Al cerrar RCTV
Chávez recompensó a Venevision
Por Orson Mojica
El Socialista Centroamericano Nº 65, junio 2007
Desafiando a Estados Unidos y la Unión Europea (UE), el presidente
Hugo Chávez cumplió su amenaza de cerrar la Televisora Radio Caracas
Televisión (RCTV). El tema de la libertad de prensa y de las
libertades democráticas bajo el llamado “socialismo del siglo XXI” ha
saltado al tapete de la discusión. El 28 de Mayo RCTV cerró
operaciones, y su frecuencia fue ocupada por el nuevo canal estatal
TVES
Golpismo y medios de comunicación
En un discurso pronunciado ante la alta oficialidad del Ejército, el
pasado 28 de Diciembre del 2006, en relación al posible cierra de RCTV
Chávez declaró: "Ya está redactada la medida, así que vayan (...)
apagando los equipos, pues. No se va tolerar aquí ningún medio de
comunicación que esté al servicio del golpismo, contra el pueblo,
contra la nación, contra la dignidad de la República”. (El
Universal 29/12/06)
De manera abrupta, cinco años después, Chávez resucitó la vieja
discusión sobre la participación de los medios de comunicación en el
fracasado golpe de estado del 11 de abril del 2002. En aquella
ocasión, con el afán de apaciguar a sus enemigos y de reacomodarse
nuevamente en el poder, Chávez fue muy conciliador. Lejos de clausurar
a los medios de comunicación que apoyaron el golpe de estado, por
haber atentado contra la voluntad popular reflejada en las elecciones,
convocó a un “dialogo nacional”, y se limitó a denunciar que el golpe
de estado “no hubiese sido posible sin el apoyo de los medios de
comunicación". (Reporteros sin Fronteras 18/04/02)
Grandes monopolios
Según datos de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL)
el 78% de las estaciones de televisión en VHF son privadas, mientras
que 22% son del sector público. En la banda UHF, el 82% de las
estaciones son privadas, el 11% están asignadas a operadores de
servicio comunitario y 7% al sector público.
El grupo más grande e importante de la televisión venezolana es
Venevisión, cuyo dueño es el magnate Gustavo Cisneros Rendiles, quien
también apoyó el golpe de estado del 11 de abril del 2002. El segundo
grupo de la industria de la radio y la televisión es el grupo 1BC,
encabezado por el millonario Marcel Granier, dueños de RCTV, radio
92.9 FM, Radio Caracas Radio (RCR) y las empresas Recorland y Línea
Aérea Aereotuy. El grupo 1BC esta asociado a Coral Sea Inc, con sede
en Miami, comercializadora exclusiva de las producciones de 1BC.
Estas dos empresas concentran el 85% de la inversión publicitaria,
tienen el 66% del poder de transmisión, dominan las redes de
transmisión y difusión de la señal; controlan además, 80% de la
producción y elaboración de mensajes, informaciones y contenidos que
difunden en Venezuela.
El grupo Camero, mucho más pequeño, es dueño de Televen. Existen
emisoras del Estado como Venezolana de Televisión y Vive TV.
¿Fin del monopolio de la información?
Para cerrar RCTV, el gobierno utilizó un sutil mecanismo legal: no
renovar la concesión. William Lara, ministro de Comunicación e
Información, insistió que “el papel determinante de RCTV durante
[el] golpe de Estado de 2002 debe ser recordado (…) esa actitud
irresponsable no ha cambiado en RCTV” y justificó la decisión del
cierre argumentando que “El incremento del número de emisoras de
radio, televisión, periódicos, revistas, páginas de Internet y su
diversidad de orientaciones políticas, es la mejor garantía de que los
venezolanos seguirán contando con información plural” (ABN
25/01/07)
Por su parte, Jesse Chacón
Escamillo, Ministro del Poder Popular para las Telecomunicaciones y la
Informática, negó que se tratara de una represalia política contra
RCTV. “Si se tratara de una decisión política el 14, 15, ó 16 de
abril [del 2002] se hubiese aperturado un procedimiento administrativo
y se hubiesen cerrado todos los canales de televisión, pues los
venezolanos sabemos cómo participaron activamente en el golpe de
Estado del 11 de abril (…) Del golpe de Estado al vencimiento de la
concesión ha pasado mucho tiempo y han ocurrido bastantes cosas; sin
embargo, pasó el tiempo, se venció y simplemente cambió la política y
vamos a tener una televisión de servicio público”.
(ABN 29/03/07)
Como un mecanismo de presión contra Chávez, el 20 de abril de 2007 la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de
Estados Americanos (OEA) admitió la demanda de varios empleados de
RCTV contra el Estado venezolano. Este juicio se ventilará ante la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José, Costa
Rica. Chávez reaccionó iracundo ante la demanda: “'Hoy lo ratifico,
si a nosotros llegan a condenarnos en la OEA o en cualquier otro ente
de estos internacionales por un caso como éste, Venezuela se retiraría
de la OEA, porque no tendría sentido estar allí, ¿para qué?''
(Nuevo Herald 2/05/07)
Los propietarios de
RCTV recurrieron de nulidad ante la Sala Político–Administrativa del
Tribunal Supremo, el cual declaró improcedente el amparo cautelar
solicitado pero admitió la demanda, dejando en el congelador y en una
futura mesa de negociaciones la posible reversión o confirmación de la
resolución administrativa de no renovar la concesión a RCTV.
Cilia Flores, presidenta de la Asamblea Nacional, celebró el cierre de
RCTV porque "ahora sí vamos a tener una verdadera libertad de
expresión. Por fin el monopolio de la información y la dictadura de
los medios serán cosa del pasado". (El Universal 28/05/07)
Reacción imperialista
El Senado de los Estados Unidos votó una resolución que califica la
revocación de la licencia como "un asalto contra la libertad de
pensamiento y de expresión que no puede ser aceptado por los países
democráticos" e insta "enérgicamente" a la OEA a intervenir
en el caso. (El Universal 25/05/07). No obstante, la OEA, ese
“ministerio de colonias” como le llamo el Che Guevara, se encuentra
dividida en torno al tema y no ha tomado ninguna resolución por el
momento.
El Parlamento Europeo también se dividió en torno al cierre de RCTV,
emitiendo una resolución condenatoria contra Chávez, pero de una
minoría. De un total de 784 miembros votaron únicamente 43 de los 65
diputados que asistieron a la sesión. Sin embargo, Angela Merkel,
presidenta alemana de la Unión Europea (UE) manifestó que "La UE
nota con preocupación la decisión del gobierno de la República
Bolivariana de Venezuela de dejar expirar la licencia de emisión de
Radio Caracas Televisión el 27 de mayo sin abrir concurso para que
pueda proseguir" (AFP 29/05/07)
Voces discordantes
El conjunto de la burguesía latinoamericana manifestó su rechazo por
el cierre de RCTV. En la pasada Cumbre del Alba, realizada el 29 de
abril del 2007, en Barquisimeto, Venezuela, los presidentes Hugo
Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega y el vicepresidente cubano Carlos
Lage, firmaron una discreta declaración de apoyo al gobierno
venezolano: “Estos grupos se han obsesionado con el propósito de
reeditar la conspiración mediática, económica, social y política que
se concretó en el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, (…) con el
fin de detener la decisión del Estado de no renovar la concesión de la
señal del Canal 2 [RCTV] , que vence el 27 de mayo de 2007, a uno de
estos grupos económicos”(La Prensa 25/05/07)
En Centroamérica, las voces discordantes fueron el Frente Sandinista
de Liberación Nacional (FSLN) y el Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN). Samuel Santos, canciller de Nicaragua,
expresó que el gobierno de Venezuela "tiene pleno derecho a no
renovar la licencia de operaciones de Radio Caracas Televisión (RCTV),
es un contrato que se terminó; una concesión que se terminó y el
Gobierno de Venezuela, con pleno derecho, no lo renovó". (El
Universal 29/05/07)
Roberto Lorenzana, dirigente del FMLN, justificó que "La gente de
la televisora [RCTV] asumió una posición beligerante, partidista en
contra de Chávez y eso ha sido sin duda la razón principal para no
darle la prórroga... El Estado venezolano está en todo su derecho de
tomar esa decisión". El diputado del FMLN, Salvador Arias, sostuvo que
"no se está violando el derecho a la comunicación, sino haciéndole un
correctivo a una institución que apoyó un golpe de Estado". (El
Diario de Hoy 25/05/07).
Por su parte, Nidia Díaz, diputada del FMLN ante el Parlamento
Centroamericano (PARLACEN) razonó que “"La solidaridad [con
Hugo Chávez] es en respuesta a la ayuda que Venezuela otorga al
país en distintos campos. Estamos en una identidad en el sentido que
se deben democratizar los medios. Es soberano en su decisión".
(Diario de Hoy 28/05/07)
Tanto el FMLN como el FSLN organizaron concentraciones en las
embajadas de Venezuela en San Salvador y Managua, en apoyo al cierre
de RCTV.
Antiimperialismo y bonapartismo
Chávez logró desmantelar las corruptas estructuras de poder del
sistema bipartidista (AD–COPEI), ganando las diferentes elecciones
(presidenciales, Asamblea Constituyente, referendo revocatorio) y
apelando también a la movilización de masas. En este proceso
denominado “revolución bolivariana”, el Estado burgués no ha sido
destruido, sino que ha sido remodelado y fortalecido a la imagen y
semejanza del coronel Hugo Chávez, quien se ha enfrentado a la
oligarquía venezolana y ha tenido roces con el imperialismo
norteamericano. Para resistir las presiones de sus enemigos, Chávez se
ha apoyado en el movimiento de masas.
A
finales de los años 30 del siglo pasado, León Trotsky analizó este
tipo de regímenes a los que denominó “bonapartismo sui generis”. "En
los países industrialmente atrasados el capital extranjero juega un
rol decisivo. De ahí la relativa debilidad de la burguesía nacional en
relación al proletariado nacional. Esto crea condiciones especiales de
poder estatal. El gobierno oscila entre el capital extranjero y el
nacional, entre la relativamente débil burguesía nacional y el
relativamente poderoso proletariado. Esto le da al gobierno un
carácter bonapartista sui generis, de índole particular. Se eleva, por
así decirlo, por encima de las clases. En realidad, puede gobernar o
bien convirtiéndose en instrumento del capitalismo extranjero y
sometiendo al proletariado con las cadenas de una dictadura policial,
o bien maniobrando con el proletariado, llegando incluso a hacerle
concesiones, ganando de este modo la posibilidad de disponer de cierta
libertad en relación a los capitalistas extranjeros". (La
Industrias nacionalizada y la administración obrera, 12/05/1939)
El gobierno de Chávez calza con esta definición teórica. Pero la
realidad es cambiante. En su tercer mandado, Chávez inicio un proceso
de “nacionalizaciones”, de la empresa eléctrica, telefónica CANTV y de
los recursos petroleros de la faja del Río Orinoco, que en realidad
resultaron ser una compra mayoritaria de acciones por parte del
Estado. En relación al petróleo, después de un complicado proceso de
negociación, Chávez obligó a las empresas transnacionales a formar
empresas mixtas o “asociaciones estratégicas”, reservándose el Estado
venezolano el control de la mayoría de las acciones, convirtiendo a
las transnacionales en socios minoritarios de las nuevas empresas.
El incremento del área estatal no implica la destrucción del
capitalismo, ni la construcción del socialismo. Venezuela continúa
siendo un país capitalista, el principal abastecedor de petróleo para
los Estados Unidos. La bonanza petrolera, basada en los altos precios
del petróleo a nivel internacional, le han permitido a Chávez “hacer
algunas concesiones”, aumentar el nivel de consumo de algunos sectores
de la población, crear una compleja red de gobiernos aliados (Evo
Morales, Néstor Kirchner, Daniel Ortega y Fidel Castro), así como
mantener la influencia política sobre grupos y partidos de izquierda
simpatizantes en América Latina y el mundo.
Sin embargo, a nivel del régimen político se ha producido una
involución. Lejos de democratizar la sociedad venezolana, entregando
el poder a los sindicatos y organismos populares, Chávez ha actuado en
sentido inverso: concentrando mayores poderes en la institución del
Presidente de la República, y en el aparato burocrático–militar del
Estado. El bonapartismo sui generis se debilita y da paso a un
bonapartismo cada vez más reaccionario que, como veremos mas adelante,
constituye una amenaza para las libertades obreras y democráticas.
Como corolario de este proceso de concentración de poder, Chávez
impulsa actualmente la creación del Partido Socialista Unificado de
Venezuela (PSUV) que, en las actuales circunstancias, no es mas
que un proyecto corporativista por medio del cual pretende subordinar
y domesticar a los sindicatos y organizaciones populares, bajo el
férreo control del Estado burgués.
Marxismo y libertad de prensa
El imperialismo norteamericano y europeo, la burguesía latinoamericana
y las grandes corporaciones de medios de comunicación, gritan
horrorizados y han derramado sus lágrimas de cocodrilo por el cierre
de RCTV.
En los hechos, la libertad de prensa ha dejado de ser un derecho para
convertirse en una ficción, en un lucrativo negocio de las empresas
transnacionales propietarias de los grandes medios de comunicación. El
imperialismo y la burguesía niegan o restringen la libertad de prensa
a los trabajadores y el pueblo, solo publican aquellas noticias que
les interesan y censuran o minimizan todo lo que representa un peligro
para el sistema capitalista.
Bajo el capitalismo, los marxistas revolucionarios luchamos por las
más amplias libertades democráticas, incluida la libertad de prensa y
de información. Solamente en circunstancias excepcionales como
agresión militar del imperialismo contra una semicolonia, guerra civil
o golpe de estado fascista, luchamos por silenciar a aquellos medios
de comunicación al servicio de la contrarrevolución, aclarando que se
trata de medidas excepcionales dirigidas únicamente contra estos
sectores de manera específica y nunca contra la generalidad de las
organizaciones obreras, campesinas y populares. Luchamos por el cierre
de los medios de comunicación fascistas por que el fascismo es la
negación de la propia democracia burguesa, al cual bajo un régimen de
relativas libertades, nos permite ampliar y desarrollar los niveles de
organización y conciencia de la clase trabajadora y sectores
populares. Aun bajo el socialismo, una vez que hayamos destruido al
capitalismo, debemos luchar por avanzar hacia el reino de la libertad.
Los marxistas revolucionarios estamos en contra de los regimenes
totalitarios bajo el capitalismo y aun bajo el socialismo. Este
apasionante debate sobre los alcances y límites de las libertades
políticas concluirá cuando la humanidad se haya librado del sistema
capitalista.
Control del Estado burgués
A
pesar de que lo grita a los cuatro vientos, Venezuela no es un país
“socialista” sino un país capitalista. En las actuales circunstancias,
Chávez no enfrenta un golpe militar, ni un ataque militar del
imperialismo, y Venezuela no se encuentra inmersa en una guerra civil.
Al contrario, es el periodo en que concentra un mayor poder político.
A pesar de ello, Chávez quiere silenciar a la oposición burguesa que
le critica ásperamente, enviando un claro mensaje intimidatorio para
el resto de medios de comunicación, como es el caso de Globovisión.
Cualquier restricción a las libertades democráticas, incluida la
libertad de prensa, termina afectando directamente a la clase obrera y
sus organizaciones políticas y gremiales. El control del estado
burgués sobre los medios de comunicación es una amenaza directa para
la independencia política de las organizaciones obreras, campesinas y
populares.
La verdadera “democratización de la
información”
Chávez ha negado la renovación de la concesión a RCTV, pero se la ha
traspasado a TVES un nuevo canal del Estado. CONATEL renovó la
concesión a Venevisión, el gran rival del grupo 1BC. En el pleito por
el jugoso mercado de la radio y la televisión, el gobierno de Chávez
ha favorecido al grupo Cisneros en detrimento del grupo 1BC. Bajo al
pretexto de combatir a la prensa reaccionaria, ha aumentado el control
del estado burgués sobre los medios de comunicación. Chávez no ha
expropiado a RCTV, ni a los grandes monopolios de la información,
sencillamente ha sacrificado a uno de los más agresivos para meter en
cintura al resto.
La verdadera “democratización de la información” en Venezuela se
producirá en la medida en que aumente el poder, la influencia y la
independencia de la prensa obrera y popular. La autentica ampliación
de la libertad de prensa e información será una realidad cuando todos
los grandes medios de comunicación sean entregados a los sindicatos,
organizaciones campesinas y populares, así como a las asociaciones
comunitarias.
León Trotsky afirmaba con certeza que“ el modo mas efectivo para
combatir la prensa burguesa es extender la prensa de la clase obrera”
(Libertad de Prensa y la Clase Obrera, 1938). Chávez en
multiplicaciones ha reivindicado a Trotsky como un gran
revolucionario, pero dista mucho de aplicar su pensamiento. |