RCTV debe
pasar a manos de los trabajadores - I
El
cuento de los “defensores de la libertad de prensa”: una farsa
repugnante
Por Claudio Testa
Socialismo o Barbarie, periódico, 31/05/07
Esas máquinas de
mentir, engañar y falsificar –conocidos como “medios masivos de
comunicación” (TV, radios, grandes diarios y revistas)– han lanzado en
los últimos días una campaña mundial. De Nueva York a Buenos Aires, y
de aquí al Japón, vomitan en distintos idiomas el mismo libreto: la
“defensa de la libertad de prensa” contra el terrible “tirano Chávez”.
Hay que desenmascarar a estos cuenteros profesionales. Pero, al mismo
tiempo, esta erupción nos da la oportunidad de fijar una posición ante
el grave problema de los medios y de cómo lograr que exista una
verdadera libertad de prensa y de expresión cultural para los
trabajadores y los sectores populares.
La tormenta fue
desencadenada por una medida tardía pero absolutamente legal,
en los marcos de la Constitución y del derecho burgués de Venezuela,
tomada por el gobierno del presidente Chávez. Al finalizar la
concesión de la onda de Radio Caracas Televisión (RCTV), el gobierno
decidió no renovársela. Hay que aclarar que, en todos los
países del mundo, las frecuencias de TV son del estado, que las da (o
no) en concesión por un plazo determinado. Eso significa, además, que
los señores de RCTV pueden tranquilamente seguir emitiendo sus
programas por cable.
¿Por que hablamos de
medida tardía? Porque en verdad RCTV hace por lo menos cinco
años que debería haber sido cerrada, y sus dueños y directivos
enviados a la cárcel por el papel organizador y dirigente
del fracasado golpe de estado de abril de 2002, que intentó instaurar
una dictadura militar estilo Pinochet / Videla. En las pocas horas que
duró esa aventura golpista, alentada desde la embajada yanqui y
encabezada por el presidente de Fedecámaras (la principal organización
patronal de Venezuela), decenas de trabajadores y activistas fueron
asesinados, lo que dejó claro la que se venía si llegaban a
consolidarse en el poder.
Este intento criminal
fue desbaratado por la combinación de la movilización obrera y popular
y el vuelco de un sector de las fuerzas armadas contra el golpe.
RCTV y sus compinches
de Venevisión y Globovisión (otras emisoras de TV de la misma calaña)
no fueron simples “informadores” y/o “comentaristas” de esos
acontecimientos, sino que estuvieron pública y orgánicamente a la
cabeza del golpe. En cualquier estado burgués hubieran pagado caro
esta aventura. Pero, por motivos que ahora no vienen al caso, Chávez
hizo en ese momento “la vista gorda”.
Sin embargo, contra
lo que seguramente esperaba Chávez, esto no contribuyó a que RTCV y
demás canales cambiaran de conducta. Un pequeño ejemplo (que no
informan los indignados defensores de la “libertad de prensa”) las
retrata: varias veces han transmitido llamados a dar muerte a
Chávez, así como exhortaciones de militares retirados para
hacer nuevos intentos de golpe.
Imaginemos el
escándalo mundial que se armaría si una de las principales cadenas de
EEUU –por ejemplo la NBC o la CNN– iniciara una campaña pro asesinato
de Bush (y además para promover un golpe de estado). Pero, como no se
trata de EEUU ni del sagrado presidente del imperialismo yanqui,
entonces hay “licencia para (llamar a) matar”. |