Toda
una generación de economistas ha sido llevada a desconocer la obra de
este intelectual enorme y consecuente por la influencia decisiva del
llamado pensamiento único
Andre
Gunder Frank
Por
Theotonio Dos Santos
Red
UNESCO-UNU
Reproducido
por Rebelión, 29/04/05
¿Quien
es el economista más citado y discutido en el mundo? No pierda su
tiempo buscando entre los premios Nóbel y otros muy promovidos en la
gran prensa. André Gunder Frank es de lejos el más citado y el más
discutido en el mundo como revelan varios estudios sobre el tema y las
más de 30.000 entradas que tiene en la Internet. Su muerte el sábado
23 de abril pasado produce un vacío en el pensamiento social
contemporáneo difícil de ser sustituido. Pero André era bien más
que esto. Él era un tipo de intelectual completamente consecuente con
sus ideas. Un luchador permanente por la verdad y por la transformación
del mundo. Aún cuando se equivocó mucho, como todo ser humano, era fértil
y motivador incluso en sus errores. Esta es una calidad que solo los
genios tienen.
André
se formó académicamente en la “cueva de las serpientes”: recibió
su doctorado en la Universidad de Chicago y convivió con la brillante
generación de conservadores que tanto deformó las ciencias sociales
en las décadas del 50 y 70 para abrir camino finalmente en los años
80 a la hegemonía del pensamiento único que aún nos asfixia. Su crítica
a los Chicago boys que tomaron el control del Estado chileno en el
gobierno fascista de Augusto Pinochet es, en este sentido, aplastante
y definitiva.
Cuando
lo conocí en Brasilia, en 1963, él había sido invitado por Darcy
Ribeiro rector de la recién fundada Universidad de Brasilia para
dirigir un seminario sobre “el estructural funcionalismo”,
corriente de pensamiento conservador que dominaba en aquél momento
las ciencias sociales. Él ya había tomado distancia de esta
corriente mayoritaria en la Universidad de Chicago a través de su
contacto intelectual con Paul Baran y Paul Sweezy. Su artículo sobre
la remesa de ganancias y pagos de servicio superiores a la entrada de
capitales del exterior causó gran conmoción y fue lo que lo llevó a
ser invitado por Darcy.
En
su seminario estábamos Ruy Mauro Marini, Vania Bambirra y yo que seríamos
posteriormente consagrados como la corriente radical de la teoría de
la dependencia. Discutimos mucho todo el tiempo. Pero no hay duda que
asumimos un compromiso intelectual y político común que duró toda
una vida, a través de 2 exilios políticos de Brasil a Chile y de
Chile al exterior. Y, en nuestro, caso en una amnistía que nos lanzó
a un Brasil profundamente comprometido con el capital financiero
internacional.
En
su participación en el Seminario Internacional de la REGGEN de Agosto
de 2003, en Río, sobre Hegemonía y Contra hegemonía, Andre tuvo la
oportunidad de ir hasta Brasilia, Sâo Paulo y Santa Catarina. A pesar
de su enfermedad ya tan avanzada el hizo cuestión de desplazarse
hacia todos estos lugares para dejar testimonio de que la teoría de
la dependencia empezó en aquellos años de 63-64, en nuestros debates
y acuerdos dentro de esta experiencia pedagógica colosal que fue la
UnB de Darcy Ribeiro, destruida en gran parte por la dictadura militar
de 1964.
Exilado
en Chile, como nosotros, André se incorporó en 1967 al Centro de
Estudios Socio Económicos (CESO) de la Facultad de Economía que yo
dirigí. Ahí estaban otra vez Ruy e Vania lo que nos permitió
realizar muchos trabajos conjuntos. Ahí se consolidó la recuperación
de los ciclos largos como instrumento fundamental para la comprensión
de la historia económica contemporánea. La experiencia del gobierno
de la Unidad Popular estimulaba de manera impresionante el trabajo
intelectual, trátase de un laboratorio fantástico para analizar el
cambio social y la revolución. Frank vivió muy profundamente esta
realidad teniendo el apoyo de su esposa Marta, de origen chilena.
El
golpe de Chile destruyó el CESO y nos dispersó otra vez. Yo y Vania
fuimos para México donde hemos sido recibidos con una solidaridad
conmovedora. André y Ruy fueron inicialmente para Alemania. Rui vino
posteriormente para México y se incorporó al Doctorado de Economía
de la UNAM que yo dirigía. Frank inició un periplo por el mundo
terminando por un buen período en Holanda donde se jubiló. En estos
años sufrió mucho por la persecución de la inmigración
estadounidense. Acostumbraba ingresar en Estados Unidos por la
frontera canadiense. Su principal culpa era haber abandonado la
nacionalidad estadounidense y retomar su identidad alemana. Pero él
se sentía sobretodo un latinoamericano aunque no había espacio para
él en una América Latina dominada por dictaduras militares.
Después
de la muerte de Marta, continuó su periplo por Canadá y después en
los Estados Unidos de Clinton donde pudo trabajar pero con
restricciones emigratorias. Sus últimos días de vida los vivió en
Luxemburgo al lado de Alison, una mujer de mucha fibra y disposición
que lo ayudó mucho a enfrentar su enfermedad por 12 años de lucha
colosal.
Su
producción en los años 70 es menos conocida a pesar de su
profundidad y su fuerza provocativa. Él fue uno de los creadores de
la teoría del sistema mundial cuya crisis analizó en dos libros
extremamente impactantes. Además inició el balance histórico del
sistema mundial que hizo retroceder por lo menos hasta el siglo quinto
antes de Cristo. Su libro Re-Orient mostró el rol de liderazgo que ha
ocupado China en este sistema mundial creado en torno de la ruta de la
seda. Hegemonía que solo pierde en el siglo XVIII con el ascenso del
poderío marítimo occidental y con la revolución industrial.
Nada
hay de más importante que esta revisión de la historia mundial que
sugiere André y que provocó una polémica colosal incluso dentro del
grupo del sistema mundial. Sus últimos escritos apuntaban hacia el
rol del dólar y del pentágono en la hegemonía norteamericana actual
y la crisis definitiva que ambos viven en el presente. Otra tesis polémica
que es sin embargo más próxima al enfoque del sistema mundial en su
conjunto.
Cuantas
polémicas más no se estarían gestando en el cerebro colosal de André
Gunder Frank. Su hijo Frank cuenta que él trabajó hasta su suspiro
final. Tengo este sentimiento de pérdida de un intelectual de
vanguardia pero sobretodo de un amigo y camarada. Pero me duele pensar
cómo toda una generación de economistas ha sido llevada a desconocer
esta obra colosal por la influencia decisiva del llamado pensamiento
único que se impuso en varias universidades de todo el mundo. Resta
sin embargo la certeza de que en los movimientos sociales y en el espíritu
del Forum Social Mundial su obra es una referencia fundamental.
(*)
Profesor titular de la UFF, Brasil. Director del REGGEN. Autor de
“La Teoría de la Dependencia: balance y perspectiva”, Editora
Plaza y Janés, México, que fue comentada por André Gunder Frank en
su artículo “La dependencia de Theotonio”.
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