Un
balance imprescindible para relanzar la lucha por el
socialismo en el siglo XXI
Las
revoluciones del siglo XX
El
relanzamiento de la lucha por el socialismo en el siglo
XXI no puede hacerse sin un balance de la revoluciones
del siglo XX, en especial de las que se reclamaron
socialistas. Es
imprescindible, pasar en limpio de manera crítica el
recorrido anterior de la lucha de la clase trabajadora y
de los socialistas revolucionarios.
En
estos textos, nuestra corriente busca aportar elementos
de balance, a partir de las lecciones surgidas de la
experiencia de la lucha de clases del siglo pasado.
Buscamos definir los problemas y posiciones centrales
que jalonaron al marxismo revolucionario, principalmente
en la segunda mitad del siglo pasado, frente a las
revoluciones de la última posguerra, como las de China
y Cuba.
Esto
lo haremos polemizando con las distintas visiones e
interpretaciones de las principales corrientes del
movimiento trotskista de ese período, centrando, sobre
todo, en las lecciones teóricas y estratégicas.
•
Notas
sobre la Teoría de la Revolución Permanente a
comienzos del siglo XXI - I
Critica a la concepción de las revoluciones
"socialistas objetivas",
por Roberto Sáenz, Socialismo o Barbarie, revista Nº
17/18, noviembre 2004
•
Notas sobre la Teoría de la Revolución Permanente a
comienzos del siglo XXI - II
Las revoluciones de la segunda posguerra y el movimiento
trotskista,
por Roberto Sáenz, Socialismo o Barbarie, revista Nº
17/18, noviembre 2004
En
lo que hace a la revolución socialista no hay
sustituismo de clase que valga: sólo puede tratarse de
una revolución de la propia clase trabajadora, por
intermedio de sus organismos de lucha, conciencia y
partidos. Las
revoluciones de posguerra –en ausencia de la clase
trabajadora como tal, de su conciencia socialista,
organismos y partidos– constituyeron revoluciones
democrático-nacionales, antiimperialistas y
anticapitalistas, pero no obreras ni socialistas. Las
sociedades no capitalistas a las que dieron lugar no
llegaron, por lo tanto, a configurar estados obreros ni
sociedades de transición al socialismo. Esta transición
fue bloqueada desde el principio por el poder encarnado
por las capas pequeño burguesas burocráticas
stalinistas, que no constituyeron verdaderas dictaduras
proletarias.
• China
1949: una revolución campesina anticapitalista,
por Roberto Sáenz, Socialismo o Barbarie, revista Nº 19,
diciembre 2005
La
Revolución China de 1949 fue la más importante del
siglo, después de la Revolución Rusa de 1917. Pero a
diferencia de ella, no fue una revolución obrera y
socialista, sino una inmensa revolución campesina anticapitalista.
No llegó a constituirse como revolución socialista, como resultado de los límites y la naturaleza distorsionada de las tareas llevadas a cabo
con la total ausencia de la clase obrera en la misma y
con su encuadramiento burocrático. En este sentido, fue una revolución con rasgos comunes a otras de la segunda
posguerra que expropiaron el capitalismo, más allá de que la revolución china fue sin duda la más trascendental. de ese período.
El veloz curso posterior de China a la restauración y
el hecho de que hoy sea la locomotora del capitalismo
mundial, no pueden explicarse sin comprender esos
orígenes.
•
Un debate crucial en la izquierda - Cuba frente a una
encrucijada,
por Roberto Ramírez, Socialismo o Barbarie, revista Nº
22,
noviembre 2008
Después
de la de China, la Revolución Cubana de 1959 fue la más
importante de las revoluciones de posguerra que
expropiaron al capitalismo pero sin establecer realmente
un poder
obrero. Aquí se expone el original curso histórico de
Cuba, que no comienza con esa revolución sino que hunde
sus raíces en su pasado colonial y su relación
peculiar con
EEUU. Las particularidades de la situación cubana,
especialmente frente al imperialismo yanqui que pretende
recolonizar la isla, hicieron que el curso
restauracionista seguido por el resto de los países
“socialistas” quedara en suspenso por un tiempo.
Pero esa situación ya comenzaba a ser difícil de
sostener al momento de escribir este artículo.
•
Las premisas teóricas del debate sobre Cuba
Sobre la
naturaleza de las revoluciones de posguerra y los
estados "socialistas",
por Roberto Ramírez, Socialismo o Barbarie, revista, Nº
22,
noviembre 2008
El
debate sobre Cuba, como el de las otras revoluciones del
siglo XX, nos remite a los problemas centrales de la
teoría marxista de Estado y las clases. ¿En qué
medida otros sujetos sociales y políticos pueden
sustituir a la clase obrera y trabajadora en la revolución
socialista? Si los países “socialistas” de fines
del siglo XX eran “estados obreros”, ¿cómo se
volvió al capitalismo sin que mediasen
contrarrevoluciones sangrientas, guerras civiles o
invasiones imperialistas que despojasen por la fuerza a la clase
trabajadora (la supuesta “clase dominante”) de la
propiedad y el dominio de la sociedad? Sería el primer
caso en la historia que una “clase dominante” se
deja quitar el poder y propiedad sin resistencia.
• La
crisis terminal del "modelo cubano"
Los “Lineamientos” del VI Congreso del PCC, tiene un
signo inequívoco: hacia el capitalismo,
por Marcelo Yunes, Socialismo o Barbarie, revista, Nº
25, febrero 2011
El
régimen político y económico cubano, tal como se ha
conocido durante décadas, está en crisis terminal...
La burocracia del Partido Comunista es la primera
consciente de esta situación y, más allá de las
invocaciones rituales a la “profundización” o
“renovación” del rumbo “socialista”, apunta a
una transformación profunda de la estructura económica
y social. Esa transformación –la de los
“Lineamientos” del VI Congreso del PCC– tiene un
signo inequívoco: hacia el capitalismo y hacia la
gradual pero categórica liquidación de las muy
deterioradas conquistas de la revolución de 1959. Aquí
analizamos la bases materiales de esta crisis, el giro
del PCC a la restauración y las enseñanzas que deja
para lucha por el socialismo en este siglo.
•
Cuba
- Debates en la izquierda
Polémica con "IV Internacional" mandelista, el PTS-FT y la
LIT-PSTU,
por Roberto Ramírez, Socialismo o Barbarie, revista, Nº
25, febrero 2011
Lo
que está sucediendo en Cuba ha desatado debates en las
filas de la izquierda mundial. No vamos a examinar aquí
los argumentos de los incondicionales de la burocracia
cubana. Sus posiciones están contestadas en los artículos
precedentes. Aquí sólo analizaremos tres puntos de
vista representativos de posiciones distintas a ese
alineamiento incondicional con la burocracia del PCC.
— Primero veremos el de la llamada “IV
Internacional” del SU (Secretariado Unificado), una
corriente mayoritariamente europea, cuyo mentor fue
Ernest Mandel. La “IV Internacional” mandelista se
caracterizó siempre por el apoyo (más o menos crítico
según las circunstancias) a la dirección castrista.
— En segundo lugar, consideraremos los puntos de vista
del PTS-FT, representativos de los que ven en Cuba un
“estado obrero” con “una economía de transición
[al socialismo] aunque burocráticamente planificada”.
— Por último, analizaremos un error opuesto pero simétrico:
el PSTU-LIT, que sostiene que ya se restauró el
capitalismo y que el gobierno de los hermanos Castro es
una dictadura capitalista como la de Videla en
Argentina.
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