Un
punto polémico
¿De
quién es el triunfo?
Por
Claudio Testa
Socialismo
o Barbarie, periódico, 07/12/06
En
las elecciones del 3 de diciembre fue derrotado el candidato a
presidente de la mayoría de la burguesía venezolana y del
Departamento de Estado. Un candidato cuyo verdadero programa, más
de allá de ciertos maquillajes populistas, era el neoliberalismo a
rajatabla y la vuelta al sometimiento a EEUU.
Pero
esta indudable derrota no significa automáticamente que haya sido
un triunfo de las masas obreras y populares, ni menos del
socialismo. El triunfador fue Chávez; es decir, fue la
victoria de un proyecto capitalista diferente, que es minoritario en
la burguesía y que sostiene una cierta independencia de EEUU.
Hay
una cierta confusión en la izquierda (incluso la que se reclama
revolucionaria) acerca de esta simple realidad. Un ejemplo de este
embrollo podemos verlo en el siguiente “Comunicado de la LCR”
(Liga Comunista Revolucionaria) de Francia, emitido a pocas horas del
triunfo de Chávez.
“La
LCR se alegra de la victoria de Hugo Chávez, que marca, más allá de
su personalidad, la voluntad de todo un pueblo de construir el
socialismo del siglo XXI. Esta victoria refuerza la posición de los
que, en el seno de la Unión Nacional de Trabajadores, el Partido
Revolución y Socialismo y el movimiento político Nuestra América,
esperan un salto cualitativo del proceso revolucionario”.
La
corriente internacional que encabeza la LCR –que pasó del apoyo
incondicional a Lula al apoyo no menos incondicional a Chávez–
suele suministrar las mejores muestras de este tipo de confusiones. El
ejemplo que exponemos no se aplica sólo a estos compañeros. En
Argentina, en los próximos días, vamos a ver montones de
declaraciones por el estilo.
Pero
veámosla más de cerca. “La LCR se alegra de la victoria de Hugo Chávez,
que marca, más allá de su personalidad, la voluntad de todo un
pueblo de construir el socialismo del siglo XXI”. El pueblo
venezolano puede tener “la voluntad” de “construir el socialismo
del siglo XXI”, pero la victoria es de Chávez, cuya
“personalidad” y “voluntad” consiste en sostener un proyecto
que no es socialista, sino de un capitalismo diferente. El
socialismo está, efectivamente, “más allá de su personalidad”.
Entonces,
con eso no se “refuerza la posición de los que, en el seno
de la Unión Nacional de Trabajadores, el Partido Revolución y
Socialismo y el movimiento político Nuestra América, esperan un
salto cualitativo del proceso revolucionario”. Van a quedarse
esperando, porque los votos fueron para Chávez, no para la UNT,
ni para el PRS, ni para Nuestra América. Gracias a esos votos, Chávez
va a estar más “reforzado”, por ejemplo, para intentar nuevamente
el sometimiento de la UNT.
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