Traición
al socialismo revolucionario y a los trabajadores de Italia
Carne
de cañón para Afganistán
Por
Claudio Testa
Socialismo
o Barbarie, 28/09/06
La
bancarrota de EEUU en sus aventuras colonial-petroleras se ha ido
agravando en los últimos meses. Junto al desastre en Iraq y la
derrota de Israel en Líbano, la situación en Afganistán ha venido
empeorando. El ascenso de la resistencia ha puesto en crisis a las
tropas de ocupación y al gobierno títere de Kabul. Y EEUU no puede
enviar refuerzos porque está desbordado en Iraq. Así, el gobierno de
Bush viene haciendo presiones desesperadas sobre sus socios europeos
de la OTAN para que envíen más “carne de cañón” a Afganistán
y/o mantengan las tropas que tienen allí. Uno de los que han cumplido
los deseos de Washington es el gobierno de “centro-izquierda” de
Romano Prodi de Italia.
Hasta
aquí, nada nuevo bajo el sol. Pero, en este caso, se produjo un hecho
inusitado y escandaloso, que debe ser mundialmente denunciado. En las
cámaras, cuando se debatió el tema de las tropas de Afganistán,
también votaron a favor algunos parlamentarios que se dicen de la
“Cuarta Internacional”.
El
gobierno de “centro-izquierda” presidido por Romano Prodi es una
coalición en la que participa el partido Rifondazione Comunista. Una de las corrientes de Rifondazione
está integrada por la sección en Italia del antiguamente llamado Secretariado
Unificado de la Cuarta Internacional. Se trata de una antigua
corriente del trotskismo europeo, cuya principal organización es hoy
la LCR (Liga Comunista Revolucionaria) de Francia.
El
hecho escandaloso, que configura una traición inexcusable, es
que parlamentarios de Rifondazione que pertenecen a esa corriente
acataron la disciplina del bloque y votaron a favor de las tropas
para Afganistán. Y doblemente grave es que, sin sus votos, esa
moción hubiese perdido.
Lógicamente, este escándalo ha
tenido amplia repercusión en Italia –donde existe un fuerte
movimiento antiguerra que fue decisivo para la derrota de Berlusconi y
el triunfo de Prodi– y también en la izquierda anticapitalista del
resto de Europa.
Los
argumentos de por qué, oponiéndose verbalmente a la guerra,
capitularon de esa manera, son particularmente aleccionadores:
Prodi había convertido lo de Afganistán en una “moción de
confianza”, lo que significa –en el régimen parlamentario
italiano– que si perdía la votación, caía el gabinete y debía
llamarse a nuevas elecciones. Por supuesto, ¿qué son la ocupación
colonial de Afganistán, las torturas y matanzas diarias, incluyendo
las muertes de soldados italianos, comparadas con el gravísimo
peligro de perder los sillones de diputados o senadores en unas nuevas
elecciones?
El
argumento con el que esta gente pretende defender lo indefendible –haber
votado en un parlamento imperialista a favor de una guerra colonial–
los enloda más aun. Prodi los chantajeó de esa manera porque sabía
que iban a doblar la rodillas. ¿Por qué no le devolvieron el
chantaje, anunciando públicamente que Prodi sería responsable de la
caída del gobierno, por traicionar el mandato de la mayoría de los
trabajadores y el pueblo italiano que votó contra la
participación en la guerras de Bush a las que se había asociado
Berlusconi?
Por último, digamos que, para los socialistas
revolucionarios y trotskistas, este triste episodio trasciende los
marcos de Italia. Es otra anécdota de una corriente que, desde su
habitual oportunismo, salta a veces a cosas mucho más graves. Es que
lo sucedido en Italia es en esencia lo mismo que ocurrió en Brasil.
Esta corriente, conocida allí como Democracia Socialista del PT,
terminó integrando con ministros el gobierno de Lula, y hoy uno de
sus dirigentes, Raúl Pont, es secretario general del PT. Es decir, se
han integrado tranquilamente a un gobierno y un partido al servicio
total del capitalismo y corruptos hasta la médula.
.- “Afghanistan: 6 mesi per decidere”,
en www.sinistracritica.org
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