¿Construyendo
el socialismo con petrodólares?
Por
Victoriano Sánchez
El
Socialista Centroamericano, Nº 61, febrero 2007
El
coronel Hugo Chávez tiene cautivada a la mayor parte de los
militantes de izquierda en América Latina. Su discurso estridente
contra el imperialismo, la proclamación del "socialismo del
siglo XXI", así como el financiamiento de partidos
simpatizantes, lo han vuelto atractivo en los precisos momentos en que
Fidel Castro agoniza. ¿Pero cómo está construyendo Chávez el
"socialismo del siglo XXI" con los petrodólares del
capitalismo?
México
nacionalizo su petróleo en 1938, Indonesia en 1965, Argelia en 1971,
Irak y Libia en 1973, Arabia Saudita en 1979 y Venezuela bajo la
primera presidencia de Carlos Andrés Pérez en 1975, año en que fue
creada PDVSA [la empresa estatal de petróleo]. Todas estas
nacionalizaciones fueron realizadas por gobiernos nacionalistas
burgueses. Fueron los años del nacionalismo político árabe y del
auge de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP),
de la cual Venezuela formaba parte.
En
Venezuela, más que una nacionalización se realizo una compra de la
industria petrolera por parte del Estado, el cual indemnizó a las
concesionarias por más de cuatro mil trescientos millones de bolívares
(Bs. 4.300.000.000), cantidad que superaba los beneficios que esas
empresas hubieran alcanzado de continuar operando hasta 1983, fecha
prevista para la reversión de los contratos.
Con
la nacionalización, los concesionarios privados se convirtieron en
filiales de PDVSA. La Creole pasó a llamarse Lagoven; la Shell se
llamo Maraven; la Mobil adoptó el nombre de Llanoven y otras diez
filiales, todas ellas con nombres terminados en "ven".
La
actividad petrolera quedó formalmente bajo la responsabilidad de
PDVSA, como casa matriz, con sus 14 filiales transnacionales. PDVSA
supervisaba y controlaba a la operadoras privadas.
Después
de la nacionalización en 1975, la misma PDVSA se encargó de
propiciar las condiciones para una nueva entrega del petróleo. PDVSA
fue conducida por una burocracia de tecnócratas que creyeron ser sus
dueños. Esta casta privilegiada creó un sistema para reproducirse
por si misma, bautizado como "meritocracia", la cual estaba
destruyendo a PDVSA desde adentro.
Los
aportes de PDVSA al Estado fueron disminuyendo con el tiempo. En 1981
el petróleo aportó ingresos brutos por 19,7 mil millones de dólares
y PDVSA pagó impuestos por 13,9 mil millones, pero en el año 2000
pagaba menos impuestos, solamente 11,3 mil millones de dólares, con
una facturación mucho más alta de 29,3 mil millones de dólares. En
20 años, las ventas aumentaron en 49% mientras la tributación
descendió en 23%. Las ganancias eran consumidas por los famosos
"costos operativos".
"Apertura
Petrolera"
En
febrero de 1983 se produjo el "viernes negro", una
estrepitosa caída a de los precios del petróleo, afectando
gravemente a la economía venezolana. Las exportaciones petroleras
cayeron de 19,3 mil millones de dólares en 1981 a 13,5 miles de
millones en 1983. Para parar la fuga de capitales, el gobierno se vio
obligado a establecer el control de cambios y a devaluar el Bolivar.
Venezuela se endeudó por 30,000 millones de dólares. La época de
bonanza petrolera se había acabado. Entre 1986 y 1987 se produjo un
retorno al viejo régimen de concesiones bajo la modalidad de
convenios operativos y "asociaciones estratégicas" para
explotar y comercializar el petróleo.
Pero
fue bajo la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez, en febrero
de 1989, que se acordó el "gran viraje" con el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial, permitiendo el reingreso
del capital extranjero en la industria petrolera.
La
economía venezolana estaba en crisis y un paquete de medidas económicas
como el alza de los productos básicos y del transporte colectivo,
produjeron el levantamiento popular que fue reprimido brutalmente el
27 de febrero del 1989, conocido como el "Caracazo".
"Asociaciones
Estratégicas"
La
"Apertura Petrolera" inició un proceso de desnacionalización
del petróleo, y tuvo como uno de sus objetivos principales el control
de la producción y comercialización de los crudos pesados de la Faja
del Orinoco, el mayor reservorio de hidrocarburos del mundo, bajo la
figura de "Asociaciones para la Exploración a Riesgo de Nuevas
Áreas y la Producción de Hidrocarburos Bajo el Esquema de Ganancias
Compartidas", conocidas como "asociaciones estratégicas".
Los
crudos pesados y extrapesados de la faja del Orinoco no eran muy
atractivos para las transnacionales. Para atraer a las
transnacionales, PDVSA creó un producto más barato, el "orimulsión"
que es utilizado como sustituto del carbón.
Desde
el año 2006, el diputado Mario Isea, presidente de la Subcomisión de
Hidrocarburos de la Asamblea Nacional de Venezuela, explicó que el
objetivo del gobierno de Chávez era propiciar la creación de las
"empresas mixtas" que operarán unos 32 campos petroleros, a
través de la creación de una Ley de Empresas Mixtas, quedando
reservada a las empresas estatales la comercialización de los
hidrocarburos extraídos de yacimientos venezolanos, de manera tal que
las "empresas mixtas" tendrían que entregarle los barriles
a PDVSA a boca de pozo, tal como hacían con los "convenios
operativos". (El Universal 7/04/06)
Las
recientes bajas en los precios del petróleo, repercuten negativamente
en la economía venezolana. Por ello Chávez ha iniciado un complicado
proceso de renegociación de la industria petrolera, especialmente en
la faja del Orinoco. La Asamblea Nacional elevó la regalía de 1% a
16,66% como lo estipulaba la Ley de Hidrocarburos de 1943, pero bajo
los superpoderes proporcionados por la Ley Habilitante del 2001, Chávez
dictó la nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH) que elevó las
regalías hasta el 30%. Por medio de los impuestos, sin necesidad de
nacionalizar plenamente la industria petrolera, Chávez ha renegociado
una parte de la ganancia.
El
Ministerio de Energía y Petróleo está preparando el terreno para
cobrar el 30% en regalías a las 43 "asociaciones estratégicas"
que fueron formadas con anterioridad a la LOH. Pero si una
"asociación estratégica" decide voluntariamente comenzar a
pagar 30% de regalía, para hacer efectiva su decisión tendría que
acudir a la Asamblea Nacional para obtener su aprobación sobre la
renegociación parcial de los contratos. La LOH contempla una regalía
máxima de 30% y constitución de empresas mixtas en las cuales el
Estado a través de PDVSA tenga una participación de al menos 51%. En
este caso, la Asamblea Nacional debe aprobar los nuevos contratos. (El
Universal 22/02/06)
Pero
las necesidades financieras de Chávez aumentan, en la medida en que
descienden los precios del petróleo. Por eso debe renegociar
nuevamente las cuotas de ganancia con las transnacionales, forzándolas
a constituir empresas mixtas o "asociaciones estratégicas".
La
dependencia del petróleo
La
economía venezolana continua siendo altamente dependiente del petróleo.
Los gobiernos del socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el
socialcristiano Comité de Organización Política Electoral
Independiente (COPEI) no diversificaron la economía a pesar del boom
petrolero. Pero Chávez no sólo no ha roto con la dependencia del
petróleo, sino que pretende construir el llamado "socialismo del
siglo XXI" con los petrodólares provenientes del mercado mundial
capitalista.
Para
el año 2004, después que Chávez derrotó el último paro general
montado por la oposición, el PIB creció un 17,85% respecto al año
anterior, alcanzando el nivel de producción de bienes y servicios del
año 2001, calculado en 100.000 millones de dólares. Sin embargo, el
PIB de Venezuela para 1983, año del "Viernes Negro",
rondaba la cifra de los 100 mil millones de dólares. Las cifras
muestran que la economía de Venezuela sufre un largo período de
estancamiento, mientras la población aumentó a 10 millones de
habitantes, lo cual reduce el PIB per cápita.
La
economía venezolana ha mostrado un crecimiento positivo en los últimos
tres años, 17,85% en 2004, 9,33% en 2005 y 5% en el año 2006. No es
la primera vez que la economía muestra períodos de recuperación
como éste. El problema es que este crecimiento proviene de una
expansión del gasto público respaldado por el aumento de los precios
petroleros. En estos años no se ha instalado nueva capacidad de
producción en el país, sino que el exceso de la demanda ha sido
cubierto con aumento de precios y con importaciones. Por eso Chávez
impulsa el ALBA con desesperación.
Escasez
e inflación
Los
males del capitalismo bajo el bipartidismo de AD y COPEI, se están
manifestando nuevamente bajo el gobierno "socialista" de Chávez:
La escasez de productos básicos y la galopante inflación muestran
que el modelo económico implementando por Chávez de capitalismo bajo
control del Estado esta fracasando.
El
presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Gastón Parra, dijo
que "desde el pasado año se han estado haciendo trabajos para
abatir el proceso inflacionario. Estamos conscientes de que hay que
tratar de disminuir ese salto que dio la inflación en 2006 cuando el
objetivo era entre 10 y 12%. Hay que procurar medidas de carácter
monetario y acciones en la economía real para lograr la meta trazada
de 12%". Chávez esta aplicando un plan antiinflacionario al
estilo del FMI. (El Universal, 08/02/07)
De
la canasta de bienes y servicios, existe desabastecimiento en al menos
74 productos de alto consumo como la carne de cerdo, sardinas
enlatadas, aceite de girasol, arvejas, lavadoras, refrigeradoras,
cocinas, frijoles empaquetados, caraotas negras y perfumes, maquinas
de afeitar desechables, sal, queso blanco, mantequilla, y baterías
para vehículos. Los productos que más escasean son los de precios
controlados. El control sobre la venta de divisas ha creado un mercado
negro de dólares, que incide en el alza de precios de los productos
importados.
Venezuela
vive una latente crisis alimentaría. Los datos oficiales del
Ministerio de Agricultura y Tierras indican que el año pasado se
cosecharon 18.044.380 toneladas de alimentos, mientras que en 2005 la
producción llegó a 19.302.848 toneladas.
En
realidad la dependencia del petróleo no estimula la actividad
productiva. Venezuela es un gran importador de productos agrícolas y
manufacturados, Chávez dictó recientemente un decreto que declaró
de ''utilidad pública e interés social" para garantizar
"los bienes necesarios para desarrollar las actividades de
producción, fabricación, importación, acopio, transporte,
distribución y comercialización de alimentos o productos sometidos a
control de precios''. Al mismo tiempo amenazo con la ''ocupación
temporal preventiva'' de los comercios ante el cierre o abandono de
los establecimientos, así como el ''decomiso inmediato'' de los
productos sometidos a control de precios. (Nuevo Herald 20/02/07)
Estas
medidas se apoyan en las instituciones del Estado burgués y no en la
movilización de los trabajadores y el pueblo, por lo que están
condenadas de antemano al fracaso. A pesar del millonario subsidio a
las "misiones populares", los primeros crujidos del fracaso
del modelo del "socialismo del siglo XXI" basado en las
importaciones de un país petrolero, son más que evidentes.
|