entregara su
credencial...
“Al llegar la noche del
jueves, esa inmensa mayoría de delegados no tenía donde alojarse,
teniendo que acudir a la ayuda institucional
para poder ubicar en incomodas condiciones a un sinnúmero de
delegados. Ni qué decir de los muchos que tuvieron que acostarse con
hambre, porque la mayor parte del tiempo la dedicaron a reclamar su
derecho democrático de representación. También los delegados de los
estados Trujillo y Portuguesa, que comparten nuestras posturas,
tuvieron que pagarse ellos mismos los buses para llegar a Caracas,
cuando se había asignado el dinero para que todos los delegados
pudieran llegar.
“Pero los problemas no
terminaron allí. Más de 300 delegados quedaron sin acreditarse y se
les informó que al día siguiente se continuaría con el trámite en
las instalaciones en el INCRET, en donde están ubicadas las oficinas
de la UNT, pero en ese lugar no volvieron a dar acreditación sino que
allí imprimían credenciales que después le enviaban a Marcela Máspero
y ésta entregaba a quien le pareciera” (Informe II Congreso,
cit.)
Pero
este manejo burocrático se convertiría en un búmeran: “Esta
situación, que irrespetaba el mandato de los trabajadores
y trabajadoras de base que habían elegido a sus delegados para
que los representaran en el Congreso, contribuyó a seguir generando
malestar entre los delegados, que después fue expresada cuando
Marcela hizo derecho de palabra en la instalación del Congreso y fue
abucheada” (Informe II Congreso, cit.).
Al verificar su fracaso en el control
del Congreso –pese a todas esas maniobras sólo logró una cuarta
parte de los delegados–, el sector de Marcela Máspero se retiró e
inició una violenta campaña apoyada desde los medios y el aparato
del estado.
Las
resoluciones
El II
Congreso votó diversas resoluciones. Como principios de la UNT se señalaron
los de “clasismo, autonomía, independencia, democracia sindical,
solidaridad e internacionalismo, central unitaria, anticapitalismo y
antiimperialismo... perspectivas de la construcción socialista...”
Asimismo
se formularon diversos reclamos al gobierno y al estado. De conjunto,
estas exigencias no sólo van mucho más allá de lo que el gobierno
chavista ha concedido a las masas trabajadoras y populares, sino que
plantean una serie de puntos “transicionales” anticapitalistas que
contradicen lo orientación de “capitalismo nacional” sostenida
por Chávez. Reproducimos algunos de ellos:
“- Crear un
frente o coordinación de trabajadores de empresas recuperadas que
permita articular política y experiencias para la construcción en lo
económico de un modelo productivo socialista y colectivo.
“- Impulsar la
creación de inspectorías
del trabajo en todos los municipios y que se nombre un representante
de la UNT para velar que se cumplan las providencias que beneficien
los derechos laborales de los trabajadores y evitar la corrupción.
“- Reducción
de la jornada laboral,
incremento de salario mínimo, actualización de las escalas de
sueldos y salarios, aumento del nivel salarial para la inamovilidad
laboral que ampara a los trabajadores en las inspectorías del
trabajo.
“- La UNT debe
hacer valer el referéndum revocatorio de los funcionarios públicos
que no cumplan con sus funciones y no transferirlos a otros cargos.
Responsabilidad civil y penal para los funcionarios públicos con
cargos de dirección que violenten las contrataciones colectivas y en
sus efectos los derechos de los trabajadores a su cargo.
“- Que se
eliminen los contratos a tiempo determinado a todos los trabajadores
de la administración pública y que se eliminen la figura de los
colaboradores que no les pagan ni les dan constancia de trabajo en
dichas instituciones.
“- La UNT debe
impulsar el control obrero de las empresas CADAFE, PDVSA, Invefex,
Invepal, Inveval y Sideroca.
“- Plan económico
y social alternativo discutido con los trabajadores que incluya un
plan nacional de obras publicas y vivienda para enfrentar el desempleo
y la informalidad y escala móvil de normas de trabajo sin afectar el
salario.
“- Constituyente petrolera para que los
trabajadores de PDVSA gestionen democráticamente esta importante
industria estatal”.
Pese
a ello y al enfrentamiento con la minoría adscripta al gobierno, el
Congreso también votó la siguiente resolución sobre las próximas
elecciones, que en su conjunto, lamentablemente, implica un apoyo
acrítico y sin condiciones a Chávez:
“Apoyo
total e irrestricto a la candidatura del presidente Chávez para las
elecciones presidencias del 3 de diciembre del 2006, a fin de lograr
su reelección y que esto se refleje en los 10 millones de votos.
“Coordinar
con las misiones así como con las organizaciones sociales, comités
de tierras, medios comunitarios, Frente Campesino Ezequiel Zamora y
otros, para conformar un frente en defensa de sus derechos y así
lograr la reelección del presidente Chávez. [...]
“Que
los sindicatos formen las UBEs (unidades de batalla electoral) de los
trabajadores con un programa revolucionario y socialista y quede así
integrado el pueblo y los trabajadores en esta actividad electoral.
“Establecer
como consigna: ¡por una Venezuela socialista, sin patronos ni
corruptos, 10 millones de antiimperialistas!”
A
este tema de las elecciones dedicamos un artículo específico en esta
misma edición.
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